En junio de este año, la biblioteca Paco Mollá recibió una subvención otorgada por la Generalitat Valenciana en favor de adquisiciones bibliográficas. Un 15% de este dinero se ha destinado a la videoteca, que en los últimos dos años ha multiplicado sus préstamos por cinco, de 130 cintas prestadas al mes se han pasado a casi 800 en la actualidad. “Realmente, hace dos años recibimos una cantidad de dinero importante para comenzar a realizar una videoteca de calidad, que nos permitió adquirir 250 títulos, y desde entonces, tenemos asignado una parte de nuestro presupuesto para ir cuidando la sección”, nos cuenta Fernando Navarro, bibliotecario del centro desde hace siete años.

La videoteca se creó en 2006 con películas de serie b y las colecciones que regalaban los periódicos, pero desde aquella inyección inicial de capital en 2008 la sección no ha dejado de crecer, tanto en número de cintas como en número de préstamos. Hoy día posee casi un millar de títulos, con muchas novedades, como si se tratara de un videoclub, y organizado en géneros, desde la ciencia ficción hasta el cine español, pasando por films de aventuras, terror-suspense, cine clásico y animación para adultos, una de las últimas incorporaciones y que, al igual que la novedosa sección de cómics (creada hace tres meses), posee “un público muy fiel”. Para el bibliotecario, que reconoce que la crisis “ha ayudado también” a disparar el éxito de la sección, se trata igualmente de “mantenerse al día y que los usuarios de la biblioteca perciban que estamos vivos, y que incorporamos novedades y películas de culto al catálogo constantemente”.

“Lo bueno”, nos cuenta, “y sin desmerecer al séptimo arte, es que el éxito de la videoteca ha impulsado también los préstamos de libros. A veces viene alguien buscando un título en concreto y, al no estar, se llevan un libro, quizá el mismo que ha propiciado la adaptación cinematográfica que andaba buscando”. La salida de libros también han aumentado considerablemente, con unas cifras mensuales de préstamos similares a las películas, y con especial incidencia entre la gente joven: “la experiencia nos está mostrando que es una forma ideal de atraer a un público juvenil, que una vez que nos conocen suelen repetir visita y ampliar sus intereses”. Sagas como ‘Crepúsculo’ o como ‘Millenium’ son el gancho, pero después hay todo un trabajo de “recomendación y sugerencia” que lleva a los jóvenes a descubrir la obra de García Márquez o la de Pérez Reverte, por citar algún autor, en una transición hacia la madurez “en la que queremos que nos acompañen”.