Me presento como un ciudadano cualquiera. No soy ingeniero, no soy arquitecto. Nunca he formado parte de ningún organismo en relación a Tráfico o Urbanismo, por lo que desde esa condición espero que sepan perdonar los términos que en esta propuesta puede que no use correctamente o que no se correspondan con tecnicismos usados en la materia, así como la pobre elaboración de los planos e imágenes, recordando que la presente serviría tan sólo de partida para el diseño de un proyecto que se realizaría por técnicos del Ayuntamiento tras la valoración de lo aquí expuesto.
Como saben, la entrada del teatro Cervantes es insuficiente. Tanto a la entrada como a la salida de un espectáculo, decenas de personas se amontonan en las aceras, de apenas un metro de anchas. A todos nos gusta comentar qué nos ha parecido la actuación o el concierto que acabamos de ver. Pero hacer eso en Petrer es incómodo. Todos lo sabemos. Además es peligroso. Los vehículos pasan por la calle casi rozando los peatones.
En Elda, el teatro tiene un ensanche en su entrada. En Villena podemos ver cómo la puerta del teatro Chapí queda reservada a los peatones, teniendo el tráfico que rodear una plaza. La siguiente idea se acerca a éste último caso.
La propuesta que quiero transmitirles consiste en elevar el nivel de la calzada en un tramo de la calle Gabriel Payá, desde la esquina con Sancho Tello, de manera que las aceras queden a la misma altura que la calzada a partir de esa esquina del teatro, abarcando toda su fachada y extendiéndose hasta la puerta de la oficina de cultura, donde terminaría.
Teniendo en cuenta la naturaleza de este tramo de calle, la elevación no tendría después un descenso, pues enlazaría con la misma calzada que existe y que está en pendiente. No sería conveniente hacer la elevación con rampa de bajada porque la comodidad en la circulación se vería afectada. Además, y muy importante, una rampa de bajada afectaría de manera directa a la estética de los desfiles, cabalgatas y demás eventos que por allí trascurren a lo largo del año.
Como digo, la elevación no descendería como ocurre en los pasos de peatones elevados, sino que se extendería hasta coincidir con la propia elevación que la calle presenta a partir de la fachada del teatro:
Esta elevación abarcaría también el paso de peatones de la calle Antonio Torres (aprovechando que ya es un paso de peatones elevado), y el que también quedaría sin rampa de bajada, siendo la idea como presento en la siguiente imagen:
Este tramo, una vez estén las aceras y la calzada a un mismo nivel, podrá ser un espacio peatonal de manera eventual. Durante su uso se cortaría la calle Gabriel Payá en su intersección con calle Fernando Bernabé, indicando la maniobra a realizar mediante una señal como esta:
Alternativa para mejorar la fluidez del tráfico
El tramo de la calle Sancho Tello que da al lateral del teatro se suele cerrar a la circulación para que se pueda cargar y descargar, e incluso para que los furgones queden allí durante todo el espectáculo. El problema es que si uno se encuentra en plaza de Baix o en el Derrocat y quiere desplazarse dirección plaza de Dalt, Explanada, la Hoya… tiene que bajar hasta el final de la calle Constitución y recorrer toda la calle Gabriel Payá desde su inicio.
Para que la comunicación entre calles sea más satisfactoria sería oportuno cuestionarse el sentido de circulación de dos calles. Concretamente de las calles Sancho Tello y Juan Milla. En primer lugar, veamos y valoremos cómo quedaría:
Como se ve en el plano, la circulación puede ser igual de efectiva que en la actualidad. Respecto al tramo de calle Sancho Tello que se cierra al tráfico durante algunas actuaciones culturales, podría reservarse de la misma manera, estando cerrado al tráfico mediante la señal de desvío en calle Gabriel Payá; señal de tráfico que ya mostré.
Con esta alternativa en los sentidos de circulación, la calle Juan Milla podría convertirse en un enlace interesante hacia la zona de la Explanada, recordando también que sería una calle preferente (ver señales de «ceda el paso» en el plano).
Por otro lado, el tramo de esta misma calle que da a la puerta del mercado es actualmente de doble sentido. Con este cambio pasaría nuevamente a tener un único sentido, pero en sentido contrario al que conocimos anteriormente. Esto convierte los estacionamientos existentes en una fila de vehículos en batería, aumentando el número de plazas de aparcamiento en esta zona del centro urbano.
La elevación de la calzada es la puntilla que le falta al teatro. Con esta actuación se trata de añadir valor al teatro municipal; una pizca de prestigio. Un valor mucho mayor que el importe económico que supondría. Habría que determinar cómo modificar la circulación del tráfico para que este espacio peatonal cumpliera su función. Con todo, creo en la pronta aceptación y adaptación de los vecinos ante los cambios que el tráfico sufriera.
Y aquí les dejo estas ideas, escritas deprisa y corriendo, pues ideas como estas merecen una reflexión más amplia y madura, a la que seguro ustedes alcanzarán.
alguien se a puesto a pensar que pasara los dias de lluvia, sera imposible ir caminando por esas aceras y pienso tambien que las viviendas que se encuentran enfrente del teatro casi con total seguridad que se inundarian
Para eso existen canaletas que trascurren por debajo de estas elevaciones. Ya advierto en la carta que es una idea por madurar. Gracias por la observación.
Es saludable que hayan vecinos que se preocupan por la mejora de su pueblo. Yo no soy usuario del Teatro Cervantes, lo cual no quita para que vea que es una idea genial. Sólo le veo un defecto, un defecto muy importante : no se le ha ocurrido al pelotón de pisapapeles del consistorio. Aqui querido vecino hemos topado con la iglesia. En cuanto a lo del agua de lluvia, siempre, tambien hay soluciones, por favor que ésas soluciones las pongan, si procediera en éste caso, técnicos que no cobren del consistorio, no hay que darle tantas vueltas. Me alegra que Petrer siga vivo entre sus vecinos. Y entienda usted que si el ayuntamiento, en un remoto, muy remoto caso, de que diera luz verde, que sabemos que no va a ser así, dijera que si a ésta pequeña reforma para mejorar el emblemático Teatro, cientos de vecinos presentarían otros tantos proyectos para mejorar nuestro pueblo, y ésto queridos míos es algo que el consistorio no está dispuesto a aguantar, ya que ellos son el ordeno y mando, y cojo el dinero y me lo gasto en lo que le conviene a la maquinaria del partido y en justificar los cargos tras los cuales están los «allegados» a la máquina.
Muy bien por el joven Manuel Villena. Que le hagan caso quienes mandan, ya es otro cantar.
Y una observación sin importancia. La calle que llamas Juan Millá es Luis Chorro. La de Juan Millá está en el otro mercado, el de La Frontera.
Saludos.
Gracias, amigo. 🙂
Su planteamiento contiene algunos defectos, pero creo que se habría de estudiar. Aunque saliera otro muy diferente, su iniciativa estaría en el inicio de de algo muy interesante(entiendo que tener iniciativa ya lo es).
Tenemos el «problema» de que las calles Constitución y S. Bartolomé son paralelas y tienen el mismo sentido, lo que en urbanismo significa desequilibrio (la fluidez que otorgamos a unas vías, se la restamos a otras).
Así y todo, enhorabuena por su iniciativa.
Me atrevería a sugerirle que la peatonalización de la zona del Cervantes no fuera a horario completo, como existe en otras ciudades; pero son cosas a estudiar.
A propósito de estudios, el Ayuntamiento tiene uno desde hace diez años, más o menos, en un cajón. Las zonas peatonalizadas eran mayores y las ventajas para la movilidad, creo que también.
Considero que llegar al Ayuntamiento en coche no es una prioridad. Habríamos de plantearnos qué pueblo queremos. Más aún, qué pueblo queremos dejar a nuestros hijos.
Otra vez más, estamos ante un gasto innecesario y probablemente si se lleva a cabo, con un gasto «desorbitado» al que acostumbra el ayuntamiento en obras locales. Recalco desorbitado ya que muchos de los precios que les ha dado por poner en paneles «muy visibles» resultan muy excesivos si lo comparas con las obras realizadas.
Tienes razón,la plaza de San Críspin decía el cartelito naranja que costó 600.000 euros,de donde?El abeto lo podaron por la punta,los azulejos,muy sosos,las baldosas de pena,estan sucias y cuando llueve se forman charcos,las plantas,de pena.Pero esto es otro tema,creo que Petrer necesita modernizarse pero con más cuidado.
Cosas así son de agradecer. Gran trabajo y muy buena idea. Quiero destacar que con la solución propuesta, las curvas de Gabriel Payá a Sancho Tello y de Luis Chorro (Juan Millá en el plano) a Gabriel Payá serían mucho más cómodas de tomar en coche que en la actualidad.
Siempre me ha gustado pensar en «soluciones de urbanismo», y jugar con los planos callejeros. Puede que algún día me anime yo también a presentar alguna propuesta aunque sólo sea por el mero hecho de generar debate, cosa que siempre es buena.
Ya veo lo poco que tiene que hacer la gente, cuanta sandez, en vez de preocuparnos de salir de esta crisis de verdad pensando en esto. (LA CULPA DE LA CRISIS LA TIENE EL DERROCHE, PERO VAMOS A COMPRAR EL PAN EN COCHE).
Por lo visto, de sandeces hay muchos que saben… No veo qué puede haber de malo en propuestas así.
Es una propuesta de un vecino que seguro la ha trabajado con mucho cariño, demostrando que hay gente con ideas para mejorar la vida de sus conciudadanos.
Ahora propón tu algo para salir de la crisis, a ver que tal te sale…
Hola «liberal». Afortunadamente tengo trabajo y muchas cosas que hacer. Sin tener la necesidad de defenderme, me gustaría que supieras que esta carta la escribí el pasado mes de agosto, cuando estaba disfrutando de mis vacaciones. Hazte ver la prudencia y el respeto.
Totalmente de acuerdo con «otro vecino». Muchos jóvenes como el que ha elaborado esta propuesta se necesitan en este país, en vez de tanto parásito criticón.
Y algo que da mayor mérito al trabajo del joven Villena Botella, lo realiza por su propia voluntad e interés, y sin vinculación política alguna.
Saludos.