Hoy nos concentramos aquí, afectados por las hipotecas, amigas y amigos solidarios, y vecinos y vecinas de la comarca comprometidos, de manera pacífica, como lo están haciendo hoy miles de personas en cientos de poblaciones de todo el estado español, para hacernos oír.
Esta vez queremos que nos escuchen los militantes y votantes de PP y, sobre todo, sus representantes en el congreso de los diputados y en el gobierno, porque tienen en sus manos la solución, pues es cuestión de voluntad política detener este drama social que estamos padeciendo miles de familias en todo el estado.
Recordar que somos muchas las personas que estamos sufriendo las consecuencias de una crisis y una estafa inmobiliaria que no provocamos. Las que sufrimos las consecuencias del fracaso de un sistema económico que no está a la altura y que no es capaz de resolver los problemas que ha generado.
Que somos nosotras a las que se nos niega un futuro. A las que se nos excluye, se nos criminaliza y culpabiliza.
Las que sufrimos el miedo, la vergüenza, la impotencia, el estrés y la ansiedad al vernos privados de nuestro hogar.
Somos nosotras las que somos acosadas y agobiadas por las entidades financieras y las administraciones públicas.
Es a nosotras a las que con gran violencia se nos desahucia, (en un procedimiento declarado ILEGAL por el Tribunal de Justicia Europeo) por no pagar las letras de los bancos, esos que deben mucho más que las familias y que, en vez de ser expropiados, son rescatados una y otra vez sistemáticamente con el dinero de todos.
Es a nosotras a las que se nos queda una deuda de por vida, después de ceder un bien de primera necesidad.
Somos nosotras las que no tenemos trabajo o trabajamos en precario y, además, tenemos que sufrir los recortes en sanidad, en educación, en servicios sociales. Derechos humanos, declarados universales, incumplidos para pagar una deuda del estado ilegítima y odiosa.
Somos nosotras las que tenemos que recurrir a la caridad cuando el supuesto «estado de derecho» debería de garantizar las necesidades básicas a la población.
Es a nosotras a las que se les vulnera continuamente derechos universales y constitucionales.
Pero también queremos deciros que ya hemos dicho basta, que no nos vamos a callar, pues la razón está de nuestro lado. Que hemos dejado de ser victimas, pues hemos descubierto que juntas podemos.
Apelamos a la DIGNIDAD, la dignidad que se nos tenía secuestrada y que participando en la PAH, y con victorias parciales, estamos recuperando. Esa dignidad que nos permite luchar y reconocernos como protagonistas del cambio.
Ahora os miramos a la ojos, cara a cara, para transferiros nuestros miedos, nuestra vergüenza. Para recordaros vuestra irresponsabilidad para con nosotras. Porque es de irresponsables y de insensibles presentar unas enmiendas a la ILP como pretendéis. Una enmiendas que tumban una ILP que quiere cambiar de raíz la ley hipotecaria ilegal e injusta. Ya sabemos y conocéis la fuerza y el apoyo que la ILP por la Dación en pago retroactiva, la moratoria de los desahucios y el alquiler tiene entre la ciudadanía y no pararemos hasta conseguir que se apruebe. Un primer paso de muchos pequeños pasos que tenemos que dar par ir construyendo entre todas y todos un mundo mas justo y digno, donde las personas estén por encima del dinero, los beneficios inmorales y el robo sistemático con una justicia que aplique para todos por igual.
Por que ¡SÍ SE PUEDE!