El Hospital General de Elda ha realizado pruebas de detección precoz de la sordera al 99% de los recién nacidos, según un estudio realizado sobre los dos primeros años del programa que comenzó en septiembre de 2007 con el objetivo de conseguir un diagnóstico temprano de la hipoacusia y llevar a cabo el tratamiento de forma inmediata.
Los datos de 2008 y 2009 reflejan un alto grado de participación, que roza el 99% tanto en el primer nivel del programa, consistente en la prueba de otoemisiones que se realiza en el Hospital en los primeros días de vida del niño, como en el segundo nivel, en el que los profesionales utilizan potenciales evocados auditivos para diagnosticar si existe algún tipo de sordera y la gravedad de la misma. Por su parte, el 100% de los niños que presentaron un resultado alterado en la segunda prueba, fue sometido a una confirmación.
Respecto a la tasa de detección de hipoacusia bilateral, 3,84 de cada 1.000 niños presentan un resultado alterado en la prueba de confirmación. Y esa cifra aumenta hasta 7,95 de cada 1.000 en la tasa de detección de hipoacusia total, ya sea unilateral o bilateral. En cuanto a los niños con factores de riesgo, la tasa de detección de hipoacusia se situó en 5,58 de cada 1.000.
Juan de Dios García, otorrinolaringólogo del Hospital de Elda y coordinador del programa de detección precoz de la sordera en el Departamento de Salud, subraya la importancia de un diagnóstico precoz. “Desde el Hospital se trata de revisar la audición de todos los niños antes del mes de vida para comprobar que es normal. En caso de que no sea así, son estudiados hasta determinar algún tipo de disminución de la audición y poner los medios necesarios para atajarla. Otro dato que muestra nuestro interés por detectar de forma temprana el problema es que al 85% de los niños que ha presentado una prueba de confirmación alterada, se le ha realizado la misma antes de los seis meses. En cuanto a la edad media en el momento del diagnóstico, fue de 4,74 meses”.
El programa de detección precoz de la sordera comprende tres fases. En primer lugar, la búsqueda por medio de las otoemisiones acústicas, que consisten en la respuesta de un oído sano a un estímulo sonoro. En segundo lugar, el diagnóstico, utilizando potenciales evocados auditivos. Y en tercer lugar, el tratamiento.
Los niños que no pasan la prueba en un primer momento, son remitidos a la consulta de Otoneurología del Centro de Especialidades de Elda, donde tras realizar otra vez la misma, se lleva a cabo la de potenciales evocados auditivos, para realizar el diagnóstico. La realización del programa es posible por la coordinación de Otorrinolaringología con el personal de enfermería de Ginecología y Obstetricia, y el Hospital de Día de Pediatría.