Escritos de un joven indecente (CXXIII): el asesinato perfecto o el último poema desde la escena del crimen

Sin título-1

Esta noche
de LUNA
llena
huele
al cuerpo
imaginario
del POEMA
eterno
de condena.
Te amo
como
el rojo
oscuro
a la sangre
que lo libera.

Ahí
afuera,
en su calle,
los MUERTOS
gritan
ebrios
y el sudor
del alcohol
por las
aceras
me recuerda
que una
vez
me hiciste
sentirme
POETA.

Te esperaba,
como
el cráneo
sin OJOS
ve florecer
la primavera
en el otoño
desértico
de su calavera,
esa
que acariciabas
con los
PÁRPADOS
cerrados
mientras
el peso
de tu silueta
le hacía
el AMOR
a mi esternón.

El enemigo
más cruel
que es
el TIEMPO
ha hecho
del cementerio
de miradas
el muro
de las lamentaciones
donde
está prohibido
rendir
culto
a los MUERTOS
inmortales.
El icono
del comunismo
ha caído,
el “loco”
escapó
del manicomio
y la sonrisa
de Billy Holiday
se ha esfumado…

Es el último
ESCRITO
indecente
desde
tu estudio,
-¡AMOR mío!-
y estoy
sangrando
por los huesos,
desde
la yugular
hasta
mi ombligo,
cercenado;
facazo
limpio
al compás
del aullido
que lleva
tu NOMBRE
en honor
al DOLOR
del suicida.

Voy a SER
asesinado
por mí
mismo
al ALBA
y
mi alma
está
torturándose…
en cada
VERSO
tu PIEL,
tu AROMA
tu MIRADA
y su gemido.

Ya marchaste,
VIDA
y tu AUSENCIA
en las pupilas
de los CUERVOS
ahorcados
en la letanía…

El manicomio
cierra
sus puertas:
libros
empaquetados,
vuelo
de tu GOLONDRINA
y su libertad…

La moqueta,
escenario
de los crímenes
que he cometido,
vuelve
a estar
IMPOLUTA
como
si la MEMORIA
quisiese
jugarme
una mala
pasada
volviendo
a SER
la tabula rasa
de un cobarde.
¡Jamás
como ellos!

Estas cuatro
paredes
han sido
un tempo
donde
se ha rendido
CULTO
a la NADA
con los pechos
más
perfectos
jamás
descritos,
se ha dado
la VIDA
al mejor
poema
y se le ha asesinado
de inmediato
para seguir
retando
a la EXISTENCIA
desde
las líneas
necrófilas
de la mano
genocida
del MALDITO.

La conciencia
impoluta
con el yunque
de la derrota
a la espalda
y tú
dentro
de mis entrañas
encerradas
dentro
de la tierra
húmeda
que reposa
por debajo
del espectro
de mis huesos
siendo
NADA.

Pero no
dudes,
GOLODNRINA,
que aunque
MUERTO;
si te
MUERES
al no
VOLVER
a verte,
VOLVERÉ
y mataré
a la MUERTE
para vivirla
contigo
y SER
de nuevo
JUNTOS.

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