Agustinos de Alicante 22 – 23 Hispanitas Balonmano Petrer
«Donde la ilusión nos lleve. Hispanitas, ¡un sueño, una misión!» abre la crónica del club en las redes sociales. No es para menos, los petrerís acababan de hacer saltar la banca, al imponerse al Agustinos de Alicantes con un final de infarto. Es el primer equipo que ha hecho hincar la rodilla en La Catedral a los alicantinos, que tienen, sobre el papel, la mejor plantilla de la competición.
«Ha costado esfuerzo, solidaridad, valentía y valor, mucho valor», detalla la crónica del club. El equipo saltó muy bien a pista y se llevó la primera sangre (0-2), pero la reacción local fue todavía mejor (7-3) y los petrerenses tuvieron que echar mano de su entrega y de un inspirado Vicente Poveda para volver a campear en el marcador, justo al descanso (13-14).
El equipo se mantuvo en un puño hasta un arreón del Agustinos a diez minutos del final que los ponía tres por delante (21-18). Pero en las filas del equipo de Julián Gil no se rinde nadie y, compactadas, fueron remando hasta encontrar su momento de voltear la suerte del duelo sobre la bocina (22-23). El Hispanitas culminó la hazaña de la mejor manera, siendo un equipo en el que todos suman: «tres torres guardianas (Vicente Manuel , Miguel Llorens y Yeray Mancebo )«, «el poderoso brazo de Vicente Manuel Poveda (10 goles)», «Jorge Maestre, el más listo de la clase», «el mejor Andrés Morán de todos los tiempos» leemos en la citada crónica.
El equipo lleva siete partidos ganados de diez encuentros y descansa esta jornada. A la espera de lo que hagan los rivales, lo que está claro es que el equipo este año estará peleando por cosas grandes.
Es bien sabido que a las crónicas deportivas les queda bien un lenguaje épico. Quizás ayuden a quienes las leen a hacerse una idea más fidedigna del encuentro.
Así y todo, queridos amigos, no encuentro el titular demasiado acertado; utilizar » machada» como sinónimo de gesta, heroicidad, gesto encomiable…y un largo etcétera que encontramos en el diccionario convierte el titular, esta vez sí, en una machada.
Aunque sólo fuera por el término que, en correspondencia, habríamos de usar en circunstancias contrarias, sería mejor prescindir de él.