Crevillente 0 – 2 Petrerense
Bueno, pues a cinco jornadas del final, y con esta nueva victoria, el sueño del ascenso sigue vivo para los hombres de Campello. Tenían que ganar y lo hicieron en la visita al campo del Crevillente, en un partido en el que ni siquiera un nefasto colegiado (que anuló al Petrerense dos goles legales) pudo inquietar a un equipo muy serio y que nunca dejó resquicio para la duda.
Y eso que el Crevillente empezó bien, con ganas, como casi todos los filiales, apretando los primeros quince minutos en el que consiguieron embotellar al Petrerense, aunque sin oportunidades de gol claras. A partir de este minuto, el conjunto rojiblanco se sacudió la presión y comenzó a tocar y a anular al Crevillente, y no tardó en comenzar a crear ocasiones de gol. La primera clara llegó en el minuto 25, con un gran pase que habilitó a Uri en un mano a mano que convirtió, pero que fue anulado por un supuesto fuera de juego que no vimos que existiera. Poco después, en el minuto 32, Marcos Alendaño se interna en el área y tras quebrar al portero la mete dentro, por lo menos un metro, antes de que un defensor llegue a la línea de gol y la despeje. Fue bastante claro y debió escocer bastante al equipo que el árbitro no diera gol, pero los jugadores apretaron los dientes, conscientes de que no podían desquiciarse con el árbitro, y siguieron a lo suyo. El premio llegó finalmente a tres del 45, cuando un gran jugada de Uri por la banda acabó en un centro raso que Marcos Alendaño, llegando de atrás, la emboca a las redes.
La segunda parte no tuvo el inicio explosivo del Crevillente, y el Petrerense siguió dominando la situación y creando jugadas de mérito. En el 65, una falta al borde del área la aprovechó Víctor Hugo para hacer un espectacular gol con un tiro que superó a la barrera antes de colarse en la escuadra con gran precisión. El 0-2 fue demoledor para el Crevillente, que vio como el Petrerense se dedicó a contemporizar y a dormir el partido sin recursos para impedírselo. La última emoción llegó en el tiempo añadido cuando el colegiado, quién si no, se inventó un penalti en un barullo en el área del Petrerense, pero ya se sabe que los penaltis que no son se fallan, y el Crevillente hizo buena la máxima mandando la pena máxima fuera.
Llamamiento a la afición
Tras este resultado y la derrota sorpresa del segundo clasificado, el Almoradí, el Petrerense sigue quinto, pero ya tan solo a dos puntos del puesto de ascenso. El equipo de Campello, por primera vez en la temporada, depende de sí mismo para lograrlo, y se clasificaría matemáticamente si gana los cinco partidos que restan.
El primero de ellos será ante el combativo equipo de Aspe, que apura sus últimas opciones por estar en la “pomada” de los de arriba, este sábado a las seis en el Barxell. Desde el club hacen un llamamiento a la afición para que les “apoyen en estos momentos decisivos. Para nosotros es muy importante sentir el calor del público y notar su fuerza y respaldo”, sentencia Campello.