Comunicado de la huelga del sector educativo

Hoy día 9 de mayo, las organizaciones y sindicatos de la educación pública de los pueblos de Elda y Petrer, y en colaboración con la comunidad educativa del resto del Estado salimos a la calle a luchar por lo que es nuestro, pues consideramos las medidas y recortes que el actual gobierno está tomando como un ataque directo y feroz al conjunto del estudiantado, las trabajadoras de la enseñanza y al sistema público de educación en general.

Recortes, reformas, y disminución de derechos sociales, políticos y culturales, son el pan de cada día de todos los estudiantes y trabajadores de nuestros pueblos. Con la excusa de una crisis, creada por los mismos que están gestionando el poder desde los diferentes marcos gobernantes, nos están llevando a un sistema esclavista, donde los ricos son más ricos y los pobres son más pobres.

Día a día vemos a los y las estudiantes de nuestros pueblos estudiando en barracones en lugar de aulas, la supresión de iluminación y calefacción. Escuchamos que es necesario el aumento del número de estudiantes por aula y que los profesores deben ejercer más horas lectivas, además de que estos últimos han sufrido la pérdida de unos 8000 puestos de trabajo de profesorado interino, que ahora se va a incrementar con la pérdida incluso de plazas de profesorado que hasta ahora eran definitivas.

La última reforma que el gobierno ha propuesto y planea implantar es la LOMCE.

Con multitud de mecanismos, ésta reforma educativa empobrecerá el nivel de la educación pública hasta extremos nunca vistos, favoreciendo y primando los intereses de la educación privada y de las empresas. Como no podía ser de otra manera, los únicos agentes que se benefician con esta reforma son aquellos con los que se ha dialogado para la elaboración de la misma, es decir, la Iglesia Católica y sus instituciones educativas, a las que se les concede todo tipo de privilegios.

La igualdad de oportunidades y el derecho a una educación universal e integral se verán atacados de manera flagrante con la supresión de asignaturas (sobre todo las que fomentan los valores humanos y sociales y el pensamiento crítico) y la segregación del alumnado según criterios elitistas. Así, poco a poco, se irán creando dos clases de alumnado: los que tendrán posibilidades de ir a la universidad y los que tendrán que contentarse con un futuro más que precario e inseguro.
Las reválidas que se introducirán funcionarán como un verdadero filtro, impidiendo a ciertos sectores de la población acceder a los cursos superiores.

La reforma continúa abriendo la vereda a la mercantilización de la universidad que venía produciéndose con Bolonia y la EU2015, ya que permite a cada universidad realizar un examen de ingreso diferente, utilizando criterios semejantes a los de una entrevista de trabajo.

Como vemos, aunque quieran hacer de la LOMCE un juramento por la mejora de la calidad educativa, la realidad demuestra que se trata de todo lo contrario, donde lo único verdaderamente importante es la rentabilidad económica que puedan sacar de ello, y donde el estudiantado es un mero agente competitivo al servicio de la economía. Todos los valores y mecanismos pedagógicos que nos hacen ser solidarios y que construyen la educación como una herramienta al servicio de las personas quedan fuera de la LOMCE.

La educación pública será desmantelada por completo y, con ello, otro derecho más que esta crisis se lleva por delante. Las y los estudiantes no vamos a permitir que nuestra educación sea la moneda de cambio que pague los intereses de una deuda ilegítima.

Es la hora de conquistar un modelo de sociedad justo y equitativo, donde el poder resida de verdad en el pueblo, donde no sea posible destruir fuentes de riqueza colectiva como la educación.

Para ello, vemos como única salida ejercer la soberanía de cada pueblo. Esa soberanía que nos hace ser sujetos en todos los procesos y no simples objetos de compra y venta, y estar condenados a ser espectadores sufridores de los desoladores acontecimientos. Día a día desde cada centro educativo, debemos luchar contra cada medida impuesta desde el gobierno y buscar las alternativas necesarias para lograr nuestros objetivos. Uniéndonos a las luchas por una educación pública y digna para todas y todos, para poder construir la nueva escuela que nos eduque como personas libres. Sólo siendo sujetos activos de los procesos educativos seremos capaces de construir otro modelo de escuela y sociedad.

En ese camino, la única alternativa posible es una escuela pública, de calidad, laica, democrática, antipatriarcal, digna y que cumpla con todas las necesidades lingüísticas y culturales de cada pueblo. Somos dueños de nuestro presente y tiene que ser nuestro compromiso, para construir nuestro futuro.

 

¡NO A LA LOMCE!

¡NO AL DESPIDO DE MAESTRAS Y MAESTROS!
¡NO A LA PRIVATIZACIÓN NI A LOS RECORTES EN LA EDUCACIÓN!
¡SI A LA EDUCACIÓN PÚBLICA Y DE CALIDAD!

 

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