Escritos de un joven indecente (LXXXI): Esta madrugada ha muerto un poeta en la ciudad
Lágrimas
ingrávidas
que brotan
de los párpados
(como la tempestad
en mitad
de la tormenta)(…)
Lágrimas
ingrávidas
que brotan
de los párpados
(como la tempestad
en mitad
de la tormenta)(…)
Sus opacos
OJOS
de penumbra
y espléndidos
abanicos
de sombra
danzaban
sobre la nada.
Ahora/que el SILENCIO/sentencia/al OLVIDO/más abyecto/y las paredes/de un TEMPLO/se deshacen/dando paso
/a un manicomio(…).
La vida está escrita/en lo que dura /una ola.
Sábado 28, /son las 22:48/y estoy escuchando /los truenos/desde mi escritorio.
Noche oscura;/apagada/y MUERTA.
«La vela no puede quemarse/por ambas partes/–en mi caso la quemé/entera por un solo lado/y su ceniza/son los libros que he escrito…