Personajes petrerenses (VI): La huella de Dámaso Navarro

Boni y Dámaso en la playa.

Villa Petraria. Un día de lluvia densa, el 11 de sep­tiembre de 1975, en pleno casco urbano y en la apertura de una nueva calle, la de Constitución, lindante al Ayun­tamiento, se ejecutaban obras de alcantarillado. De forma fortuita, se encontró un mosaico romano de notables pro­porciones, perteneciente a una villa romana. La excavación fue realizada por José María Soler García, director del Museo Arqueológico Municipal de Villena, a cuyo cargo tenía unos albañiles puestos por el consistorio. El Grupo Arqueológico colaboraría en el levantamiento del mosaico. Enrique Llobregat Conesa, director del Museo Arqueoló­gico Provincial de Alicante, redactó un certificado de la pros­pección, que denominó Villa Petraria, apoyándose en la evolución filológica del nombre de Petrer: Petraria-Bitrir- Petrer. El Sr. Llobregat organizó cursillos de arqueología a los grupos de Petrer y de Elda. La localización del mosaico consigue vigorizar las ilusiones del grupo arqueológico, ya que varios de sus componentes se habían dado de baja. Entre las nuevas incorporaciones se encontraban Hipólito Navarro Villaplana «Guitarra», Javier Montesinos Villaplana, Juan Pérez Amat «el lobo», José Luis Pascual, Josefa Vicedo Amorós, María Angeles Campello, Antonio Espinosa Ruiz (especializado en la actualidad en arqueología sub­marina), Urbano Serrano Villaplana y Conchi Navarro Poveda (actualmente ambos licenciados en Geografía e His­toria) y Antonia Payá Maestre, que ya era miembro del grupo. Durante las fiestas de la Mare de Déu del Remei de 1975 y 1976 organizaron sendas exposiciones arqueológi­cas en la plaça de Dalt, en el local de la comparsa de Labradores.

Joan Navarro, hijo de Dámaso y Práxedes, nacido en marzo de 1978.

Caprala. Las salidas al campo se incrementaron de forma considerable. En una de las excursiones al valle de Capraia, a los pies de l’Alt de la Creu (altitud 610-615 metros), a escasos metros de la rambla y en el margen dere­cho existía un promontorio, que hoy se encuentra llano. Dámaso nos relata los hallazgos realizados por el Grupo Arqueológico:

…estaba faenando un agricultor y hallaron cinco ánfo­ras romanas… Junto a ellas diversas piezas de adobe for­maban una pileta y más allá un sillar de piedra de grandes proporciones. Por el suelo gran cantidad de cerámica, destacando una de características roja de muy buena cali­dad, que responde a la clase llamada terra sigillata, del tipo super-gállica de importación romana, fechado aproxima­damente sobre el siglo I a.C. Recogidos los fragmentos podíamos ver improntas, figuras como la de unos faunos… Por entre los poros de la tierra se vislumbraba… el pueblo Ibérico… Siguiendo la revelación de las cerámicas halladas, pudimos observar un fragmento de cerámica ática de color negro, correspondiente al siglo IV antes de nuestra era romana… Además se encontró una cuenta de collar de pasta vitrea, de color verdoso que figura una naranja tallada a mano, objeto éste característico de la época Ibérico- púnica… muchísimos fragmentos de sílex y numerosas las­cas esparcidas por el lugar nos hacen pensar en otro pobla- miento mucho más anterior que pudiera acercarse al Bronce, de una edad aproximada de 1500 a 2000 años a.C. (Dámaso: 1976, 50). El Centro Excursionista de Elda adquirió cuatro de las cinco ánforas para su colección (ánforas del tipo Dressel 2-4), aunque finalmente se que­daron con las cinco piezas.

Foto de familia en la que aparece Dámaso junto a sus padres, su mujer y el gato. Su hermano Héctor está detrás de la cámara.

La Casa del Roig. En el siguiente trabajo, Dámaso Navarro nos descubre uno de sus amores, que sin duda alguna era Petrer, a la vez que nos detalla las recientes exca­vaciones en los solares del Banco Popular, a una profun­didad aproximada de dos metros y medio, realizadas por el Grupo Arqueológico en la Casa del Roig, ubicada en la pared mediera con el Ayuntamiento y cerca de donde apareció el mosaico romano : …Para hacer algo importante y desinteresado por un pueblo, es necesario sentir por ese pueblo un gran amor. Para ello es necesario que en sus tierras existan algunas especiales cualidades que sirvan para unir más a los lugareños, como son la lengua, las costum­bres, la cultura… su historia. Otro de los encuentros de gran importancia fue la extracción de una moneda de cobre. Esta moneda es como el certificado fehaciente de la fecha exacta de los restos hallados. Y no solamente en el lugar de excavación sino también del mosaico romano. Por una cara de la moneda se veía el busto del emperador Cons­tantino, y una inscripción algo borrosa decía: D. N. Cons- tan-tiuns Prauc… Esta moneda pertenece cronológica­mente al siglo III d.C. (…) enumeramos brevemente algunos de los hallazgos que puedan sentar las bases para un hipotético diagnóstico de lo que fue el lugar: vidrio plano de color azulado, perteneciente al parecer a alguna ven­tana. Una tesella procedente, al parecer, de algún mosaico. Extraños ladrillos circulares, dispuestos en forma de pila, posiblemente correspondiente a alguna columna. Frag­mentos cerámicos del tipo sigillata. Cuellos de ánfora. Doble asa perteneciente a una ánfora. Gran cantidad de cáscaras de caracoles de gran tamaño. Dos grandes moli­nos de piedra con sus canales. Restos de huesos al pare­cer humanos… (Dámaso:1976, 35-36).

Edificio de la Plaça de Baix donde se ubicaba la antigua biblioteca y que ahora alberga el Museo Arqueológico y Etnológico Dámaso Navarro.
El mismo edificio en 1935 cuando era el Dispensario de Higiene.

Alt del Perrió. En el siguiente relato, Dámaso Nava­rro nos desvela los nuevos hallazgos localizados en la ori­lla izquierda de la rambla de Puça (altitud 640-650 metros), frente al conocido Molí la Reixa, describiéndonos una anti­gua civilización y, geográficamente, como debería existir entre ellos una conexión y organización tribal: ...Inertes, bajo tierra, han aparecido una y otra vez los únicos testimonios fehacientes del paso del hombre y su cultura de la época del Bronce: molinos de piedra de distintos tamaños, mar­tillos y percutores, hojas de Sílex dentadas, que, engarza­das convenientemente en una madera, eran utilizadas como hoz, fragmentos y partes completas de cerámica lisa de color negruzco, algún fragmento de hueso. Hemos podido ver los cimientos y el piso de barro de las cabañas que utilizaban (…) Es curioso observar que casi todos los yacimientos de la época descubiertos en nuestro término: Altos del Chorret de l’Almadraba, Mirabuenos, Ginebre, Castellarets, Catí, Casa Serranos, tienen entre si una rela­ción geográfica, es decir, están situados en una zona muy determinada que coincide con el paso natural hacia el mar desde nuestro valle, además de esto cada uno de los citados poblados tienen una comunicación visual… (Dámaso:1977, 11-12).

La cova del mut de Cafisos. El Grupo Arqueológico disponía de una estancia en la planta baja de la Biblioteca Municipal, ubicada en la plaga de Baix, con depósito de los objetos hallados. La insuficiencia de espacio hace que Dámaso solicite en repetidas ocasiones al Ayuntamiento una sede en condiciones. Consigue que aprueben en el pleno ordinario la cesión de la cova del mut de Cafisos, situada en las faldas del castillo y orientada al norte, que incluía una subvención económica para su habitabilidad. Según parece, las condiciones de la cova del mut eran limi­tadas y, sin perdida de tiempo, gestiona insistentemente y consigue que ese mismo año de 1977 el grupo dispusiera de sede social en la calle Cura Bartolomé Muñoz, depen­dencias que habían sido utilizadas por la Cruz Roja.

Castell de Petrer. Una de las últimas aportaciones literarias de Dámaso es debida a la limpieza efectuada para la reconstrucción del castillo (altitud 519 metros). Aparecieron una cantidad de tiestos árabes, utensilios de hierro y molinos de piedra, entre otras piezas. Veamos seguidamente la labor desarrollada por el grupo: …se halló un trozo de piedra de mármol de unos 16 cm. de largo por 9 cm. de ancho. Por una cara se veían claras muestras de haber sido trabajada, apreciándose las arrugas de un vestido, más propio de una túnica. Siendo la parte del cuerpo representada, la del hombro derecho y apreciándose algo del cuello de una figura humana. Por la otra cara se observaba que se trataba de una lápida destinada a su colocación en alguna pared, ya que su superficie estaba picada para su más fácil adherencia… (Dámaso:-!978, 23). Referente al hallazgo de la piedra de mármol blanco romana, es el cronista Josep Montesinos quien nos hace la siguiente aclaración con fecha 16 de agosto de 1791: …Su antigüedad puede discernirse por algunas lápidas con sus efigies que había colocadas por el ruedo de una ventana de la primera habitación alta de la nombrada torre, que de algunas no se sabe donde paran y otras permanecen al presente, que son tres, sobre lo cual se hallan muchos testigos que las han visto colocadas en aquel sitio; y después arrancadas, se han baxado y guardado por particulares…

Vista parcial del Museo Dámaso Navarro. Sección Arqueológica.
Vista de la sección etnológica del museo.

One thought on “Personajes petrerenses (VI): La huella de Dámaso Navarro”

  1. Personas así se echan en falta, su hijo sigue los pasos y lleva buenos proyectos.
    Lástima que su hermano D. HECTOR NAVARRO sea una persona poco o nada objetiva en su trabajo.

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