125 años, ni más ni menos, hace La Chusma de Petrer, un colectivo muy «petrerí» que ha sabido siempre ponerle la chispa y el humor a la Fiesta de Moros y Cristianos. En tan especial efeméride, el pasado sábado por la tarde, unas 70 personas se congregaron para celebrarla, partiendo en pasacalles desde la sede (en la calle cura Bartolomé Muñoz) hasta la ermita de San Bonifacio, donde tuvo lugar una misa. Tras ella, y enfundados en los gorros conmemorativos, un nuevo pasacalles guió la comitiva hasta la sede, donde se descubrió una placa en honor de esta decana tradición, para finalizar con un aperitivo que prolongó la velada hasta el anochecer.