La prostitución se adapta a la pandemia
En países como Italia, el trabajo de las escort está mucho más normalizado y las chicas se anuncian en internet (la gran mayoría) mostrando su rostro.
En países como Italia, el trabajo de las escort está mucho más normalizado y las chicas se anuncian en internet (la gran mayoría) mostrando su rostro.
Durante ocho meses se cruzaban de vez en cuando por la calle, siempre en la misma calle. Él iba hacia la biblioteca y ella a su casa.El primer día que se encontraron, se quedaron ambos sin aliento, fue un cruce de miradas, muy profunda; deseo, pasión, sexo
La sensualidad es una facultad que posee el ser humano, y que lejos de ser un instinto, es algo que se aprende. Y os lo vamos a demostrar.
Muchas veces me pregunté por qué nos enamoramos de la persona equivocada o por qué nos aferramos a seguir atados al pasado cuando posiblemente el presente va a ser mejor.
¿Os habéis dado cuenta de la cantidad de gente, sin importar la edad, que anula alguna parte de sí mismo cuando está en pareja?
Hoy por hoy, conocer a alguien es cosa de dos y no sólo de los hombres… Las mujeres ya no esperan sentadas a que las saquen a bailar y han comenzado a actuar con sutileza en el arte de ligar.
Hablamos hoy del “corazón partido” y de sus procesos emocionales. Y es una experiencia fuerte o intensa, si de verdad amábamos a la pareja, que no deja lugar a las medias tintas: o nos hundimos en una depresión o tiramos para adelante…
Constantemente, escucho a mujeres de todas las edades repetir esta frase: «No hay hombres». Ya sean jóvenes o más grandes, con o sin hijos, solteras o divorciadas. Muchas que están solas se quejan de no encontrar pareja porque «no hay». De hecho, creo que los hombres ni siquiera comprenden realmente qué queremos decir las mujeres con esta frase.
El amor: recuerdos mágicos que se agolpan en nuestra cabeza con tan sólo pronunciar la palabra fantástica..pero..¿Y el desamor? ¿Qué ocurre cuando el desamor llega?
Consejos para «clavar» ese momento tan emocionante…
¿Quién no tiene días tristes y melancólicos en los que apoyarías la cabeza sobre el hombro de la luna?Ayer fue un día de esos, al que si le sumas un cielo nublado y la regla a punto de bajar, la luna reventaría a llorar en cuanto te viese aparecer.
Un artículo muy interesante que muestra como una pregunta adecuada permite las respuestas acertadas.
Para todo hombre que estéis leyendo estas líneas en este preciso momento voy a ponéroslo muy fácil, ya que os voy a dar una 10 de pistas que os harán triunfar con nosotras… y a nosotras nos tendréis ganadas…o casi.
Desde el polvazo que eché con mi buen amigo de toda la vida Angelo, se abrió el canal entre mis piernas, y durante toda la semana no ha dejado de fluir la corriente de manera exagerada, ¡enfermizamente exagerada!No he podido dejar de pensar en otra cosa que no sea un gran pene que calmase mis aguas.
Presentamos a una nueva colaboradora, Remedios Gomis, que está revolucionando las relaciones personales con un método pionero en España: el dating coach.
“Decidido, no me voy a acostar con mi amigo Angelo por mucho que él se ofrezca, no me pone y punto». Esto me lo dije hace un año…
Hombres + mujeres + relaciones + inseguridades = ausencia de sexo.
Odette fue invitada por su amiga y modelo Cloe a una de sus sesiones fotográficas. No tenía mucho que hacer ese día y qué mejor que pasarlo en una subidita y divertida sesión fotográfica.
A veces, las historias no acaban como esperamos…
Dicen que hay hombres que tienen miedo a ciertas mujeres. ¿Será eso lo que me sucede a mí? ¿Me tienen miedo los hombres? Desde que lo dejé con Aquiles, mi único novio serio, hace más de dos años, sólo me he acostado con tres hombres, una vez con cada uno, por lo tanto, he tenido tres malditos polvos, de los cuales sólo me satisfizo uno.
«…Fue entonces cuando descubrí SU lunar. Era muy pequeño, minúsculo, perdido entre el vello en su cadera derecha. Era prácticamente imperceptible y, quizás por eso mismo, me fijé en él, pese a que tenía otros mucho más llamativos y en sitios más provocadores. Por instinto lo besé…»
«…Aunque le gustaba a rabiar, algo le decía que ese chico no era el suyo, que no estaban hechos el uno para el otro. Pero hizo oídos sordos. Ya se había pintado, puesto las medias de liga y calzado sus sandalias negras, que como el vestido había comprado especialmente para la ocasión…»