El aperitivo de los Moros y Cristianos -más bien una comida en sí misma- colmó a la población este fin de semana de su sed festera, con un sábado de recuerdos y emociones, comandado por un emotivo y evocador Pregón y una interpretación del pasodoble Petrel a flor de piel, y un domingo de júbilo y alegría, con un día de Banderas muy animado y que cada año se alarga un poquito más.
La jornada del sábado arrancó con la población volcada en sus abanderadas, que se impusieron al gélido frío con el calor de sus vecinos en el recorrido del ayuntamiento al Teatro Cervantes. Tras ellas, y con los sones de la Unión Musical, el pregonero y las autoridades, que no se hicieron demorar para iniciar puntualmente el Pregón.
Pasacalles abanderadas from Petreraldia.com on Vimeo.
Un pregón que se inició con una pasional actuación del pasodoble Petrel, acompañada la voz tan sólo por un piano, para dejar luego paso a algunas escenas entrañables, las que protagonizaron uno de los festeros más veteranos y uno de los más recientes, y las tres parejas de abanderadas gemelas que ha conocido la población. Un baile que precisamente jugaba con la dualidad ponía fin a la parte artística, dirigida por el actor y director local Juan Miguel Reig, muy aplaudida.
Pregon1 from Petreraldia.com on Vimeo.
El pregón, que aquí pueden leer íntegro, resultó también muy intenso por cuanto Sanjuán Jover fue capaz de expresar acertadamente, como él mismo dice, su «amor de exiliado por Petrer». Sus recuerdos fueron guía de un pasado compartido y esperanza de un futuro (empezando por estas mismas fiestas) igual de pleno en su comunión y hermandad vecinal.
Día de Banderas
El domingo, Día de Banderas, se vivió en los cuartelillos y comparsas desde primera hora de la mañana, para luego tomar las calles por la tarde con el alardo (más de 200 kilos de pólvora ardió por el casco antiguo), ensayo de capitanes y rodelas, y pasacalles de las abanderadas, que tuvieron oportunidad, con motivo de la tradicional misa, de saludar al patrón en la ermita que lleva su nombre, felizmente recuperada para la ocasión.
Fotografías por José E. Almarcha.
Yá se huele la festa. Magnifica cobertura !Visca San Bonifaci ¡