Desde hace unas semanas estoy haciendo salidas y observaciones (en alguna ocasión con mochila y bebe en ristre) por una zona  de Biar que conforme voy conociendo me voy dando cuenta de su verdadero potencial. No es para menos: abejarucos, zorros, oropéndolas, mochuelos, autillos y cernícalos son algunas de las especies que he podido ver o escuchar en varias ocasiones.

El día que realicé estas fotografías, el azar me quiso premiar el madrugón con una jornada fotográfica que creo será dificil de repetir. El objetivo, en un principio, era fotografiar los abejarucos en un posadero que tenía preparado, montando prácticamente de noche, y yo en un hide lo suficientemente  parecido a un arbusto para que ellos no notasen nada durante esa mañana, aprovechando las primeras luces del sol como iluminación.

El resultado es un placer compartirlo con vosotros y en especial con el guarda de la asociación de cazadores, Federico, puesto que gracias a él y a su confianza en mí he conocido este lugar, en el que sigo trabajando para preparar alguna que otra sesión que compartiré con vosotros.