Bocanada de aire

Orihuela 0 – 2 Petrerense

Con un campo que es una caldera a presión, por su reducido tamaño y por lo cerca que están los aficionados de los jugadores, el partido en Orihuela era una auténtica final para el Petrerense, que podía verse relegado a puestos de descenso si perdía. El equipo, no obstante, ha recuperado una buena línea de entrenamientos y trabajo en el último mes, y después de un empate muy meritorio ante el Benferri la semana pasada, era hora ya de, en palabras de Campello, de “darse una alegría”.

El equipo peleó por ganarse esa alegría desde el primer minuto, y pasados los minutos iniciales, de juego físico y mucho contacto, el Petrerense se fue asentando hasta convertirse en el amo y señor del partido. El gol pudo llegar en sendos córners, botados por Iván, que remató Pedro Rico, uno al larguero y otro a las manos del portero, pero llegó de la mano del crack de este conjunto, el delantero Claudio. Era el minuto 35 cuando protagonizó una jugada para el recuerdo: recibió en el pico derecho del área y con dos quiebros de cintura, a lo Messi, superó a dos marcadores para luego batir al portero con un nuevo amago. El Orihuela estaba prácticamente desaparecido, pero a raíz del gol espabiló un poco, y al filo del descanso tuvo una clara ocasión que salvó Pablo con una notable estirada. Era un aviso para navegantes de que el partido no estaba decidido y era necesario aumentar la ventaja.

La seriedad exhibida en el primer tiempo por los jugadores de Campello se mantuvo en la segunda parte, y tras varios acercamientos con peligro, parecía que el gol no se escapaba en una clara contra conducida por Claudio que ya enfilaba hacia el portero. Sólo podía ser detenido como ocurrió: un defensor rival lo cazó por detrás. Una entrada muy dura que le valió la roja directa. Cinco minutos después, en el 20, el Petrerense aprovechó la superioridad numérica con un hermoso pase entre líneas de Víctor Hugo que le permitió a Pablo Pecho correr la banda y ponerle el segundo gol a Claudio.

De ahí al final ya hubo poca historia: el Petrerense se dedicó a tocar rápido y controlar el tempo del partido, evitando las entradas de uno de los equipos más duros del campeonato (45 expulsiones). Lo más reseñable, de hecho, fue una nueva expulsión del Orihuela, en este caso de su portero, que despejó fuera del área una vaselina perfecta de Claudio que se colaba.

A asegurar la permanencia

El Petrerense queda ahora a 5 puntos del descenso, a cuatro partidos de que se acabe el campeonato. Son 4 enfrentamientos con rivales directos, los dos primeros, contra el Crevillente (próximo sábado a las 18 horas) y el Torrellano (viernes 30 a las 20 horas), se disputarán en el Barxell, y si el equipo consigue las dos victorias permanecerá matemáticamente en la competición. Campello confía en prolongar el buen juego de las últimas semanas, “y cerrar nuestra permanencia cuanto antes”.

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