Manuel Bellot Orgilés: noticias de un alcalde silenciado (1902-1939)

Manuel casa con Bárbara Cortés Vera, su novia de siempre, hija de un conocido panadero de Elda apodado El Pandorgo, cuyo establecimiento daba nombre a la calle donde estaba situado. Posiblemente, el vivir en pareja y con una mujer que, al parecer, comparte y no obstaculiza la puesta en práctica de sus ideales, aporta un poco de equilibrio y de sosiego a la vida de Manuel, tan cargada de situaciones trágicas y extremas.

Elda sigue creciendo y, con ella, la turbulencia política. Con una masa obrera considerable y un proceso de industrialización imparable, es lógico entender la proliferación de sociedades y grupos sindicalistas. En todo el país, se vivían importantes cambios sociales, lastrados en gran parte por los antiguos vicios gubernamentales que, siglo tras siglo, dejaron una herencia mezcla de miseria y orgullo a la que urgía poner fin. Los hijos de la pareja van llegando y Manuel-zapatero trabaja en su oficio para sacar a su familia adelante. Lo hace en la fábrica de Jerónimo Guill,conocido industrial de la localidad. Trabaja en casa y, cuando acaba la tarea, va a la taquilla a entregar y vuelta a casa a trabajar. No es necesario aguzar mucho la imaginación para hacernos una idea del paisaje laboral: un siglo más tarde, poco o nada ha cambiado. Desgraciadamente, muchos obreros continúan actualmente en las mismas condiciones de trabajo. Paralelamente, Manuel-activista sigue formándose y formando a otros intelectual y políticamente. Los años 1930 y 1931 nos lo muestran como miembro activo y reconocido dentro del movimiento anarcosindicalista. El trabajo que desarrolla y el compromiso que adquiere hacen que sea designado por sus compañeros delegado por Elda y Monóvar en los congresos de CNT celebrados en Madrid. Mientras tanto, en la cambra de su casa, en la calle Horno de San Antonio (hoy de Espoz y Mina y formando parte la casa del ala de oficinas del ayuntamiento tras varias remodelaciones de éste), Manuel y sus correligionarios tenían una imprenta y la redacción de donde salían algunas de las publicaciones que los libertarios dedicaban a propagar sus ideales: periódicos y panfletos propagandísticos de inspiración anarquista. De esta imprenta salieron los ejemplares de Proa, publicación de orientación anarquista fechada,durante su segunda etapa, en Elda, así como publicaciones y otras cabeceras de prensa cuyo fin era difundir la Idea.

Manuel Bellot, con su mujer, Bárbara Cortés Vera, y sus cuatro hijos, tres mujeres y un varón, el más pequeño, Proteo, que todavía vive, en brazos de su madre.

Compromisos políticos y movimientos obreros

En el transcurso de estos años, se suceden las revueltas y algaradas callejeras, como en el resto del país. Manuel es requerido en distintas ocasiones por la autoridad, dada su conocida ideología, para ser interrogado sobre su posible participación en estas actividades políticas, camufladas muchas veces como reivindicaciones laborales. La implicación de Manuel en estos hechos va pareja al ideal que propugna por lo que, poco a poco, se va convirtiendo en un miembro destacado de las milicias anarcosindicalistas.

Para los días 15, 16 y 17 de octubre de 1930, se convoca en Madrid la Conferencia de la CNT. Aunque suspendida en el último momento, al haber llegado muchos de los delegados de todo el país, se decide celebrarla y, en ella, Elda está representada por Bellot.

Al año siguiente, del 10 al 16 de julio, tiene lugar en Madrid el III Congreso de CNT (1), reconocido como el Congreso del Conservatorio por celebrarse en el teatro de este nombre. Manuel Bellot es designado delegado único por Elda y Monóvar para acudir a este importante congreso anarquista.

El periodo republicano se caracterizó por el alto número de huelgas, generalmente de trasfondo político, y por la aparición de movimientos revolucionarios convocantes de huelgas seguidas por actos de violencia. El 29 de mayo de 1932, hay en Elda uno de estos episodios. Un grupo de libertarios prepara distintas acciones de sabotaje para hacer más efectiva la huelga general convocada. Advertida la autoridad, les intercepta e intenta detenerles. Los huelguistas arrojan una granada a las fuerzas del orden, hiriendo al brigada de la Guardia Civil y, después de un tiroteo,consiguen huir refugiándose en una casa de campo, propiedad de un amigo y simpatizante de la Idea, situada en los montes cercanos a Villena. Allí se ocultan durante unos días hasta que deciden volver a Elda pensando que todo estaría tranquilo. La Guardia Civil, por su parte, continuó la búsqueda de los alteradores consiguiendo encontrarles y detenerles:entre éstos, estaba Bellot. Detenido todo el grupo, son juzgados y Bellot condenado junto con Eduardo Busquier a cuatro años de cárcel en el penal de Alicante. El resto del grupo cumple una condena dedos años de prisión.

El 11 de mayo de 1933, llega a Elda un grupo de familias de otras poblaciones (siempre yen todos los sitios eran de fuera). Llevadas de un sentimiento anticlerical cada vez más creciente y que se extiende por todo el país, asaltan y queman la iglesia parroquial de Santa Ana, organizando a continuación una procesión satírica, disfrazados los participantes con ornamentos religiosos. La procesión acaba en lo que actualmente es la iglesia de La Inmaculada con una gran hoguera en la que se queman vestimentas y ornamentos clericales y sacramentales (2).

En diciembre de 1933, acontece un tiroteo en Elda que dura desde las 14’00 h. a las 21’00 h. y que se desarrolla en distintas zonas de la ciudad. Hasta Elda se desplaza la Guardia de Asalto de Alicante para sofocar la revuelta. En el transcurso del tiroteo, un chico, de nombre Juan Moya Olmos, fue abatido por la Guardia Civil en las cuevas de la Tafalera. Al parecer, no fue el único muerto: también se tiene noticias de una segunda víctima, un hombre del cual solo se sabe el apellido: Orgilés. Probablemente, fue muerto por un disparo fortuito (3). Este tiroteo, debido a la represión por parte de las autoridades provinciales de la huelga general convocada por el movimiento obrero anarcosindicalista, responde a los resultados electorales del 3 de diciembre de 1933, que suponían un cambio en la política de la nación,que dio un giro político a la derecha. Estos acontecimientos se desarrollaron en todo el país y con especial virulencia en Elda y otras poblaciones alicantinas, siendo de tal gravedad que el sindicato más fuerte dentro de la CNT, el de la industria fabril, ordena a sus afiliados el abandono dela huelga. Como resultado de estos acontecimientos, el movimiento obrero crea las llamadas Alianzas Obreras, siendo Elda una de las primeras poblaciones en contar con este tipo de agrupación desde febrero de 1934 (4).

Las tres hijas de Manuel Bellot. De izquierda a derecha: Walkiria, que fue testigo de su detención; Anarquía y Aída, que murió un par de años después que su padre y cuyo entierro se convirtió en una expresión popular de duelo por la muerte de Bellot.

Actuaciones como alcalde durante la guerra

El día 18 de julio de 1936, amanece en Elda,como en el resto del país, con la triste realidad de una confrontación civil. Los acontecimientos se suceden y la barbarie se desata en los dos bandos.

El 13 de agosto, ocurre en Elda un trágico episodio de gran importancia para la historia que estamos recordando. A primera hora de la tarde, en el cruce de las calles Jardines y Salmerón, frente al desaparecido cine Coliseo España, cinco guardia civiles,acompañados por varios milicianos, son atacados y muertos en plena calle. Sobre este hecho, nunca se llegó a saber oficialmente quiénes fueron los autores del atentado, aunque el nombre de alguno de ellos sí se ha llegado a conocer.

Al salir de la cárcel en 1936,ya declarado el ejercito en rebeldía contra el gobierno legítimo, Bellot continúa con sus actividades políticas y el 26 de agosto de este mismo año, trece días después del atentado a los guardia civiles, según las actas municipales de este día, Manuel es nombrado por sus compañeros Presidente del Consejo Municipal (alcalde) (5), además de Consejero delegado de defensa del ejército voluntario de la república con capitalidad en Murcia. Le dan como vivienda la que había sido del cura párroco de Santa Ana, el cual, desgraciadamente, había sido ejecutado en los primeros momentos de la guerra.

En 1936, iniciada la contienda, Elda queda en la retaguardia. La vida en la ciudad continúa sin grandes alteraciones.Las fábricas siguen trabajando, sólo que muchas de ellas dejanel producto que elaboran para pasar a fabricar calzado militar y guarnicionería de intendencia. Bellot-alcalde es conminado por parte de los milicianos y de elementos extremistas afirmar una orden de derribo de lo que queda de la iglesia después de los asaltos de 1933. Él se niega, propone que el edificio se destine, como en otras poblaciones a hospital de sangre, mercado o incluso museo, dada su antigüedad y características, pero, bajo la amenaza de ser acusado de traidor y fusilado, es obligado a firmar la orden. Este episodio dejó un profundo pesar en su ánimo que le acompañó hasta el último momento. Poco después, una vez derruida la iglesia, le llevaron una olla de miel del gran panal que se encontró en el campanario, algo que Bellot rechazó alegando que nunca había querido nada de la iglesia y tampoco en esas circunstancias, ya que quien le llevaba la miel (paradójicamente, su tía, la tutora de su hermana Mercedes) era una reconocida practicante religiosa.

Talla de la Virgen de la Salud del antiguo Hospital, que sirvió para los cultos religiosos hasta que se hicieron las nuevas imágenes. Esta talla, que actualmente se conserva en la capilla del Geriátrico, se preservó por mediación de Bellot.

En varias ocasiones, es avisado Manuel alcalde de las intenciones, por parte de grupos de milicianos, de dar el «paseíllo» a algunos vecinos de Elda, en muchos casos por revanchismo personal o bien como forma de eliminara aquéllos con quienes estaban enfrentados o tenían deudas. Bellot consigue, muchas veces, salvar la vida de los amenazados, entre ellos la de Francisco Vera, alcalde de Elda al acabarla guerra y a quien Bellot se entrega finalizada la contienda, o la de Francisco Alba Marzo, maestro local al que protege junto a su familia,nombrándole secretario del sindicato de enseñanza de CNT, cargo que, según actas constitutivas, ocupó hasta el fin de la guerra. Curiosamente, este Francisco Alba Marzo, salvado por Bellot de ser ejecutado, fue, al parecer, el testigo determinante en la causa abierta contra Manuel al acabarla guerra y en la que se le condenó a muerte.

2 thoughts on “Manuel Bellot Orgilés: noticias de un alcalde silenciado (1902-1939)”

  1. Que pena que en España se hayan vivido todas estas cosas , que hermanos se enfrentarán y que nos mataramos entre nosotros ,. Que pena. Que todas estas barbaridades hayan cambiado también a generaciones de aquellas personas. Ojalá nunca vuelva a suceder y que nos sirva para no olvidar ,. Un gran reportaje

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *