Texto por Carmen Herrero Pardo – Fotografías por Antonio García Villaplana.
El pasado sábado 21 de noviembre el grupo eldense Mosaico, organizó una excursión al Pantano entre otras cosas, para disfrutar de un entorno natural y arqueológico muy especial, y para recoger los residuos sólidos urbanos- plásticos, latas, colillas y demás basuras- que por mala educación, dejan algunos-as que van por allí.
Nada más iniciar el camino, después de dejar el polígono industrial, y mientras bordeábamos el yacimiento del Monastil, ya pudimos apreciar la gran cantidad de basuras que hay ¿Quizás porque quienes viven o veranean por esos lares, les importa un pito estar rodeados de basuras? Entonces nos encontramos con un numeroso grupo de la parroquia de San José, que marchaban también de excursión al Pantano, y nos comentaron que a la altura de la antigua fábrica de la luz, aquello parecía un gran basurero.
Continuamos nuestro camino y con las explicaciones de Tomás Palau, historiador y director del Museo Etnológico de Elda, que ejercía de improvisado guía, fuimos conociendo un poco mejor el patrimonio histórico relacionado con el agua y sus usos. Desde la prehistoria el entorno del pantano y del río Vinalopó ha sido un espacio habitado por diversas civilizaciones, que han dejado sus huellas a través de diversas obras, algunas ya desaparecidas y otras que aún se mantienen, lástima que algunas de ellas sean puras ruinas.
Nuestro guía, al llegar al Pozo de las Aguas del Canto nos explicó que se trataba de una obra que se realizó, cuando resultó insuficiente el caudal de los manantiales del Marquesado de la Noguera y de Caprala, que abastecían las fuentes de Elda. Cuentan que el agua de este pozo era muy mala, pero estuvo funcionando hasta 1953.
Al pasar bajo el puente que salva el río Vinalopó pudimos comprobar cómo un vertedero de obras variadas, aparecía ante nosotros.
Más adelante el gran cañar del cauce se mecía al antojo del viento, mientras la Cueva del Hacha quedaba ya a nuestra espalda. Allá arriba aparecieron los restos más antiguos, los de unos hombres prehistóricos que vivían en las proximidades de un río, en tierras fértiles que les proporcionaban todo el sustento necesario.
Ya junto a la vieja pared del primer pantano, que se llevó la brutal riada del año 1870, impresiona contemplar esta obra hidráulica mientras imaginas la fuerza destructiva del agua. Recordé entonces a mi profesor de Ciencias Naturales, D. Carlos Vera quien solía contarnos que él había visto de pequeño, los ojos del Puente de la Estación casi tapados por la furia de una gran tormenta.
También pudimos apreciar, los sillares de piedra que se habían ido añadiendo en la pared de la vieja presa, ya que las riadas son habituales por estas tierras, además en los sillares aún se conservan las inscripciones que cuentan cuando y quienes las añadieron.
Descansamos para almorzar y para tomar fuerzas, ya que a partir de aquí, equipados con guantes y bolsa de basura en mano, nos pusimos a recoger…. latas, bricks, botellas, colillas, plásticos y preservativos hasta el contenedor situado junto al Puente del Tren.
!Amigos de Mosaico, sois unos máquinas ¡
La limpieza del interior de la acequia de la Noria, es un gran trabajo, para el que hay que tener…….
De nuevo enhorabuena,
Si no fuera por los que como vosotros, que estáis en un grupo concienciado y unido, ¡pobre zona del pantano!. Somos muchos quienes os apoyamos, con nuestras limitaciones. ¡Ánimo!, por lo menos que haya un medio que se preocupe de hablar de lo que se hace por la Naturaleza. A todos, gracias.
Si, la verdad es que es bastante vergonzoso ver cómo los mismos vecinos acumulan basuras junto al cauce del río. De hecho, hace un par de meses fotografié al pasar el pantano hacia Sax una casa en especial que tenía destinado parte de su terreno como escombrera y basurero… una autentica porquería y con los riesgos que corre eso de incendiarse. No sería la primera vez que vienen los bomberos al cauce. Lo peor de todo, es que a pocos metros de ahí hay un cartel que advierte de la multa por tirar escombros y tansolo lo tienen como decoración.