Como informamos en el artículo previo, estamos trabajando desde la publicación para acercarles como nunca antes se ha hecho la fauna nocturna, con imágenes de alta calidad y futuros vídeos.
Lo primero de todo es intentar hallar los rastros que deja la fauna por nuestros montes; un asunto muy difícil en sí mismo, como demuestra el hecho de que para otras fotos en otros parajes hemos tardado tres y cuatro meses en ver aparecer el animal, pero que en el entorno de L’Avaiol, gracias al gran trabajo de la Asociación, es algo relativamente fácil, pues se han creado una serie de espacios protegidos, casi santuarios, en el que los animales saben que tienen agua y comida y una seguridad sobre su integridad. Así, ¡apenas en una semana hemos podido retratar a la garduña, por lo demás un mamífero extremadamente complicado de ver en libertad!
Cuando identificamos el campo de acción de un animal, ha de proseguirse con la preparación de un escenario, atractivo para nuestras fotografías y atractivo también para el animal. Esto último es fácilmente factible, pues sólo con unas latas de sardinas nuestro protagonista ya se verá tentado a acercarse a nuestro escenario fotográfico. El fuerte olor de las sardinas, fácilmente identificable en el aire por el extraordinario olfato de la garduña, hace que sean comidas en uno o dos días tras haberlas colocado, así que pasamos al siguiente paso: instalar una cámara espía que nos ayudará a descubrir al protagonista.
Tenemos a la garduña y tenemos el escenario; el montaje fotográfico pasa ahora a ser la clave para una imagen redonda, así que procedemos a instalar en el escenario unos simulacros que aparentan ser nuestro equipo, para que el animal se familiarice y acostumbre a la presencia de estos elementos. Siendo así, damos el cambiazo por el verdadero equipo.
A este respecto, en esta ocasión se colocó un equipo Reflex Nikon D200, una barrera de infrarrojos Jokie y tres flashes Metz 54MZ3. Los parámetros fueron los siguientes: para la cámara Nikon se puso la mayor sincronización posible de flash (250), siendo el objetivo utilizado un zoom 50X500 de Sigma 120 mm; para los flashes, los dos delanteros tenían unos escalones de potencia de 1/8 para intentar sacar el máximo de fotografías iluminadas y a la vez intentar tirar lo máximo posible los flashes “hacia atrás”. El flash trasero se puso a 1/16 de su potencia para dar volumen a la imagen y a la vez contornear nuestra garduña por la zona de arriba.
En cuanto a la utilización de la barrera, señalar que es muy sencilla, pues ésta desprende un haz infrarrojo que es rebotado en un catadióptico; ese haz debe ser colocado de tal forma que el animal lo corte por el sitio deseado (y una vez cortado, nuestro equipo empieza a funcionar).
Bueno, y tras este montaje, hemos conseguido las imágenes que publicamos, con la gran suerte de descubrir en las imágenes que se trataba de dos garduñas diferentes, de las que suponemos son hembra y macho, por la diferencia de tamaño y ver la mancha en la cara de la hembra.
Un gran añadido con el que nos contábamos, y que es posible gracias a la extraordinaria labor que el colectivo de Amigos de L’Avaiol lleva años realizando en la zona. En las próximas entregas, trataremos de obtener imágenes de mayor dificultad, más lucidas, en las que las garduñas efectúen diferentes poses y acciones.
Y no sólo garduñas… ¡Esperemos que disfrutéis con el comienzo de este trabajo tan ambicioso de nuestra fauna nocturna!
Enhorabuena por las fotos de las garduñas,ciertamente muy dificiles de conseguir.
Amigo(cesar) eres como Cesar : vini,vidi,vinci…..Felicidades por las fotos.
Buen artícluo! Que difícil de ver son esos bichos! Espero que venga más como decis, trayendo luz sobre la noche… Disculpar pero hoy estoy poético XD