Lo gloriós és fer-li la festa a Sant Bonifaci!

En Reus nació la poetisa Emilia Sempere y Gómez (1849-1920), que en 1857 se trasladó con sus padres a Petrer. La inspiración de Emilia era intuitiva, de una espontaneidad y sencillez clarísima en sus delicadas estrofas. Sus versos están estimulados en la naturaleza y por las gentes coti­dianas del pueblo. A San Bonifacio le dedicó un improvisado y extenso romance fechado el doce de mayo de 1920, ensalzando su figura celestial. Describe la fiesta de moros y cristianos de su niñez: «unos visten de romanos, otros a usanza morisca». La Unión de Festejos se hizo eco de este interesante romance publicándolo en la revista que edita anualmente (1987).

La anterior efigie busto fue a parar a manos de la fami­lia del tío Palomo, en calidad de copropietarios, pero con el tiempo fue deteriorándose, ya que estaba en un cuarto que no reunía condiciones. De la barba le engancharon un cresol que servía para iluminar la habitación durante el trabajo artesano de zapatero, favoreciendo que el perfil de madera se ahumase. En cierta ocasión, estaban rema­chando chinchetas y en uno de los martillazos se resbaló el mango, y el martillo fue directo a uno de los ojos del santo, hundiéndolo. La inesperada visita de un anticuario valenciano, con el propósito de comprarlo, y el hecho de que corrían tiempos de escasez y hambruna, hizo que se lo vendieran por la cantidad de cincuenta duros.

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Los datos que incorporamos seguida­mente están recogidos del programa de fiestas de la Virgen del Remedio de 1930, para conmemorar el III Cen­tenario de la excelsa patrona. Lo curioso de los actos organiza­dos es que están redactados con conocimiento o como si se hubieran realizado en otra efemérides. En los episodios a realizar figuran:

Lunes 6- A las 4 de la tarde, reunido el Ejér­cito Moro en el lugar denominado La Foia y el Cristiano en su Castillo situado en La Caler, será requerido éste para que entre­gue la llave de la Villa al Ejército Moro quien al negárselo concentrarán sus ejércitos con un grandioso desfile, que finalizará en la Calle Nueva. Enterado el ejército moro del propósito del ejército cristiano de bajar la Imagen de San Bonifacio Mártir, dará principio un reñidísimo combate que finalizará con la victoria del cristiano.

Martes 7- A las 5,30 de la tarde, reunidas las comparsas previo desfile en la Casa del Ayunta­miento desde donde acompañarán a las Autorida­des e invitados a la Solemne Procesión… dando guardia de honor a la Virgen del Remedio las comparsas de Moros y Cristianos…

Miércoles 8 – A las 4 de la tarde, reunidas las comparsas en la Plaça de la Constitución se pro­cederá a la Subida de la Imagen de San Bonifacio Mártir a su Santuario en medio de un reñidísimo combate por los ejércitos moros y cristianos…

Al estallar la contienda civil las imágenes de las ermi­tas del Santísimo Cristo y la de San Bonifacio fueron pro­fanadas y destruidas, echándolas a las canteras el veinticuatro de julio de 1936. La Unión de Labradores y Festejos se ubicaba en la plaça de Dalt, en la primera planta del Café del Terrós. Una de sus dependencias era la oficina o secretaría, que estaba presidida por un gran cuadro de San Bonifacio, obra de un pintor de Orihuela cuya técnica era óleo sobre tela. Los festeros, preocupados de que la pintura pudiera correr la misma suerte que la talla, la ocultaron en un sótano debajo de un leñero, desapareciendo el cuadro después de la guerra.

Para dar vida a un nuevo San Bonifacio, se encargó su creación al reconocido escultor villenense Antonio Navarro Santafé, en su estudio de Madrid. Como modelo sirvió una vieja fotografía de la anterior efigie. En 1940, a consecuencia de no estar terminada, se bendijo una pequeña figu­ra que vino en el tren correo el diez de mayo. El día doce de mayo de 1940, en el zaguán de la fabrica Calzados Luvi, se bendijo por el presbítero Don Conrado Poveda Maestre, trasladándose procesionalmente desde dicho lugar a su ermita precedida por las comparsas de Estudiantes, Tercio de Flandes y Moros (Viejos), con sus respectivas músicas, procedentes de Sax, Petrer y Aspe. En la actualidad la talla boceto de San Bonifacio preside el salón de actos de la Unión de Festejos. Es de escayola y sobre ella se labró a mayor escala la original, reproducida en el taller de escul­tura religiosa de Juan García Talens. En el Libro de Plenos del Ayuntamiento de Petrer, de fecha diecisiete de junio de 1940, en la pagina 31, se acuerda instaurar oficialmente las fiestas de mayo y de octubre.

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Terminada la nueva imagen, vino por mediación de la agencia de transportes La Eldense, procedente de Madrid, el ocho de mayo de 1941. Es de características parecidas y tamaño ligeramente mayor que el original anterior, supri­miéndose del pecho el bisel donde se guardaba la reliquia. El doce de mayo fue bendecida por el vicario Don Jesús Zara­goza Giner trasladándose desde Calzados Luvi hasta su ermita en procesión. Las fiestas de este año resultaron bri­llantísimas, con la participación de las comparsas de Moros (Viejos), Caballeros de Flandes, Estudiantes y Marinos.

La Junta Central de comparsas concierta a partir de 1948 celebrar un novenario y una misa cada domingo en la ermita de nuestro patrono con la intención de fomentar su devoción. Al siguiente año, el sacerdote Don Jesús Zaragoza encargó al director de la Unión Musical de Petrer, Manuel Alemany Sevilla –Maleno-, la parte musical de los Gozos a San Bonifacio, basado sobre un texto antiguo, estrenándose en 1950.

En la acta nº 5 de la Junta Central de comparsas, cele­brada el diecisiete de marzo de 1959, acordaron crear la Medalla de Oro de San Bonifacio como distinción de esta junta a las personas que por sus elevados méritos en bene­ficio de la fiesta pudieran ser merecedores de ella. La pri­mera medalla de oro se otorgó el catorce de mayo de 1959 al obispo de Orihuela, Pablo Barrachina Esteban, por su generosa donación de una reliquia del santo. José Navarro Román –Pepe Caixa– y familia obsequiaron un ostensorio de plata sobredorada y con piedras preciosas para res­guardar la reliquia del insigne patrono. El relicario de orfe­brería valenciana fue realizado por Manuel Orrico Vidal, la misma casa de artesanos que realizaron la corona de la Virgen del Remedio, con joyas que aportaron muchas familias petrerenses, siendo coronada por Don Pablo Barrachina el seis de octubre de 1960.

En la Junta Central directiva de la Unión de Festejos celebrada el catorce de abril de 1964, en la acta nº 40, se  acordó conceder por unanimidad la medalla de oro de San Bonifacio al alcalde de Petrer, Don Nicolás Andréu Maestre, como homenaje popular por su ferviente y entusiasmado apoyo a la fiesta. En la acta nº 41, de fecha diez de junio de 1964, ratificaron, para las fiestas del siguiente año, construir una carroza para enaltecer a San Bonifacio en la procesión.

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El acta del III Centenario del Santísimo Cristo celebra­do en 1974, se reseña que en la tarde del día seis de julio una representación de las nueve comparsas existentes entonces, con sus capitanes, iniciaron el alardo desde la plaza del Ayuntamiento hasta la ermita de San Bonifacio. Las abanderadas y rodelas, precedidas por la Unión Musical de Petrer, también participaron. A continuación se procedió en procesión a bajar al santo. El domingo, día siete, se inició la Entrada, con la participación de dos filaes por comparsa con sus respectivas capitanías. Esa misma tarde, también estuvieron presentes en la procesión, y, una vez lle­gada la comitiva a la ermita, los festeros formaron fila a ambos lados y dejaron paso a San Bonifacio, que a los acordes de la Marcha Real fue introducido en su santuario. La manifestación religiosa siguió con las imágenes de la Vir­gen del Remedio y la del Cristo.

Durante los años 1970, y esto es algo poco conocido, existió la intención de identificar con el nombre del santo un sector de la población en proceso de expansión, ubica­do en los aledaños de la ermita donde se le venera, como es la avenida de Salinetas. Para ello, se colocó en la facha­da del edificio nº 5 (enfrente del parque 9 d’Octubre), un retablo cerámico rectangular de dimensiones de 40×60 cm., compuesto por azulejos de 20 por 20 cm., que dibu­jan la figura de nuestro patrón y en la parte inferior dispo­ne del siguiente lema: Barrio San Bonifacio.

Durante los días 6 al 22 de octubre de 1978, en la segunda planta de la Unión de Festejos, tuvo lugar una exposición de 25 trajes de abanderadas del Tercio de Flandes, motivado por celebrar la comparsa su primer cente­nario. Además presidiendo el certamen, se expuso la talla policromada de San Bonifacio del siglo XVII.

De la revista Festa 1981 entresacamos una parte de los actos celebrados el año anterior: «La Unión de Festejos San Bonifacio Mártir, siguiendo su tradición estuvo pre­sente en esta celebración histórica del VII Cincuentenario de la Virgen del Remedio y con sus comparsas, el día 6 de octubre celebró una magnifica entrada de Moros y Cristia­nos en la que participaron dos filás por comparsa y la Aban­derada, Capitán y Rodela de cada comparsa, por la tarde se desarrolló un pasacalle general de comparsas que desembocó en la Plaça de Baix, donde con la Virgen del Remedio a la puerta de la iglesia se le ofreció una magní­fica ofrenda de flores por los testeros y público en general».

El veinticuatro de abril de 1982, el Ayuntamiento de Villena concedió el título de Hijo Predilecto de la ciudad, a Don Antonio Navarro Santafé, por su dilatada labor artísti­ca. Entre las palabras de agradecimiento por parte del ilus­tre escultor, y contestándole al alcalde de Villena, por sus obras preferidas, comentó: «Aquellas no muy lejos de aquí… como el San Bonifacio de Petrel».

Entre los años 1987 y 1988 se remodeló el interior de la ermita y se restauró la techumbre por los daños causa­do por el pedrisco, que años antes perjudicó su estructu­ra. Para hacer frente a los gastos no previstos en la subvención de la Diputación Provincial de Alicante, se puso a la venta una insignia chapada en oro de San Bonifacio, al precio de 1.000 ptas. En 1990, la Unión de Festejos adqui­rió una pintura al óleo de San Bonifacio del pintor Gabriel Poveda Rico.

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