La garduña y una sorpresa
Cuesta muchísimo fotografiar animales nocturnos como la garduña, pero entre fracaso y fracaso, a veces la casualidad nos brinda algún regalo.
Cuesta muchísimo fotografiar animales nocturnos como la garduña, pero entre fracaso y fracaso, a veces la casualidad nos brinda algún regalo.
En esta época, los zorrillos jóvenes ya están correteando a su antojo, investigando y descubriendo nuevas zonas más allá de donde han nacido, y no es difícil encontrarse con algún ejemplar con más valentía y hambre de lo normal.
En vuelo, en el posadero, asomado desde el nido… Los colores del abejaruco mejoran cualquier escenario.
«…Nosotros hemos tenido el privilegio de conocerlos desde casi su nacimiento hasta sus primeros vuelos, quedándome un sentimiento familiar para mi… y para mucha gente, cuando vas por algún sitio y ves una cara que te suena en ocasiones se cruza una mirada y asalta una pregunta: ¿Nos conocemos? Este es un sentimiento que tengo con muchas de las aves que sigo y fotografío…»
Todo esto empezó con la instalación de uno de mis Hides pensado, en este caso, para la fotografía de abejarucos en un posadero colocado para estas aves, pero que no estuvo lo frecuentado que hubiese deseado, y que no dio mucho resultado fotográfico, pero que se acabó convirtiendo en un estupendo observatorio, (de ahí que lo pasara a llamar “topera observatorio”).
Desde hace unas semanas estoy haciendo salidas y observaciones por una zona de Biar que conforme voy conociendo me voy dando cuenta de su verdadero potencial: abejarucos, zorros, oropéndolas, mochuelos, autillos y cernícalos son algunas de las especies que he podido ver o escuchar en varias ocasiones.
«…Algunos años atrás, en un paseo por el campo me sorprendió el griterío de un gran grupo de gaviotas patiamarillas que volaban por la zona y me propuse fotografiarlas…»
Moisés Pérez nos relata sus peripecias y esfuerzos para conseguir retratar una de estas míticas aves en nuestra localidad, y nos transporta a ese 2001 «sin duda el año más emocionante para mí en lo que naturaleza se refiere».
Estos mochuelos son unas aves tremendamente curiosas, de amarilla mirada y aspecto regordete y simpático que siempre habia tenido ilusion por observar y fotografiar. Finalmente, llegó mi hora…
La Asociación de Amigos del Valle de L’Avaiol sigue creciendo y aunando inquietudes ecologistas en su seno. Hoy presentamos a Moisés Pérez Martínez, el último en incorporarse, con grandes fotografías que no desmerecen en absoluto la calidad de esta sección.