Denia 15 – Bm. Petrer 28.

Era un partido para disfrutar, ante uno  de los rivales más flojos de la categoría, pero en los primeros minutos el equipo anduvo perdido, acusando la falta de ritmo (había descansado la semana pasada) y la desquiciante actuación arbitral, que pitó cosas rarísimas y amenazaba con descentrar al más templado. Todo ello, más la salida en tromba del rival costero, pusieron un inaudito 5-6 en el marcador al cuarto de hora. Decimos inaudito porque realmente existe una gran diferencia de nivel entre ambos conjuntos, un abismal salto de calidad que en un deporte como el balonmano no suele tardar mucho en mostrarse.

La patente diferencia llegó tras un tiempo muerto en el ecuador de la primera parte, donde el Bm. Petrer se serenó y comenzó a jugar fácil, incrementando rápidamente la diferencia, cerrando el primer acto con una diferencia de +6 (7-13). En la segunda parte, y ya sin armas para sorprender a los muchachos de Pellín, la diferencia fue ampliándose, mientras el equipo rotaba y todos los jugadores cogían minutos y experiencia para afrontar con más garantías próximos duelos, a buen seguro más exigentes que este trámite.

Pellín, no obstante, “está muy contento, pues todos los partidos hay que saber jugarlos y ganarlos”, y lo ve “cada vez más conjuntado y con una defensa de garantías”. Esta semana juegan contra Elche Carrús, un rival de más entidad, “pero al que también debemos ganar si seguimos en esta línea”. Será este sábado a las seis y media en el pabellón del polideportivo municipal.