Todos los centros educativos cierran el año con fiestas y eventos para celebrar el fin de curso, y este 2009 no iba a ser menos. Uno de los colegios con más solera de la localidad, el de La Foia, ha hecho de este día una tradición, con falla y hoguera incluida, que este año cumplía su 25 aniversario, así que se esperaban momentos muy especiales el pasado viernes 19, pero las expectativas se quedaron cortas.
Todo comenzó a las 18:00 horas, con la graduación de las 2 promociones de sexto de primaria. Los alumnos, que el curso que viene lo inician en el instituto, recibieron las orlas y un detalle del AMPA, así como un refrigerio preparado por el centro. Los alumnos más pequeños se distraían, mientras tanto, con juegos y entretenimientos coordinados por varias profesoras, haciendo tiempo hasta que a las 20:00 horas de la tarde se quemase la falla de todos los años. En esta ocasión, era un flamante barco pirata el que iba a prender, acompañado por todo un escenario compuesto de motivos típicos, como la isla con palmeras, el cofre del tesoro e incluso las olas del mar.
Remedios Payá, profesora del centro, nos ha contado los detalles del elaborado trabajo, “en el que participan todos los alumnos, cada uno encargado de un aspecto, y ayudados por el AMPA, que ha participado muy activamente. Es un proyecto trasversal que este año ha versado sobre las piratas, porque es una temática que por ejemplo han visto en literatura y les apasiona. Este año, además, el barco hacía referencia también a los 25 años que llevamos con esta iniciativa, recorriendo todas las etapas, no en vano llevaba por título “25 años navegando”. Con el colegio abarrotado, por alumnos, padres, miembros del centro y vecinos, y con la presencia también de representantes de la política local, como el alcalde, la concejala de educación y el secretario del PSOE, el barco pirata prendió hasta los cimientos, conformando una bella hoguera a la que los bomberos pusieron fin.
Un refrigerio, que agradecía la presencia de control de los bomberos, la policía y protección civil, dio paso a una numerosa verbena-cena en la que las 40 mesas largas que el AMPA se encargó de traer se quedaron cortas. Con el estómago lleno, comenzaron la música y el baile, que se prolongaron hasta altas horas de la madrugada, en un ambiente relajado y festivo en el que todas las edades tuvieron distracciones. Remedios ha agradecido, en nombre del centro, “la participación decisiva y la excelente respuesta que tenemos siempre de los padres, que se implican en todos los proyectos que realizamos” y, a nivel personal, a los padres de su curso, que la invitaron el pasado sábado a comer para demostrarle su apoyo y cariño, en lo que es una muestra más de “la buena sintonía que hay en el centro”.