Inflamables
«Las guerras (…), que nadie intente convencerme que los gerifaltes de tanto desatino se veían obligados a tomar ansiolíticos para poder conciliar el sueño. Y siempre fue así, guerra tras guerra. Pero existe otra forma de matar (…): la revolución del pueblo que, harto de sufrir injusticias y, cuando llega al límite, sale a la calle a buscar venganza, muy a menudo tan injustamente como fueron tratados ellos: es la peligrosa violencia de la plebe».