Fijándonos solamente en las últimas noticias de actualidad, sin recurrir a hemerotecas:
¿Es posible que en Extremadura, con un paro del 25% y de las personas que trabajan, de cada cuatro una empleada en la Administración Pública, la iniciativa de su Gobierno que más interés ha despertado haya sido un cursillo a jóvenes y “jóvenas” de 14 a 17 años, para que aprendan a masturbarse? Entretanto, los bancos recibiendo ayuda a mansalva del Gobierno y las empresas quebrando porque los bancos no les dan crédito.
¿Es posible que para el Ayuntamiento de Gerona su principal preocupación sea convocar un referéndum a ver si quieren o no independizarse, o que el Parlamento Catalán estime capital montar un servicio de traducción simultánea catalán-español para entenderse con unos nicaragüenses, ambos asuntos con el consentimiento del Partido Socialista? Del Carmel, de Santa Coloma de Gramanet, del 3%, no se habla en el Parlament, no existen.
¿Es posible que entre algunas Administraciones Públicas catalanas se hayan gastado algunas decenas de millones de euros en informes que no sirven para nada, y los jueces no consigan 20 millones, como comentaba alguien, para la modernización de la Justicia en España que más que falta hace? A todo esto cometiéndose errores irreparables para los ciudadanos como, por ejemplo, fue el caso de la niña Mari Luz Cortés.
¿Es posible que hoy en España muchas familias económicamente limitadas ( y no digamos las débiles) hayan de ir a los desechos de los supermercados para poder mal alimentarse y que Cáritas ya no sepa a quién recurrir para tapar bocas hambrientas? Mientras se está generalizando la corrupción de forma escandalosa y lo único que se les ocurre a los políticos es el “y tú más”.
¿Es posible que a estas alturas de la historia Camps culpe a Luna en sede parlamentaria de querer verle muerto como a Calvo Sotelo o que Cobos diga que teme por la vida de los suyos en referencia a Esperanza Aguirre?
Y así podríamos editar una lista casi interminable… Pero ¿es posible que los ciudadanos de un país, con más de cuatro millones de parados, en recesión económica, con perspectivas de desarrollo muy negras, muy mal gestionado, se enfrasquen y distraigan en asuntos tan triviales, es posible que todo esto esté pasando en España? Pues parece que sí.
Entran ganas de salir corriendo.
Efectivamente Juan Ramón, este es el pais que tenemos, las ilusiones por un pueblo participativo y democrático, se han quedado arrinconadas por aquello de que «el poder corrompe».
Estamos en una sociedad que crece en individualismo y el mismo sistema nos absorbe en el consumismo. Se mide el bienestar de los paises por la renta per cápita, por lo que se tiene, viviendas, coches, un TV en cada habitación, por decir datos. Sin embargo no hay un termómetro capaz de medir el auténtico bienestar de la persona, donde la tranquilidad y el sosiego nos ayuden a vivir mejor, en lugar de un contínuo estres; si tienes trabajo porque lo tienes y si no porque lo necesitas. Esta sociedad nos ha creado tantas necesidades que no podemos con ellas.
¿No podría ser que en paises que nosotros vemos pobres, incluso con miseria, quizá a nivel de persona estén mejor que nosotros?.
¿Acaso no es la globalización-especulación la que nos ha llevado a donde estamos?
¿Acaso hoy se puede vivir sin globalización cuando necesitamos importar-exportar para servir y servirnos?
¿Será que no se entiende la política como servicio, sino para servirse?
Es posible que esto no venga a cuento, pero estoy seguro que forma parte de nuestra historia y de nuestro cuento.
Yo respondo a la pregunta: sí, es posible. Primero, porque es real. Segundo, porque es viable. Y tercero, porque pasa. ¿Cómo alguien se puede preguntar a estas alturas si es posible lo que pasa? De hecho, es tan real, viable y pasa, de la misma forma que usted tiene la posibilidad de escribir estos artículos de opinión que son tan reales, viables y pasan como pertenecientes al género tonto.
A David González
Verá, es que no hacía falta que usted respondiera a la pregunta porque ya venía respondida en la penúltima frase de mi artículo que dice así:»¿…es posible que todo esto esté pasando en España? Pues parece que sí».
Para calificar mi comentario «como perteneciente al género tonto» no era preciso que mostrara la tontuna de usted cuando lee. Claro que usted tiene la posibilidad de darla a conocer porque es real, es viable y sobre todo ha pasado.