Como bien recoge el libro guía de la Fauna Vertebrada del Paisaje Protegido Maigmó-Sit, recientemente nombrado libro del año 2012 en el valle Elda-Petrer, la diversidad de hábitats, un clima generalmente benevolente y la escasa presencia de vidas humanas han hecho del entorno protegido un paraíso para las aves. Multitud de especies, ni más ni menos que 118, entre sedentarias y migrantes, tanto estivales como invernales, viven total o parcialmente en la zona. De hecho, y seguimos citando el libro, «la privilegiada situación geográfica del Paisaje Protegido, ubicado al Norte de zonas húmedas (…), han propiciado que, desde junio de 2009, todo el territorio que abarca el Paisaje Protegido (…) haya sido declarado, de acuerdo con la Directiva de Aves, zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) (…)Entre las especies que han motivado la declaración de la ZEPA destacan las siguientes: águila real, águila culebrera, halcón peregrino, búho real, chotacabras gris, totovía, bisbita campestre, collalba negra y chova piquirroja».

Con estas credenciales y precedido por el gran éxito del curso de inauguración, que versó sobre mamíferos, la Asociación de Amigos del Valle de L’Avaiol presenta ahora un segundo curso centrado en las aves en el salvaje corazón del paisaje protegido. El curso, sábado dos de febrero, correrá nuevamente a cargo del fotógrafo de naturaleza Néstor Rico Campos, un experto conocedor del terreno a quien todos ya conocen, pues lleva iluminando con sus fotografías esta sección desde hace tres años.

En el cursillo, los participantes (un máximo de diez para asegurar una máxima calidad en la enseñanza) aprenderán a identificar las aves que viven y nos visitan año tras año. «Conoceremos sus hábitats, costumbres y por supuesto a cumplir con nuestro objetivo, que no es otro que el de fotografiarlas en las mejores condiciones de proximidad», profundiza Néstor. Los fotógrafos se valdrán para ello de los siete puestos de observación (conocidos como hides o escondites en el mundillo) que la Asociación mantiene en el paisaje, colocados frente a puestos de agua y comida para los animales, y que contribuyen decisivamente a la supervivencia de la fauna salvaje, especialmente en los meses más duros del estío. Dotados todos los puestos de cristales espías y un cómodo espacio donde caben sobradamente dos personas sentadas y todos los artilugios técnicos, «estar dentro de uno de ellos, para quien jamás lo haya experimentado, es una delicia. Es como un documental, pero in situ«, explica Néstor, que ha pasado horas dentro de ellos para conseguir su álbum fotográfico.

El curso, apto tanto para primerizos como para los ya iniciados, ofrecerá una base fotográfica para el uso y equipo del manejo en manual y distintas técnicas fotográficas para aves, tanto en posadero como en vuelo. Pero como no sólo de un buen manejo de la cámara vive el buen fotógrafo, uno de los grandes alicientes de la iniciativa es poder conocer «todos los trucos y conocimientos naturalistas para saber atraer con diferentes cebos, reclamos y demás conocimientos, para facilitar la entrada de cada especie al lugar que nosotros tengamos en mente. Es importante también reconocer y, trataremos en el curso,  los sonidos y cantos de las aves, sus huellas, etc. Eso supone más de la mitad de trabajo de una buena fotografía de naturaleza».

Así construimos nuestros puestos de observación:

Son tan miméticos, que en alguna ocasión algún ave «ha querido entrar»

Así, y tras aprender la teoría en las horas de la mañana en un aula en la finca de L’Avaiol, los participantes disfrutarán de una comida campestre en el lugar antes de desplazarse, todo terreno mediante, a los lugares de fotografía. Al ocaso, y tras la práctica, el grupo se reunirá de nuevo en la finca para ver los resultados y abrir un espacio de debate y resolución de dudas. Todo ello, 35 euros todo incluido, repetimos que será el próximo sábado dos de febrero, en una intensa jornada de ocho de la mañana a ocho de la tarde. Reseñar también que, además de pagar el tiempo de Néstor, el dinero recaudado se destinará a continuar con las labores ecologistas de la Asociación, un desempeño premiado con varios progamas Volcam y reconocida en multitud de ocasiones.

El curso es el segundo de los cinco que la Asociación ha preparado, «y creo, sinceramente, que mejor que el primero. Ahora todo ocurre en un solo día muy intensivo, a diferencia del primero, con lo que la gente que viene de lejos, y son bastantes los interesados, ahorran tiempo y dinero. Igualmente, ahora la comida, que sorprenderá a todos por su calidad, es en la finca, así que también ahorramos tiempo en los desplazamientos y le da una mayor unidad a la experiencia global de pasar un día en el paisaje protegido».

A todos los interesados, desde estas líneas apremiarles a que se decidan, porque casi todos los participantes del anterior curso repiten en este y el cupo anda casi lleno, aunque Néstor podría repetir este mismo en concreto si la demanda lo requiere. El propio fotógrafo, tan cercano como siempre, os resuelve las dudas y os toma notas de las reservas en el 622795493.