Manuel Bellot Orgilés: noticias de un alcalde silenciado (1902-1939)

Después de vestirse correctamente, Bellot se despide de su hermana, le entrega una cantidad de dinero y le encarga que la mitad la haga llegar a su mujer e hijos y la otra parte la guarde para ella. Desde casa de sus tíos, Manuel,seguido a distancia por su hija mayor, Walkiria, se dirige acara descubierta al Ayuntamiento, regido entonces por Francisco Vera, y pide ver al alcalde. Cuando éste le recibe, le pregunta extrañado por qué se entrega, a lo que Manuel le contesta: «¿ No dice tu caudillo que quiénes no se hayan manchado las manos de sangre nada han de temer?. Pues bien, aquí estoy yo». El alcalde intenta hacerle reconsiderar su decisión diciéndole: «No me hagas esto. Tú me salvaste cuando lo necesitaba y ahora no puedo ser yo quien te entregue. Además, te juzgarán en consejo de guerra y yo poco puedo hacer». Manuel le contesta : « Si es cierto lo dicho por Franco, nada tengo que temer, pues no he hecho nada fuera de las obligaciones de mi cargo. Cumple ahora con las tuyas».

El alcalde no acepta detenerle alegando que no es su competencia, por lo que Manuel se dirige al juzgado. Tampoco aquí le aceptan y continúa su deambular hasta el cuartel de la Guardia Civil. En el puesto tampoco se hacen responsables,por lo que se dirige a la cárcel habilitada en el Cinema Cervantes y aquí es en donde Manuel queda detenido.Como testigo de este deambular, quedó su hija de 12 años.

Tras su detención, se sucedieron los registros en su casa, intentando encontrar posibles pruebas de un enriquecimiento ilícito por su cargo. La policía sólo encontró la herramienta de zapatero de Manuel, una vieja colcha de ganchillo que hacía las veces de mantel y la escasa ración diaria de comida, establecida para todos.

Manuel Bellot (izquierda) junto con otro compañero en la cárcel reformatorio de adultos de Alicante, días antes de su ejecución, en el mes de julio de 1939.

Una vez preso,Manuel es sometido a interrogatorio y torturas. Una y otra vez,Bárbara acude a diario para llevarle la comida y la ropa limpia. De esta forma es cómo se conoce el trato que se les da a los detenidos en aquel establecimiento. En las ropas sucias, Bárbara encuentra en muchas ocasiones pruebas más que evidentes de las torturas a las que es sometido Bellot, al igual que el resto delos presos.

Bellot es trasladado a la cárcel reformatorio de adultos de Alicante. Allí, los juicios se suceden rápidamente. Él es juzgado y, como testigos, son citados los responsables municipales, religiosos,los afectados por la actuación del encausado, etc… Parece ser que todos testificaron favorablemente sobre la protección que llevó acabo en Elda para que los desmanes fueran los mínimos y sobre las muertes que evitó. Se puso de manifiesto la preocupación que tuvo y los intentos por paliar la situación de escasez que se vivía en Elda, de los cuales son buena muestra las actas municipales del periodo en el que estuvo como alcalde. A pesar de todo, se buscaban responsables y él era uno de los más relevantes. Uno de los testigos brindó con su testimonio la ocasión de sentenciar. Francisco Alba Marzo, maestro nacional, salvado del paredón junto con su familia por Bellot, reconoció que el alcalde le había salvado la vida, nombrándole después secretario del sindicato de enseñanza de CNT para que nadie intentara atentar contra él o su familia, pero que también había que considerar que era un anarquista y que, recordando un viejo refrán español, muerto el perro, se acabó la rabia.

La sala tenía lo que buscaba, un testimonio en el que basarse para sentenciar y así lo hizo. Bellot fue sentenciado por adhesión a la rebelión, por estar al frente de la política municipal, por ejercer cargo político en el ejército, por los hechos acaecidos en el territorio bajo su mandato y se le hizo responsable de los asesinatos de los guardia civiles en Elda el 13 de agosto de 1936 (Bellot fue nombrado alcalde de Elda el 26 de agosto de 1936). La condena, pena de muerte. Desde el momento de hacerse pública la sentencia, muchos fueron los intentos para que ésta fuera conmutada y así parece ser que ocurrió. Incluso, Manuel le dice a su mujer en una de las visitas: »Hoy me ha llamado el director para decirme que el indulto ha llegado y que, dentro de dos días, saldré a la calle». Pero, una madrugada de julio, junto a trece presos más, Bellot fue sacado de la celda en medio de la noche. Su nombre no figuraba en la lista a ejecutar, pero se le cambió por otro de los presos, que fue devuelto a la celda. Al día siguiente, cuando un familiar fue a llevarle la comida y la ropa limpia, le devolvieron el fardo junto a un lacónico éste ya no está aquí, ha sido fusilado esta madrugada.

El 11 de julio de 1939, en una fosa común del cuadro 19, en la fila 9, con el nº 11, Manuel Bellot Orgilés fue enterrado junto a otros doce hombres, dos de ellos de Elda.

A los pocos días de la ejecución, como tantas veces ocurrió, se supo que el indulto, «lamentablemente», se había traspapelado y no había llegado a tiempo.

Lo que vino después sólo lo sabe la familia: los hijos obligados a cambiar de nombre, el miedo, el desequilibrio emocional, las amenazas explícitas, el terror, la represión, el dolor …. el silencio.

El cuerpo de Bellot nunca se pudo recuperar. Pocos años después, fallece la segunda de sus hijas, Aida. Con motivo del entierro de ésta, se aprovechó para, de forma espontánea, celebrar un acto de homenaje al padre y, de esta forma, el entierro fue doble, adquiriendo una dimensión política insospechada y, al mismo tiempo, imposible para la época.

Esta historia no es nueva, no es única, es algo por lo que, lamentablemente, muchos han tenido que pasar. Pero hoy, con el comienzo de un nuevo siglo, es el momento deque tantas personas víctimas de aquella sinrazón que fue la guerra civil vayan poniendo puntos de sutura con los que poder cerrar la vieja herida de su alma y su memoria. Manuel Bellot, humilde hijo del pueblo, inquieto buscador de la razón en el hombre, creyente idealista en la grandeza del alma humana, posiblemente lo hubiese querido así. Y, si así se hiciese, estaremos contribuyendo a que su historia y la de muchos otros españoles dejen de estar silenciadas.

NOTAS

1. ÍÑIGUEZ, Miguel. Esbozo de una enciclopedia histórica del anarquismo español. Madrid, Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, 2001.

2. NAVARRO PASTOR, Alberto. Historia de Elda. Vol.II, pag. 201. Alicante: Caja de Ahorros Provincial,1981.

3. Ibdem, pag. 203.

4. SANTACREU SOLER, José Miguel y otros. «El anarcosindicalismo alicantino durante la Segunda República» en el El anarquismo en Alicante, 1868-1945, pag.53. Alicante: Instituto de Estudios Juan Gil Albert,1987.

5. Acta Municipal de 26 de agosto de 1936.

BIBLIOGRAFÍA

ÍÑIGUEZ, Miguel. Esbozo de una enciclopedia histórica del anarquismo español. Madrid, Fundación de estudios libertarios Anselmo Lorenzo,2001.

NAVARRO PASTOR, Alberto. Historia de Elda. Alicante,Caja de Ahorros Provincial, 1981.

NAVARRO PASTOR, Alberto. La prensa periódica en Elda (1866-1992). Alicante, Inst. de Cultura JuanGil-Albert, 1997.

SÁNCHEZ RECIO, Glicerio. Las responsabilidades políticas en la posguerra española. El partido judicial de Monóvar. Alicante, Universidad, 1984.

SANTACREU SOLER, José Miguel; GARCÍA ANDREU,Mariano ; MORENO FONSERET, Roque. El anarcosindicalismo alicantino durante la segunda república, en El anarquismo en Alicante (1868-1945).Alicante, Inst. de Estudios Juan Gil-Albert, 1987.

OTRAS FUENTES

ACTAS MUNICIPALES

ARCHIVO CEMENTERIO MUNICIPAL DE ALICANTE

DIARIO INFORMACIÓN DE ALICANTE

ALBORADA (VARIOS NÚMEROS)

FUENTES ORALES

Entrevistas realizadas a :

GIL ORGILÉS, Salud (prima)

IÑIGUEZ, Diego (compañero)

MEDINA BELLOT, Aida (nieta)

PARRA, Ángeles (compañera)

Mi agradecimiento a todas aquellas personas anónimas que, con su testimonio, han colaborado a la documentación más veraz de los aspectos generales de este estudio.

MATERIAL GRÁFICO

Cedido por la familia de Manuel Bellot Orgilés.

2 thoughts on “Manuel Bellot Orgilés: noticias de un alcalde silenciado (1902-1939)”

  1. Que pena que en España se hayan vivido todas estas cosas , que hermanos se enfrentarán y que nos mataramos entre nosotros ,. Que pena. Que todas estas barbaridades hayan cambiado también a generaciones de aquellas personas. Ojalá nunca vuelva a suceder y que nos sirva para no olvidar ,. Un gran reportaje

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