Más de cien alumnos procedentes de distintos países del mundo están participando en los cursos del festival, ¿qué valoraciones te llegan de ellos? ¿Cómo viven esta gran fiesta de la guitarra? Nos consta además que hay mucha vida social fuera de las aulas.

Pues el otro día uno de los profesores que ha venido nuevo, Manuel Regidor, que por cierto va a hacer un concierto en la Tetería «Las mil y una noches» muy bonito,  le comentaba a una alumna que para él era el mejor festival de España a nivel internacional. Y es que lo que estamos viendo es eso, profesores y alumnos que consideran que este festival es el que más se vuelca con el instrumento, el que más actividades hace en torno a la guitarra. Córdoba y Petrer siempre han sido los festivales punteros de España, pero Córdoba también tiene una agenda muy abierta, es una capital grandísima, y no se trata de competir, todo lo contrario, nos coordinamos para no solaparnos. Lo importante es que el festival se mantenga con esta calidad y la prueba la tenemos en que han venido alumnos de 25 países distintos y de todas las provincias españolas. Si vienen de tan lejos con el gasto que supone, es que es un gran festival. Y por supuesto los alumnos viven muy intensamente estos días, duermen en los albergues que nos cede la Unión de Festejos y hacen vida en común: comen juntos, salen juntos por Petrer por bares como El Caché o El Corcó, donde se crea muy buen ambiente. Son una parte muy importante del festival, porque colaboran y le dan vida.

Este fin de semana Petrer fue foro de la guitarra con la celebración de las jornadas sobre el patrimonio cultural e identidad universal del instrumento, ¿cómo fue la experiencia?

Muy bien, sólo puedo decir una cosa negativa: que no hubo tanta asistencia de los jóvenes como esperábamos. Nosotros queríamos que viniesen todos, porque hay veces que los jóvenes-y no tan jóvenes- piensan que un instrumento es tocarlo y ya está. Y a un instrumento hay que conocerlo, hay que conocer la vida del compositor del que estás tocando sus obras, conocer en qué repercute socialmente la guitarra, los nuevos repertorios que se están haciendo en los países nórdicos, por ejemplo.Son temas en los que un guitarrista debería estar al día y esto en otros países, en otras culturas, sí que lo tienen muy asumido. A pesar de este aspecto, las jornadas han conseguido su objetivo al convertirse en foro de debate de la guitarra. La guitarra en sí en este país no está tan bien tratada como debería estar siendo un instrumento tan peculiar y particular y con el que todo el mundo nos identifica. Y la guitarra también ha proporcionado que la música española se potencie en todo el mundo, de hecho hay incluso obras pianísticas que se conocen por la guitarra, por las versiones, como el «Concierto de Aranjuez» o «Recuerdo de la Alhambra». También ha contribuido a que la música española salga adelante. Pero lo que estamos viendo es el problema que hay:  que la guitarra no está tan bien reconocida en general. Es tan popular que a veces la puedes olvidar un poco y estas jornadas iban en cierto sentido enfocadas a esta idea, que es un tema muy interesante. Por eso este año el festival ha sido más que nunca un homenaje a la guitarra con el tema de las exposiciones, las jornadas y también los conciertos…Se ha logrado hacer realmente un homenaje merecido al instrumento.

El pasado jueves se entregaron también los premios del Concurso José Tomás Villa de Petrer, ¿quiénes fueron los ganadores?

En la categoría juvenil los premios fueron compartidos: el tercer premio fue para Tuur Segers, de Bélgica, y Javier Verdugo, de Madrid; el segundo para Daniel Egielman, de Polonia, y  Flavio Nati, de Italia,  y el primer premio para Karmen Štendler, de Eslovenia, y David Antigüedad, de Salamanca. El premio a Joven Promesa fue para Gema Caro,de Almería, y se otorgó una mención especial a Sara María Guerrero por su trayectoria. En la categoría profesional, el ganador del tercer premio ha sido Jakob Bangso, de Polonia, el segundo premio ha sido compartido entre Omán Kaminsky, de México, y Giuseppe Zinchiri, de Italia, y el primer premio se quedó en manos de Thierry Begin-Lamontagne, de Canadá.

Que los premios sean compartidos en la categoría juvenil significa que hay muy buena cantera en el festival…

Sí, la verdad es que es así. Ha habido tanto nivel este año que el jurado se ha quedado maravillado. Muchos miembros comentaban la alta calidad de los participantes. Es verdad que en el festival tenemos una historia de ganadores de anteriores ediciones que ahora mismo son profesores en todas partes del mundo, concertistas internacionales que nos llevan en su curriculum y eso nos llena de satisfacción. Pero este año en concreto ha habido mucha más gente y un nivel fabuloso.  El concurso es ya todo un referente; que gente venga de Tailandia o Rusia a participar dice mucho.

Ya estaréis pensando en una nueva edición a pesar de que ésta todavía no ha terminado…

No pensando, es que está hecha al 90 % porque había una subvención del Ministerio y hemos tenido que prepararla además durante el festival. Me puse a buscar aniversarios de todo, eventos importantes…Falta que la aprueben. Sí que puedo decir que va a haber un plato muy fuerte, que es el estreno de una obra que van a componer dedicada a Petrer. Es un concierto para guitarra y orquesta nuevo, de Simone Iannarelli , que es un guitarrista italiano muy premiado, catedrático en la Universidad de Colima (México), y me llamó diciendo que quería dedicarnos una obra. Así que Petrer, además de pasodoble, va a tener un concierto sinfónico a partir del próximo año.

En tu opinión, como experto en el tema, y ya para finalizar esta conversación, ¿cuál es el estado de salud actual de la guitarra?

Yo creo que muy bueno, tiene un estado de salud fantástico.  Hay mucha afición, todo el mundo ama la guitarra, ¿quién no tiene una guitarra en su casa? Lo que que hace falta es cuidarlo aquí, en España. Por ejemplo, se merece tener un museo, que no lo tiene, un museo de la guitarra española porque es aquí donde está toda la generación de grandes luthier que han hecho evolucionar el instrumento. Se merece tener estudios academizados sobre el estudio del instrumento, de los mismos luthier. Hoy en día en España la luthería es una industria muy importante porque se venden muchas guitarras de aquí. Una guitarra hecha en España tiene mucho reclamo. Entonces, la guitarra en sí genera y tiene una gran afición, a grandes músicos, una industria y muchas actividades en torno a ella, por lo que goza de buena salud. Pero esto es como si una persona es un genio en cualquier campo pero nadie lo reconoce. Por lo que la salud la tienen mal los que deberían apoyarla y no lo hacen.