Capitanías 2013: Bando Moro

Beduinos

Bodas de oro de la comparsa

La comparsa beduina está de aniversario. Ya ha vivido algunos actos de conmemoración de sus 50 años de vida, pero aún quedan muchas luces que dorar de la efeméride: serán, por ejemplo, los encargados del boato de la entrada mora. En ella se recreará un campamento beduino, concretamente la celebración de un enlace matrimonial. Para ello, utilizarán elementos de su anterior boato, realizado hace 5 años, que no pudo lucirse del todo debido a que una fuerte lluvia provocó la cancelación del desfile, y con ella, la imposibilidad de celebrarse este desfile de apertura ideado por la comparsa. Ahora, se hará justicia.

Otro gran momento será al finalizar el paso de la comparsa en la entrada mora, pues darán paso al desfile de algunas de las capitanías que han escrito su historia. Será una aparición estelar, emotiva, de esas que (nos) gustan. Como broche final, tienen en mente editar una revista de la comparsa, del estilo de la Revista de Moros y Cristianos de la Unión de Festejos, pero centrada en los Beduinos, en su 50 aniversario y en su historia como comparsa.»Estamos muy ilusionados con este acto, y no sólo por nosotros, sino también por la gente, porque los vemos emocionarse con este tipo de actos y sabemos que aplaudirán mucho a estas capitanías», vaticina su presidente, el histórico Juan Conejero.

Diez años de presidencia de Conejero, decimos, que finalizan este año, de momento sin candidato a sustituirle. Ha sido, además, uno de los fundadores de la comparsa, así que estas bodas de oro representan  «un año muy interesante y emotivo. Quedamos seis de los siete miembros fundadores (Antonio Brotons falleció recientemente), y como es natural lo hemos vivido de una forma diferente a otros festeros. Pero, en general, se ha conseguido todo lo que nos habíamos planteado y estamos muy satisfechos». Juan afirma que se marcha con muy buenas sensaciones y abriendo el camino a que los que vengan sigan manteniendo las fiestas en su mejor estado, afrontando cambios si son necesarios: «La fiesta está viva y siempre hay que contemplar nuevas iniciativas». Grandísimo legado el que deja, como una capitanía asegurada hasta 2015. La crisis, eso sí, y tras años de lograr sortearla, les ha acabado llegando, y este año han perdido casi una veintena de festeros: de 205 a 185 adultos. Esto ha afectado no sólo al presupuesto sino a las filas en sí, ya que algunas, al haber perdido a algunos componentes, no pueden desfilar de acuerdo con los estatutos, que marcan un mínimo de componentes en cada fila.

Abanderada

Macarena Rivera

Fila: Al-yamilas.

Edad: 19 años

Profesión: Estudia un ciclo medio de cocina en Santa Pola.

Aficiones: El cine.

Rincón de Petrer: El casco antiguo.

Macarena está viviendo unos días muy felices junto con su padre, ambos al frente de la capitanía beduina de este 2013 junto con la rodela Yaiza Álvarez. Le picó el gusanillo por bajarse la bandera cuando su hermana ocupó el cargo, también acompañada de su progenitor, años atrás, siguiendo también los pasos de su madre,  abanderada hace ya más de tres décadas. Macarena pertenece a la comparsa desde niña, y desfila en Al-yamilas desde hace diez años.  Del preludio de su capitanía, nos dice que de momento está disfrutando de todo, aunque al principio le tenía mucho respeto al caballo. «Poco a poco lo voy llevando mucho mejor»,señala.

Capitán

Rodrigo Rivera

Fila: Nómadas Azules

Edad: 50 años

Profesión: Regenta el conocido restaurante Buenos Aires.

Aficiones: La música (toca varios instrumentos y tiene una sala para ensayar con amigos).

Rincón de Petrer: El casco antiguo.

Rodrigo se muestra nervioso de cara a las fiestas a pesar de que cuenta con sobrada experiencia en el cargo de capitán- ésta es su tercera capitanía, aunque matiza que se debe a que repitió capitanía con su hija mayor tras «el año de la lluvia» ya que no la pudo disfrutar-. Sus comienzos en la comparsa coinciden con el año en que su mujer fue abanderada, en 1981, aunque desde bien pequeño ya sentía curiosidad por la festividad en honor a San Bonifaci. «Cuando era un niño siempre bajaba a Petrer en fiestas y quería desfilar». Vivirá estos días junto con su mujer, su suegra y sus hijas, aunque nos dice que no estará tan arropado como otras capitanías ya que su familia está en Murcia- de donde llegó hace muchos años- y no podrán venir  más que el fin de semana. De la relación con el resto de capitanes, y a pesar de que Rodrigo es uno de los veteranos de este año, dice que «hay muy buen ambiente». «Hace poco quedamos en mi restaurante y estuvimos practicando los tiros», comenta este petrerense adoptivo que todavía conserva retazos del característico acento de su tierra.

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