Reclamaban 50.000 firmas para poner su proyecto en marcha y en menos de 48 horas las sobrepasaron. «Podemos» ha nacido con fuerza pero también con ambiciosas pretensiones. La principal, servir de herramienta para el tan reclamado cambio en las instituciones públicas y en el funcionamiento de una democracia en la que muchos han perdido la confianza. El movimiento, cocido a partir del manifiesto Mover ficha: convertir la indignación en cambio político, y encabezado por el mediático politólogo Pablo Iglesias,ha fijado su primer objetivo en el lanzamiento de una candidatura «popular y abierta a la ciudadanía» para las elecciones europeas. Aunque «Podemos», insisten, no es una nueva marca política: «va mucho más allá. Es un espacio de confluencia de distintos colectivos sociales y políticos en busca del empoderamiento ciudadano».
Para hacer realidad la iniciativa, se están creando grupos territoriales-los denominados «círculos»- a lo largo de todo el panorama nacional. Un buen ejemplo lo encontramos en nuestro valle, donde se está constituyendo «Podem Vinalopó Mitja». David González y Víctor Alarcón , miembros de este círculo, destacan la importancia y el poder que pueden llegar a tener estos grupos: «La democracia tiene que empezar desde abajo, la gente tiene que organizarse y es a partir del ámbito local donde se comienzan a acumular fuerzas. Aunque la primera propuesta de ‘Podemos’ sea la de lanzar una candidatura para el Parlamento europeo, nuestro proyecto no se va a quedar ahí. La idea es que en cada municipio vayan apareciendo nuevos círculos que se reúnan periódicamente y que cada pueblo pueda gestionar su política e intervenir en ella».
Explican que el movimiento busca con urgencia un cambio en la pasiva relación entre el ciudadano de a pie y la política: «La política tiene que salir de los despachos. Nos gobierna una minoría que hace políticas contra una mayoría. Pero debe ser un asunto de todos, no de señores con corbata a los que se les vota cada cuatro años y se les da carta blanca para hacer lo que quieran. Ya hemos comprobado que dejarla en sus manos tiene consecuencias nefastas. Por eso, ahora hay que aprovechar que hay mucha indignación en las calles para trabajar juntos y devolver el poder a los de abajo».
Movimiento abierto y democrático
A pesar de su juventud, no es ésta la primera experiencia político-social de David y Víctor. Llevan tiempo participando en otros movimientos, como la PAH, el movimiento estudiantil o el 15M, como muchos de los otros miembros que empiezan ya a unir a «Podemos Vinalopó Mitjá». Aunque, como admiten, la responsabilidad en esta nueva aventura es mayor: «Es el paso más arriesgado que hemos tomado en nuestra vida política porque esto requiere mucha más implicación que lo que hacíamos antes, que podía ser ir a manifestarnos o pegar carteles. Ahora vamos a asumir más tareas, contactar con mucha gente, lo que supone tener abierto el teléfono las 24 horas del día para atender a cualquier interesado. Pero estamos ilusionados, es un momento único y se están dando las condiciones propicias para ello».
Y es que, ambos admiten que estaban a la espera de la explosión de una plataforma de estas características, que llega con una estructura distinta al de los partidos convencionales: «No vamos a funcionar como las marcas políticas, con lógicas internas muy marcadas que al final las acaban enquistando. Aquí la idea es que la gente que quiera participar lo haga, dando un papel más activo al ciudadanos para que realmente empiecen a cambiar las cosas. La responsabilidad debe estar más repartida, evitando que recaiga en pocas personas, que al fin y al cabo es el problema del actual sistema político».
También se han puesto ya ha trabajar en revertir algunos «vicios» del 15M para evitar caer de nuevo en un movimiento idealista : «La principal diferencia de ‘Podemos’ con el 15M es que sí hay objetivos concretos. Por ejemplo, queremos lanzar la candidatura al Parlamento Europeo para frenar las políticas de austeridad, los recortes, todos los abusos sociales que se están dando hoy en día. Con el 15M la gente se congregaba masivamente reclamando un cambio, pero no sabían exactamente hacia donde iban. Ahora la situación está más madura, porque conocemos al enemigo, sabemos quienes están empeorando nuestra calidad de vida y hay por tanto un sentimiento mayoritario de que si nos unimos y trabajamos juntos, podemos cambiar. Y esta es la clave del éxito que está teniendo ‘Podemos’; la gente, sobre todo los ciudadanos desencantados, ha interiorizado muy rápido el mensaje».
De hecho, las primeras apariciones del movimiento están siendo muy exitosas. David y Víctor nos cuentan su experiencia en Valencia: «Desde ‘Podemos Vinalopó Mitjá’ nos desplazamos hasta la charla que se celebró la semana pasada en Valencia. La gente no cabía en el salón de actos y se tuvo que habilitar otra sala. En la organización participamos todos y allí había gente de todo tipo, de distintas generaciones que representaban las luchas y movimientos que se han dado en el País Valencià en los últimos años. Y Pablo explicó que este proyecto no es algo suyo, es de todos los que queremos cambiar las cosas».
La organización, «horizontal y democrática», se financiará exclusivamente con las aportaciones de la gente. «Podemos no va a aceptar nunca un crédito de una entidad financiera a la que queremos expropiar, cosa que la mayoría de organizaciones hace y no tiene mucha coherencia con sus programas. Tampoco aceptaremos subvenciones de instituciones que queremos cambiar», explican estos jóvenes.
Defensa de los derechos humanos
El programa de «Podemos» «es una reclamación de la carta de los derechos humanos», nos dicen estos dos miembros del colectivo:»Esta carta es de obligado cumplimiento y hoy en día parece que sea casi revolucionario. Vamos a luchar porque se garantice el derecho a la vivienda, a la autodeterminación o a la información libre, entre otros asuntos, como también la Sanidad o Educación o el derecho al aborto. Primero tenemos que recuperar lo que ya teníamos y defender lo que peligra y seguir construyendo según las necesidades del pueblo. Necesitamos una nueva Constitución que salga de todos, no como la del 78, que se decidió en los despachos y que fue una trampa ya que era o escoger eso o volver a una dictadura».
Estos son los diez puntos que llevaría el movimiento en su candidatura al Parlamento Europeo. Una candidatura, dicen, «que suponga una amenaza real para el régimen bipartidista del PP y del PSOE y para quienes han secuestrado nuestra democracia»:
1. Derogación artículo 135 de la constitución, auditoría ciudadana de la deuda, impuesto sobrelas transacciones financieras, nacionalización de la banca privada.
2. Derecho de los pueblos a decidir su futuro libremente.
3. Fiscalidad progresiva, persecución del fraude fiscal, prohibición despidos en empresas conbeneficios, reparto de todos los trabajos incluido el doméstico y de cuidados no remunerados.
4. Vivienda digna, parque de vivienda pública, alquiler social, paralización de todos losdesahucios, dación en pago retroactiva.
5. Rechazo a todas las privatizaciones de los servicios públicos. Referéndums vinculantes e ILP,proceso constituyente.
6. Combate a la violencia machista, derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, libertad de orientación e identidad sexual contra toda forma de discriminación y homofobia.
7. Cambio de modelos productivo, reconversión ecológica de la economía, nacionalización ysocialización de las empresas energéticas y soberanía alimentaria.
8. Derogación leyes de extranjería.
9. Rechazo de intervenciones militares, salida de la OTAN.
10. Candidatura con proceso abierto y participativo en la elaboración de su programa,rotatividad de los cargos e ingresos equivalentes al salario medio. Transparencia y rendimiento de cuentas, recursos financieros independientes de la banca privada.