En todo este proceso que vive la radio local, que corre paralelo a los profundos reajustes que va experimentando la radio, tanto pública como la privada, en todo el país, es el momento de situar el nacimiento de Radio Vivir, la tercera emisora con que cuenta Elda actualmente. Estamos en 1987, el fenómeno de las radios municipales ya se ha asentado en Cataluña, desde donde va extendiéndose a todo el estado. El Ayuntamiento de Elda crea la empresa municipal EMIDESA, con sede en uno de los chalés del Jardín de la Música, en cuyo sótano se instalan los estudios. Es al principio una radio amateur y muy participativa, hecha por jóvenes profesionales y no condicionada aún por el mercado publicitario. La propia inexperiencia y los inconvenientes técnicos y administrativos (en ese momento y durante unos años debe moverse en una situación de alegalidad, ya que todavía no existe la figura jurídica correspondiente para este tipo de emisoras) con los que tiene que convivir, son al mismo tiempo un acicate para ofertar una programación alternativa, también más minoritaria, a las radios convencionales. Aún no se había instalado la rutina de la fórmula y, sin dejar de prestar atención informativa a todo cuanto sucedía en la población, especialmente en la órbita municipal, se volcaban muchos esfuerzos en buscar nuevas maneras de entender la radio. Al no tener que enfrentarse a la cruda realidad de la cuenta de resultados, podía arriesgarse más a desarrollar otros conceptos radiofónicos. La legalización de las emisoras municipales, a mediados de los noventa, con la consiguiente concesión de frecuencias definitivas por la Generalitat Valenciana produjo cambios significativos en Radio Vivir, orientándose desde entonces hacia una fórmula intermedia entre la radio privada, que supedita sus contenidos a las exigencias del mercado publicitario y a los índices de audiencia, y la radio como servicio público. Poco a poco, Radio Vivir ha ido consiguiendo el aprecio de un segmento fiel de la audiencia que prefiere la radio local a la de las grandes cadenas. Un terreno que ha ido ganando en dura competencia con Radio Elda, cuyos responsables no vieron nunca con muy buenos ojos el que una radio financiada con dinero público viniera a comerse una porción del pastel publicitario. Para ello, Radio Vivir ha tenido que renunciar a la forma de entender la radio que marcó los primeros años, volcándose más en otros aspectos como el la potenciación de las retransmisiones deportivas, la informatización de las emisiones o la estabilización y mejora de las condiciones técnicas de recepción de la señal, intentando compaginar su dependencia institucional -y por tanto política- con fórmulas radiofónicas al uso. Hoy, el funcionamiento de Radio Vivir está supeditado en gran medida a la mayor dedicación de recursos que reclama Vivir TV, aunque su estudio central ya ha abandonado el sótano v ha conseguido situarse al nivel de la calle.
En resumen, Elda cuenta hoy con dos emisoras locales de radio -no se puede decir lo mismo de Radio Valle, a la que no le queda nada de su personalidad original- que compiten ya de una manera abierta y civilizada por el favor de la audiencia, aunque tampoco podemos olvidar que tanto Petrer como Monóvar y otras poblaciones cercanas cuentan con emisoras municipales o locales que también tienen una cierta penetración aquí, al igual que las emisoras eldenses han buscado siempre también introducirse en las poblaciones vecinas. Estamos hablando de un fenómeno, el de la propagación de las ondas por el aire, en el que manda la libertad del oyente que sólo tiene que darle una vuelta al dial para satisfacer sus preferencias. Y las ofertas del dial hoy son muchas.
En este sentido, hay que citar, para concluir, la reciente incorporación de la cadena Punto Radio al dial de la comarca, instalación que ha venido precedida por una visible campaña publicitaria concentrada en la imagen de su impulsor, el incombustible Luis del Olmo, que ha encontrado apoyo económico en el grupo Vocento para desarrollar su nuevo proyecto empresarial. Punto Radio Elda en el 106.9, además de repercutir la programación general de la cadena, cuenta con dos horas de programación realizada expresamente para Elda, de 12 a 2 del mediodía, franja horaria ocupada por un variado magazine similar en planteamientos a los que proponen las emisoras estrictamente locales.