Recuperando el pasado (I): El Casino de Elda

En nuestro afán por recuperar las partes menos conocidas de nuestra historia, hoy estamos de enhorabuena en Petreraldia porque nos hemos hecho con un documento insólito de 1919: la tercera publicación de la revista liberal «Al día», dedicada a los pueblos de Elda, Petrer, Monóvar y Pinoso. Era una publicación mensual, al precio de una peseta y veinticinco céntimos, que, aunque presentaba artículos históricos y de opinión, se definía  a sí misma como «folleto de propaganda», porque tenía como objetivo manifiesto «contribuir  a la extinción de un mal capitalísimo, el de quejarnos de nuestro propio suelo, hecho que debemos atribuir a nuestra propia ignorancia».

Como siempre hacemos, preferimos que usted, lector, tenga a su disposición el texto original y no nuestra interpretación, así que aquí le dejamos con el editorial de esta publicación, titulado «El por qué de estos folletos», y un artículo, que aparece sin firmar, del Casino de Elda, que nos acerca la naturaleza y los objetivos de esta entidad.

Portada de la revista.
Portada de la revista.

El por qué de estos folletos / Editorial revista Al día/ marzo de 1919

Adolecemos los españoles de un mal capitalísimo; el de quejarnos con inusitada frecuencia de nuestro propio suelo. Y ese mal estriba en nuestra propia ignorancia, porque no conocemos nuestra vida, nos son desconocidos nuestros pueblos, y oímos hablar de las ciudades de nuestra nación como si se tratase de pueblos creados por imaginaciones calenturientas. A la extinción de ese mal contribuimos nosotros modestamente con la publicación de estos folletos. Queremos que en España –y hasta en el extranjero- se sepa que nuestra región progresa, y que sus hijos laboran en el fomento de la industria y del comercio de un modo ejemplar. El nombre de cualquiera de nuestras ciudades es un emblema de gloria para la región alicantina. Y nosotros queremos que esos nombres paseen triunfalmente por la nación toda, contribuyendo así a la propaganda de industrias florecientes, que no alcanzan mayor desarrollo por la abulia espiritual que pesa sobre nuestro carácter semítico. Por esto publicamos nuestro primer folleto de propaganda dedicado a la capital; por eso dedicamos nuestro segundo folleto al distrito de Elche, y esa misma razón nos mueve a dar a la estampa estas páginas consagradas al distrito de Monóvar. En sucesivas publicaciones de esta índole iremos dando a conocer el estado floreciente de todos los pueblos de la región.

Nuestra obra es obra de sacrificio, pero a él vamos con el tesón de nuestra voluntad indomable, seguros de hacer un bien, convencidos de que hacemos patria, de que laboramos por el engrandecimiento del suelo, de la millor terra del mon, como dijo el poeta.

Si las energías que en nuestros pueblos se emplean en estériles luchas, se empleasen en secundar esta nuestra modesta labor, el éxito más completa sería la corona de nuestros afanes.

España es un país próspero; y la provincia de Alicante una de las mejores de España, que nada tiene que envidiar a las más florecientes del extranjero. Con frecuencia nos permitimos quejarnos de la Patria que nos sirvió de cuna, pero esa monomanía nuestra es hija de nuestra ignorancia. Se nos habla de la América Latina, presentándonos a aquellos florecientes pueblos como modelo de organizaciones colectivas, y a ello contestaremos siempre diciendo que la América está en España. Donde hay voluntad y amor al trabajo, la tierra se muestra fecunda, y las industrias florecen, y el comercio se desarrolla con intensidad.

El presidente del Casino de Elda, Joaquín Coronel Ríos.
El presidente del Casino de Elda, Joaquín Coronel Rico.

El Casino de Elda

El Casino Eldense, que a principios del año 1901 se fundó y domicilió en la calle de Colón, número dos, por iniciativa de los señores don Norberto Rosas Sabater, don Francisco Beltran Olcina y D. Antonio Vera Vidal, se haya constituido desde 1903 en un lujosísimo edificio conforme a las modernas exigencias, en la Calle Nueva y del cual es propietaria esta culta sociedad.

Los salones de este amplio edificio , especialmente los destinados a café, tertulia, biblioteca, billares, etc., presentan un aspecto de suntuosidad que para sí quisieran otros centros análogos de poblaciones de primer orden.

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