Desde las páginas del Festa 2010 nos llega esta interesante y completa investigación sobre los ofidios de nuestro entorno, con una gran documentación gráfica, y escrito por el entonces técnico del Paisaje Protegido sierra del Maigmó y sierra del Cid, Ramón García Pereira.
Introducción
Los ofidios, más conocidos popularmente como serpientes, forman un importante grupo dentro de los reptiles que habitan en el Paisaje Protegido Serra del Maigmó y Serra del Sit.
Leyenda: IE: Interés Especial; PO: Protegida; TU: Tutelada
Las serpientes constituyen un paso más avanzado en la evolución que los anfibios, principalmente gracias a dos modificaciones importantes: por un lado la adquisición de un tegumento impermeable, las escamas, que les permite evitar la pérdida masiva de agua y por otro el desarrollo de huevos con cáscara, también parcialmente impermeables. Estos dos avances permitieron a los reptiles ser más independientes del agua y conquistar perfectamente el medio terrestre.
Pero el factor que más determina el comportamiento de las serpientes es su condición de poiquilotermos, es decir, ser animales de sangre fría. Este hecho supone por un lado una desventaja respecto a aves y mamíferos ya que tienen que conseguir mantener una temperatura óptima, viéndose obligados en muchas ocasiones a solearse y ponerse en peligro de posibles depredadores, pero por otro lado les da la ventaja de que necesitan un porcentaje de nutrientes mucho menor que los animales de sangre caliente y les confiere una resistencia extrema ante condiciones adversas, sobreviviendo a ayunos de más de medio año.
La mayoría de especies tienen un periodo de reposo estival, obligado para evitar un sobrecalentamiento excesivo, que se hace más acentuado durante los meses más cálidos, que en nuestro caso va desde principios de julio a mediados de agosto. Durante este periodo a veces se dejan ver cuando el tiempo está nublado al atardecer o amanecer. Igualmente hibernan durante el periodo más frío, es decir, entre diciembre y mediados de febrero, aunque pueden verse esporádicamente ejemplares en días menos fríos, pero no comen ni mudan.
Pese a ser unos animales muy perseguidos por el ser humano los ofidios forman un eslabón esencial en la cadena trófica de los montes del Paisaje Protegido. Las especies más grandes y de mayor edad como la culebra bastarda y la de escalera ingieren otros ofidios más pequeños, que se alimentan de anfibios, a su vez consumidores de insectos, de lagartijas que a su vez comen coleópteros, de ratas y ratones, por lo que cumplen un papel ecológico muy importante en el control de roedores y sobretodo de artrópodos, muchos de los cuales provocan graves daños a la agricultura.
Asimismo se comportan como presas básicas de varios predadores, en especial de aves rapaces nocturnas y diurnas, aunque sólo el águila culebrera se alimenta exclusivamente de ellas.
El tamaño de las presas que consumen está correlacionado con el tamaño del depredador, de esta manera los ejemplares juveniles se alimentan principalmente de artrópodos y conforme van creciendo comienzan a predar primero lagartijas y micromamíferos, posteriormente roedores y pequeñas aves, pudiendo incluso atrapar gazapos de conejo los grandes ejemplares de culebra bastarda y de escalera.
Como hemos visto, los ofidios tienen una amplia variedad de regimenes alimenticios que adaptan a la disponibilidad de ellos en el medio. Por regla general, se puede afirmar que son capaces de alimentarse de cualquier animal al que superen en tamaño, incluso dándose a menudo casos de canibalismo.
Estos animales con una estructura corporal en apariencia poco perfeccionada para la predación (sólo disponen de la boca para capturar a sus presas) han sufrido una serie de adaptaciones evolutivas fundamentales para el éxito en la caza. Por una parte han desarrollado la capacidad de desencajar la mandíbula y por otra han adquirido glándulas venenosas, aunque como veremos más adelante no todas las especies disponen de colmillos inoculadores de veneno, ni los disponen en la misma posición ni presentan el mismo grado de toxicidad.
Gracias a un clima especialmente favorable, nuestros montes junto al resto de levante y sureste peninsular constituyen la zona europea con mayor diversidad y abundancia de ofidios. Pese a que son animales que suelen pasar desapercibidos, son especies bastante comunes que encuentran en estas latitudes un hábitat ideal, constituido por un bosque y matorral mediterráneo, dominado por formaciones arbustivas y maquias, que goza de una amplia biodiversidad de insectos, anfibios y pequeños mamíferos, piezas principales de su dieta. Además, la densidad de matorral les proporciona buenas zonas de refugio y las elevadas temperaturas favorecen su termorregulación.
(esta tabla se encuentra en el fichero excel)
Clasificación y clave de identificación
En el territorio que abarca el Paisaje Protegido Serra del Maigmó y Serra del Sit existen siete especies diferentes de ofidios, seis culebras y la víbora hocicuda.
En la clasificación de los ofidios se distinguen tres grupos claramente diferenciados, basados en la disposición de los colmillos inoculadores de veneno. El primer grupo, los aglifos, lo componen las especies que no cuentan con un sistema de inoculación de veneno y por tanto tienen toda la dentición del mismo tamaño. Es el caso de las culebras de escalera, lisa meridional, herradura y viperina. El veneno que presentan se mezcla con la saliva y no tiene ningún efecto para sus presas, actuando sólo como fermento digestivo.
Teneis un pequeño error en el título del reportaje son «ofidios» y nó «oficios».
Gracias por la corrección
Muy bueno el artículo, yo nunca he sido muy aplicado en esto de identificar reptiles pero me ha quedado bastante más claro. Y las fotos, como siempre, ¡geniales! Seguid así
Enhorabuena por el articulo Ramon, es completisimo,gracias por la informacion tan valiosa que nos ofreces.Un saludo …
Hola, me gustaría incluir la foto de Vipera latastei en mi web: http://www.viborasdelapeninsulaiberica.com si os parece bien.
Gracias,
Juan Timms (juantimms@hotmail.com)
Magnífico trabajo sobre los ofidios del Maigmó.