LA UNIÓ de Llauradors lleva semanas observando cómo los conejos de monte siguen invadiendo explotaciones privadas. En esta ocasión, en El Comtat i L’Alcoià, “podemos verlos por zonas donde nunca antes habían aparecido, incluso comienzan a pasear por las calles de los municipios y entran en jardines de casas particulares”, explica Gonzalo Cots, secretario comarcal de LA UNIÓ en El Comtat.
Y es que la grave sequía que azota desde hace meses a la provincia ha provocado que estos animales entren en los pueblos y polígonos industriales en busca de agua y alimento. «Ya no saben qué comer, ya que la vegetación espontánea no existe a causa de la sequía y están acabando incluso con los sarmientos de las vides en algunas zonas”, indican desde el colectivo.
Poblaciones como Alfafara, Muro, Alcoi, Cocentaina o Beneixama tienen grandes extensiones rurales con residencias privadas y urbanizaciones en las periferias cuyos propietarios están viendo cómo “los conejos invaden sus parcelas y arrasan sus jardines”. Por tanto, ya no es solamente un problema “de los agricultores y cazadores, como hasta ahora, sino que afecta a un gran número de vecinos y se está convirtiendo en un problema público”. En este sentido, “LA UNIÓ considera que los Ayuntamientos de los municipios afectados por esta plaga deberían involucrarse en mayor medida para paliar la situación”.
Recientemente la consellera de Infraestructura, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, y el secretario autonómico de Agricultura, Alfredo González, han presidido la constitución de la Comisión de Seguimiento de años provocados por Fauna Salvaje, así como un protocolo de comunicación de daños en el que, para la próxima orden de vedas de la temporada 2014/2015, se favorecerá la captura de estos animales, algo que LA UNIÓ considera fundamental.
Se trata de una plaga que abunda en nuestra provincia desde hace más de diez años y con la que los agricultores mantienen una batalla constante. Es una especie que “se reproduce muy rápido y hace mucho daño a la agricultura”. Así, LA UNIÓ ha solicitado en numerosas ocasiones “la colaboración de los cazadores para combatirla”.
De hecho, después de muchas demandas, hoy en día, la Administración competente ha “dado carta blanca a los cazadores para combatir esta especie. Algunos responsables de cotos cazan cada semana y colaboran, aunque otros no cumplen con este compromiso y la lucha no es del todo efectiva”, lamenta.
Por ello, LA UNIÓ, en representación de los agricultores afectados, solicita “una mayor implicación de los gestores de los cotos para pelear contra esta plaga atendiendo a su responsabilidad, propiciando una caza más intensiva”.