Joaquín Reyes: «llevo 5 años sin escribir una nueva línea»

Joaquín Reyes durante la entrevista
Joaquín Reyes durante la entrevista

Es el cómico de moda en España: su camaleónico rostro ya no le resulta desconocido a nadie y por todo el país resuenan las palabras manchegas que su humor ha popularizado. Una sólida década en el show bussiness, donde ha hecho de todo (y de todos), le avalan, y no hace falta más que poner su nombre en los teatros para verlos llenos. La última localidad que ha quedado seducida por las historias de este treinteañero ha sido Petrer, donde actuó el pasado sábado en el Teatro Cervantes con el aforo completo, presentando su espectáculo “Soy especial”, que recoge lo mejor de su etapa como monologuista, el género que le hizo popular en sus inicios.

Joaquín Reyes, quién si no, nos concedió una entrevista antes de saltar al escenario, que la encontrarán en vídeo y transcrita, y para los fans también hemos un montaje extra ad hoc que podría ser su mismo “Celebrities”, ¡no se lo pierdan!

-Tus monólogos te hicieron popular en tus inicios y es algo que nunca has abandonado, ¿qué los hace tan especiales para ti?

Hacer monólogos siempre tiene esto de notar el calor del público, la cercanía de las actuaciones en directo… Especiales no son, porque los temas que trato los trata todo el mundo: no hay originalidad en eso amigos. Pero, y especialmente en el Levante, la gente acoge con gran entusiamo nuestras propuestas humorísticas. Conectamos muy bien, y en eso estamos.

-De “Soy especial” dicen crítica y fans que es un espectáculo redondo, brillante, sin bajones. ¿Es tu ‘Ciudadano Kane’ o crees que te veremos volar más alto?

¿Eso es lo que dice la crítica, no? No sabía que se había pronunciado al respecto (risas). En realidad,“Soy especial” tiene un poco de todo los monólogos que he hecho, y claro, bien podía coger las bromas regulares, las malas o las buenas. Y yo he cogido las buenas y las he puesto una detrás de otra durante hora y media, y la gente dice: “esto es el despiporre, no podemos más”. Desde luego, son bromas bien testeadas. Ahora, también te digo que llevo cinco años sin escribir una línea nueva, eso también es verdad.

-¿Qué tal la experiencia de Museo Coconut? Ya habéis firmado una segunda temporada,y parece que el show va ganando enteros en cada nuevo capítulo.

Es nuestra propuesta de sitcom, de ficción, y estamos encantados. Después de tantos años haciendo sketches nos apetecía hacer algo distinto, y lo cierto es que estamos muy contentos y en la cadena también. Estamos orgullosos de Museo Coconut.

-En las anteriores producciones de la muchachada tú hacías la mayoría de las cosas, el público te percibía como el cabecilla, pero en esta la responsabilidad parece estar más diluida entre todos.

Soy tan generoso que he dejado que mis compañeros tengan cada vez más protagonismo, a riesgo de que me eclipsen. Pero bueno, yo soy así, una persona muy bondadosa (risas).

Yo creo que la gente tiene que crecer y está bien que esto suceda así. Después, efectivamente, se ha visto que son incluso más graciosos que yo, y ahora la gente dice “ah, pues tampoco era para tanto”, entonces a lo mejor debemos volver otra vez a la fórmula anterior (risas). Son muy cabrones también, mis compañeros, ¿eh? Eso es así, la gente lo nota.

-De no ser manchego y ser andaluz o vasco, ¿habríamos visto a tus personajes con el acento y las palabras del lugar? ¿Se te da bien imitar otros acentos?

Pues no se me da mal imitar acentos. De hecho, cuando me iba a los campamentos de crío se me pegaban los acentos de la gente de otros lados, un poco como Aznar cuando se fue al rancho, que se le pegaba el acento al bonico.

-Tu currículum es un no parar, ¿a ti la inspiración siempre te coge trabajando, no?

Tampoco hago tantas cosas, lo que pasa es que son resultonas, y entonces parezco así como “un hombre del Renacimiento”. En realidad, somos como los hombres pomada, que nos aplicamos a todo pero no servimos para nada. Yo empecé ilustrando y por ejemplo es una faceta que nunca he dejado, el dibujo, y como eso otras cosas. Al final, hemos tenido suerte porque nos han dejado hacer todo lo que hemos querido y entonces hemos podido hacer muchas chorradas y después ves seguido todo lo que has hecho y dices: “¡Dios mío, cuánto, cuánta obra…!”, y en realidad son chorradas sin ningún fondo.

-Siempre has dicho que la clave es hacer lo que a uno le gusta, lo que te gustaría ver como público.

Sí, y la trabajar en canales pequeños como Paramount Comedy, la 2 o Neox, eso te permite tener una libertad que no puedes tener en otro sitio, donde la responsabilidad y las expectativas son mayores. La gente que nos ha contratado nos ha contratado para hacer lo que hacemos, con todo lo que eso conlleva, nunca hemos engañado a nadie. No hacemos propuesta que le gusta a un número determinado de gente pero que no son mayoritarias, y esa ha sido nuestra apuesta personal también. Y estamos muy contentos de haber tomado esa decisión y de ser un programa pequeño pero donde efectivamente se ve la personalidad de la gente que lo hace.

-En ‘Spanish movie’, tu primera película, coincidiste con gran parte del mainstream humorístico y actoral del país. Para un tipo tan cinéfilo como tú, ¿te gustaría participar y conocer el mundo hollywoodiense? Lo digo porque vuestra fama ya supera las fronteras…

¿Me ves en Hollywood, ésa es la pregunta? (risas). A ver, en Spanish movie, que era una película parodia, yo salía aproximadamente ocho minutos maquillado de fauno. Después, participé en otra producción, “Tensión sensual no resuelta”, donde aproximadamente salía cinco minutos. Si sigo así, en la próxima película creo que voy a salir en los extras. O sea, mi carrera en el séptimo arte es…¡pírrica!

Sé cuáles son mis limitaciones, yo no soy un actor ni tengo recursos para cualquier tipo de papel. Entonces he participado en estas películas que para mí han sido como regalos. Si me siguen llamando para comedias y yo creo que puedo hacer el papel lo haré, pero no es algo así para mí como “mi carrera en el cine”. No pienso en eso, ni en mi carrera en general. Se resume a las experiencias que te he contado y lo que venga pues adelante.

A mí me gustaría hacer un papel dramático con Iñárritu, por ejemplo de hombre de éxito con problemas –problemones-; o una película con Jaime Rosales, haciendo de ama de casa inmigrante, o una con Julio Medem en que me quedó encerrado en el ascensor con Elena Anaya y nos desnudamos… Pero vamos, hasta que llegue ese momento seguiré haciendo chorradas con mis amigos.

-A pesar de ello, has pasado de un cómico que parodiaba a la gente que admiraba y ahora en muchos aspectos estás a su mismo nivel

Cuando empezamos con la “Hora Chanante” las posibilidades de conocer a la gente que parodiabas eran mínimas, pero una vez que entra Youtube en nuestras vidas no era ya tan difícil que los parodiados vieran sus piezas y que pudiéramos luego coincidir. Porque claro, ahora mi vida social es similar a la de Paris Hilton, y efectivamente hemos coincidido y por ahora las reacciones han sido buenas. La única persona que sé que no le ha gustado ha sido Sánchez Dragó, que en un programa de radio dijo que era lo peor que había visto en su vida. Y claro, tiene razón este escritor septuagenario, porque hombre, no se puede comparar con irse con dos japonesas de 13 años, es definitivamente peor.

-Siempre positivo, y con un historial plagado de éxitos, también has sabido convivir con otras iniciativas que acabaron en fracaso. Cuéntanos una bonita historia sobre el fracaso, cómo se digiere, cómo sigue uno hacia delante.

Lo relativizas todo, también las que te salen mal. Porque es como hablar de éxito… Éxito es Alejandro Sanz, que tiene una casa en Miami con un con un embarcadero: lo nuestro es un éxito manchego, más pequeño. De igual forma, hay cosas que nos han salido regular, pero cuando eres realista con lo que haces y tienes las expectativas adecuadas, no te tomas mal las cosas. Siempre hemos intentado que la gente que nos contrataba supiera a quien contrataba, y en este escenario razonable tampoco se puede hablar de grandes batacazos.

-Más que una legión de fans, que también, habéis conseguido una legión de imitadores, que repite vuestras gracias y las hace suyas, ¿es esa la máxima expresión de reconocimiento artístico?

Pues sí, cuando la gente repite tus bromas y las han incorporado a su vida corriente, eso es algo que da mucho gusto, la verdad. En el fondo la gente te ve como si fueras un colega, y eso está bien.

-¿Molesta que confundan persona y personaje?

Cuando eres cómico existe el tópico de que siempre estás de buen humor, pero es que en nuestro caso es generalmente es así. Somos gente chisposa y además nuestros fans suelen ser “bonicos” y educados, no están muy ebrios y no son muy cansinos. No tenemos como ese lado como más “coñazo” de la popularidad, no es que no podamos salir a la calle.

-¿Entonces no has pagado algo valioso en el paso del anonimato a la fama?

Pues no, la verdad, yo soy igual. Me gustaría decir que no puedo coger el metro, que la gente se me tira, pero no es verdad.

-Superhéroes, cómics, videojuegos y tontunas como la Esteban por todas partes, ¿vivimos los frikis una época dorada? ¿Estamos tomando el poder?

Has mezclado cosas así muy variopintas, pero te lo acepto por la amplitud que puede tener el friki. Pues mira, hay gente que se casa, se hace mayor, y hacen tabla rasa con las cosas que le gustaban, de repente dicen: “adiós, ya no tengo tiempo”. Pero en mi caso me siguen gustando las mismas cosas que cuando era adolescente, los cómics y la música, y sigo teniendo tiempo para mis aficiones, así que sigo siendo una persona inquieta en ese aspecto en una nueva realidad donde todo está al alcance de la mano y todo es mucho más accesible.

-Cuando se acercaron a Petrer Raúl y Julián con su espectáculo también estuvimos con ellos, y es una de nuestras entrevistas más vistas en la red, coincidiendo con las primeras informaciones sobre Museo Coconut… No sé que clase de revelación podrías hacernos para conseguir el mismo impacto… ¿Qué se te ocurre?

¿Os enseñó la chorra? Pero vosotros sacáis también vuestras pitas, ¿eh? (risas). Pues hombre, te puedo adelantar que en la segunda temporada de Museo Coconut entrarán muchos personajes nuevos, y quizá nos desdoblemos…¡Qué novedad, eh! Y bueno, lo de la chorra era broma, porque como soy tan blanco y ahí nunca, nunca me ha dado el sol, si la sacara aparecería un destello en la cámara (nota: la entrevista estaba siendo grabada en vídeo), y no sería bueno para la óptica.

5 thoughts on “Joaquín Reyes: «llevo 5 años sin escribir una nueva línea»”

  1. Que bueno, fui a ver el espectáculo «Soy especial» buenísimo, lo que me pude reír,en la entrevista sale un poco más soso, me parece a mi.

  2. En el primer vídeo, por el montaje, parece que esté de coña de bajón, de hecho yo me reí bastante viéndolo. Pero en el segundo, la entrevista entera ya se ve que realmente estaba jodido, o cansado,o vete tu a saber.
    El espectáculo soy especial que yo vi en elche pues está muy bien pero es cierto que son todo refritos anteriores y que hace mucho que no se pone con algo nuevo. Es una lástima porque para mí es donde más brilla y donde es mejor. En Museo Coconut está desaprovechado total a mi parecer.

  3. He venido desde un artículo de 2011 y me ha gustado ver a este tío otra vez con sus tonterías más en la línea chanante que en coconut. ¿No os parece? Para mí uno de los pinchazos del año.
    También me gustaría decir al administrador o a quien lea esto que se podría hacer una recopilación de las cosas buenas más allá d ela actualidad y tenerlas disponibles para los que entramos de vez en cuando.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *