Pozos deteriorados, pozos recuperados
A lo largo de la geografía de la provincia de Alicante existen en la actualidad 109 construcciones entre pozos de nieve y ventisqueros. El inventario ha sido posible gracias a la colaboración de cuantiosos excursionistas y amantes de la montaña, y de ellos tan sólo un porcentaje pequeño presentan un estado aceptable de conservación, con mayor o menor acierto en la rehabilitación; a continuación citamos algunos de estos casos:
Biar. El ayuntamiento intervino en el año 1984 sobre el denominado Pou de l’Ermita con fondos del IRYDA fue remodelado como sala de exposiciones o conferencias.
Xixona. El ayuntamiento repuso en 1996 las tejas cerámicas de la cubierta, sobre el denominado Pou del Surdo. Actualmente está ubicado junto a un restaurante que constituye un indudable atractivo.
Sax. En el año 1970 acondicionaron el antiguo túnel, fortalecieron la obra aérea y restablecieron el interior del Pocico de la Nieve.
Vall d’Alcalà. El ayuntamiento procedió en 1993 a la recuperación de la Nevera de Baix, a la siguiente legislatura se hizo lo propio con la Nevera de Dalt. Las dos construcciones no tienen un uso especifico dado que las intervenciones se han llevado a cabo pensado en la consolidación de ambos bienes patrimoniales.
Sin embargo, el estado de conservación de la inmensa mayoría son lamentables. Casi todos han perdido la techumbre, incluso algunos han sido terraplenados o simplemente demolidos para la construcción de casas. El problema fundamental radica en la inexistencia de una normativa especifica que garantice la conservación e incentive las actuaciones de restauración. La dirección general de Patrimonio Artístico de la Conselleria de Cultura, bajo la tutela de Carmen Pérez García, intentó hace ya algún tiempo tramitar la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural) para este tipo de arquitecturas, sin embargo no dieron los resultados deseados, por lo tanto su futuro se deja en manos de iniciativas de protección a nivel municipal, que la mayoría de las veces tropiezan con las elevadas pretensiones de los propietarios. A continuación detallamos algunas cavas o pozos que se encuentran deteriorados pero que sorprenden por sus características singulares:
Agres. Se encuentra la Cava Gran o Arquejada, de una tipología muy evaluada y de una enorme capacidad de almacenamiento. Una enorme hiedra cubre parte de su estructura, socavando peligrosamente la manipostería.
Alfafara. En el término con Bocairent, se localiza la Cava de Don Miguel de características monumentales, destacándose los contrafuertes que se construyeron para elevar la altura de los depósitos. Con el tiempo ha perdido su cubierta.
Alcoi. Situado en el paraje de la Font Roja en el termino de Ibi, sobresalen por sus dimensiones las cavas de Coloma y Simarro, esta última es la arquitectura de nieve de mayor capacidad de cuantos se conservan en tierras valencianas y su cabida se estima en 2.700 metros cúbicos, pero como el resto de pozos se encuentran sumidas en un lamentable proceso de deterioro. La cava de Coloma dispone de un proyecto para proceder a su rehabilitación, pero la documentación pertinente se encuentra paralizada, en un preocupante proceso de olvido.
Tal vez, no se trate de restaurar todos los pozos de nieve porque probablemente seria inviable, sino de interesarse sobre aquellos que se distingan por su importancia, interés ubicación e historia. Estas estructuras forman parte de nuestro patrimonio: por ser edificios monumentales, por su arquitectura rural y preindustrial y son propios del paisaje agreste. Motivos suficientes para hacer necesaria su protección con carácter de Bien de Interés Cultural. Las administraciones autonómicas y locales deben aunar esfuerzos en su conservación, como implicarse y concienciarse las asociaciones, entre otros colectivos cívicos.
La sociedad del siglo XXI. en su recurso de exigencia social de educación ambiental, encuentra un excelente argumento para reflexionar profundamente con su conservación. En cada zona los depósitos de nieve se les denomina de forma distinta: en la franja más baja de altitud, como son Elda, Sax y Villena, son conocidos por pocicos de la nieve. En el alto paraje de Aitana se les nombra clot de la neu. En Albaida, Almudaina, Parcent y Tàrbena se conocen como nevera y caseta de la neu. En zonas como son los casos de Agres. Alfafara. Bocairent, Cocentaina y Alcoi, son nombrados por cava. En Petrer, Castalia, Ibi, Onil, Tibi y Xixona son conocidos, y esperemos que las siguientes generaciones sigan conociéndolos, como ¡pou de la neu!
Bibliografía
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