1938: María y Josefa Soriano Beltrán, dos mujeres para la historia de Petrer


NOTA: Artículo escrito por Bonifacio Navarro Poveda y Fernando E. Tendero Fernández y publicado originalmente en la Revista Festa 2014.

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María Soriano (derecha) y su amiga Lolita. Década de los cuarenta (Archivo de la familia Gómez Soriano).

 

Quienes crean que la lucha de la mujer por ocupar en la sociedad el lugar que le corresponde, en un plano de igualdad con el hombre, es consecuencia de los movimientos feministas recientes o de la transición a la democracia, se equivocan. Los avances en la equiparación en derechos de la mujer con el hombre, en todos los aspectos de la vida, no ha sido una tarea fácil.  Hasta varias décadas, desempeñar un cargo público no estaba permitido por las leyes, o algo tan cotidiano como abrir una cuenta corriente en una entidad bancaria no era posible sin la autorización expresa del marido. Los avances logrados por las mujeres no han sido regalos caídos del cielo. Miles de mujeres, cuyo nombre no figura en la historia, han hecho posible con su lucha diaria ir subiendo los peldaños que conducen a la igualdad real de derechos con el hombre.

Entre las mujeres que han sido invisibles de nuestro pueblo, mujeres olvidadas, cabe destacar a María y Josefa Beltrán. En 1938, en plena guerra civil, hace ahora setenta y cinco años, aquellas dos jóvenes de las Juventudes Libertarias de la CNT ocuparon por primera vez, en la historia del Ayuntamiento de Petrer, los cargos de consejeras -hoy concejalas-, hecho singular que no se volvería a repetir hasta el año 1974 cuando Pilar Trinidad Perseguer de Castro fue nombrada por el Tercio Sindical para ocupar la concejalía de Asuntos Sociales.

La familia Soriano Beltrán

Efectivamente, las hermanas María y Josefa Soriano Beltrán vivieron en Petrer en la década de los años treinta del siglo pasado, y tuvieron el honor de ser  las primeras mujeres que ocuparon un cargo político en el Ayuntamiento. María Soriano era la más joven de las dos hermanas, contaba con tan solo veintiún años cuando fue designada consejera. Josefa había cumplido veintisiete. Ambas estaban afiliadas a la organización de las Juventudes Libertarias (JJLL), rama juvenil de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Josefa, además, pertenecía a la incipiente e innovadora organización Mujeres Libres (1).

La familia Soriano Berltrán se había trasladado desde Yecla, ciudad natal del padre, a Petrer en el año 1930. Los progenitores eran Ramón Soriano Alarcón y Ángela Beltrán de la Fuente, natural de Petrer e hija de Pascual Beltrán. Ramón, cabeza de familia, manejaba con precisión la dinamita; su trabajo especializado de barrenero en las canteras de yeso de El Guirney, enclavada donde en la actualidad se levanta el centro comercial de la Bassa de El Moro (2). Ángela, la madre, estaba emparentada con una de las ramas de la familia Beltrán, de la alfarería de Tío Tonet de la Foia (3).

Josefa y María nacieron en Yecla, la primera en 1911 y la segunda en 1917 y, como ya se ha indicado, se trasladaron junto al resto de la familia a Petrer al comenzar la década de los treinta. Desde muy jóvenes trabajaron en la sección de aparado de la fábrica Calzados Luvi, propiedad del empresario y político Luis Villaplana Reig y otros familiares. Luis llegó a ser alcalde de Petrer entre 1925 y 1930. Calzados Luvi era una de las mayores fábricas de la población, utilizando una maquinaria actualizada y empleando métodos de organización modernos para la época.

El panorama sociopolítico a comienzos de los años 30

La década de los treinta fueron años de duros enfrentamientos laborales y sociales, las reformas emprendidas por la II República abrieron la esperanza y el convencimiento de que era posible construir una sociedad más justa. Los poderes establecidos no cedían terreno a las nuevas corrientes sociopolíticas más igualitarias que, a pesar de ello, se abrían paso entre grandes dificultades.

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Vista de Petrer, desde el canal de los belgas, a mediados del siglo XX (Archivo Fotográfico Municipal de Petrer).

 

En Petrer, desde principios del siglo XX, la fuerza sindical y política mayoritaria fue la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El sindicato de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) y la Federación Anaquista Ibérica (FAI) eran minoritarios, al contrario de lo que pasaba en la vecina ciudad de Elda, aunque sus decisiones y su presencia en el mundo laboral no eran nada desdeñables. En aquellos años los partidos y sindicatos contaban con organizaciones juveniles en su seno. Las Juventudes Socialistas del PSOE se unifican en 1936 con las Juventudes Comunistas creando las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Esta organización juvenil alcanzó un gran número de jóvenes afiliados y un acreditado prestigio por la implicación de sus miembros en la defensa del gobierno legítimo de la República durante la Guerra Civil. La rama juvenil de la CNT fue las Juventudes Libertarias (JJLL), una organización de inspiración anarquista, creada en 1932, y en la que se manifestaban varias tendencias: Por un lado, aquellos que opinaban que las JJLL, al igual que los Ateneos Libertarios, tenían que ser una sección de cultura y propaganda dentro de la FAI. Por otro lado, los que pretendían que fuera autónomas tanto de la FAI como de la CNT. De estas dos posturas, la segunda fue la mayoritariamente aceptada.

La CNT en Petrer estaba integrada por viejos y jóvenes luchadores como José Espí, zapatero autodidacta y uno de los mejores exponentes del anarquismo en Petrer junto con Vicente Aracil, perito industrial, un joven, sin duda, de los más formados y preparados del anarquismo local. Junto a los afiliados curtidos en la Dictadura de Primo de Rivera, un grupo de jóvenes con ideales anarquistas se abría paso, se trataba de las hermanas María y Josefa Soriano, los hermanos Juan y Víctor Montesinos, Libertad Brotons, Dolores Marcos, Carmen Montesinos, Bonifacio Navarro, Dolores Navarro, María Poveda, José Aracil… La mayoría apenas habían cumplido los veinte años y, por supuesto, nada podía predecir los avatares y sufrimientos que el futuro les iba a deparar.

2 thoughts on “1938: María y Josefa Soriano Beltrán, dos mujeres para la historia de Petrer”

  1. Interesante noticia. No sabía que Vicente Aracil fuese perito, supongo que se dedicaría a realizar tasaciones en materia agraria.

  2. Buenos días. Soy el hijo de Dolores Marcos a la que entrevistaron el 25 de Abril de 2006.
    Desearía ponerme en contacto con Fermín Gómez Soriano con el que he perdido el contacto desde hace muchos años.
    ¿Sería posible que ustedes se pusieran en contacto con él para preguntarle si me pueden facilitar sus datos?
    O bien darle mi teléfono para que él me llame…
    Espero su respuesta.
    Muchas gracias.
    Por cierto, Vicente Aracil se sacó el título de Perito Mercantil estudiando por libre después de trabajar. Era muy inteligente y le gustaba decir de sus estudios que «no era el león tan fiero como lo pintaban». No tuvo tiempo de ejercer. Murió en el frente del Jarama con el grado de teniente, en febrero de 1937.

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