Cabalgando hacia la confianza

El proyecto de un predio común  y una escuela equina

Los caballos suelen costar entre 300 y 3000 euros, teniendo en cuenta la longevidad del animal y su raza. Los socios del Club pagan una cuota mensual que utilizan para los gastos de sus actividades.  De momento los caballos están en propiedades privadas por falta de un predio común del Club, idea que ya han presentado al Ayuntamiento y que aún deben negociar. “Tenemos un predio en vista y de hecho tenemos que negociar con el ayuntamiento para ver qué posibilidades tenemos de poder adquirir un solar que tenemos visto que es bastante grande. Con cinco o seis mil metros tendríamos suficiente, no pedimos gran cosa”.

Según el presidente del Club Caballista, la idea es contar con una sede para reunirse, organizar eventos y excursiones, para tener allí los animales –en establos- y crear una escuela Equina. “Le podríamos enseñar a mucha gente lo que es el mundo del caballo ya no sólo como hobby sino como una terapia, porque a nivel de medicina el caballo tiene buenos efectos para el tratamiento de ciertas enfermedades”.

El interés por realizar un predio común habla del crecimiento de este colectivo.
El interés por realizar un predio común habla del crecimiento de este colectivo.

La Asociación cobra por el uso de los caballos -por ejemplo en el desfile de Moros y Cristianos-, sobre todo porque deben preparar dos o tres semanas antes al jinete y al caballo, y todo esto conlleva gastos de tiempo y traslados. En las clases a los jinetes enseñan a conocer al animal y a tenerle confianza, pero esto se logra con tiempo, por ello las clases duran aproximadamente dos meses.

En las excursiones que el Club organiza puede participar quien quiera, no sólo quien tenga caballos. Según Ernesto Payado Sánchez, “lo importante a la hora de montar es que la persona debe ir tranquila porque el caballo al tener inteligencia propia se da cuenta cuando su jinete está nervioso, y se debe pensar que el animal no es una máquina, no se lo puede obligar como a un coche. Hay que tenerle paciencia y respeto. Se intenta volver al interés por el caballo, pero esta vez no para usarlo como herramienta de trabajo sino como hobby y para cuidarlo”.

Además, en Fiestas de Moros y Cristianos, se prepara a los animales para que no se asusten en este tipo de desfile donde se acumula gran cantidad de gente, entre los protagonistas y el público. Una vez acostumbrados a rodearse de gente, entonces, comienzan a impartirse clases prácticas a los montadores. Independientemente de las clases, los miembros de la Asociación acompañan a los caballos y jinetes en los desfiles por si ocurriera alguna incidencia. De antemano los miembros del Club son conscientes de los graves problemas que podrían suscitarse en este tipo de acontecimientos, por tanto, intentan realizar una excelente preparación del contacto jinete-caballo y por esto nunca han debido lamentar situaciones extremas, en todo caso los  típicos incidentes que han sido por algún banderín  o alguna bolsa de plástico, objetos por los cuales el caballo se asusta un poco pero que es inmediatamente controlado. En estas fechas existen, además, particulares  que se dedican a preparar caballos para los desfiles, porque el Club no cuenta con el número de caballos necesarios como para cubrir todo el evento.

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One thought on “Cabalgando hacia la confianza”

  1. que lindo hobby y me encanto como trabajan con los animales sin usarlos como herramienta… me encanto una vez mas tu nota hnita!!!! te quiero mucho….

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