Como se suele decir, el Ayuntamiento es la primera empresa de la localidad. En Petrer, el censo  de empleados públicos asciende a 218 profesionales: policías, jardineros, bibliotecarios, psicólogos, electricistas, trabajadores sociales, profesores de escuelas infantiles…. Todos ellos estaban llamados ayer a las urnas, en las elecciones sindicales del consistorio, y el interés y la participación fueron notables, acudiendo a votar el 76’6% del censo, 167 funcionarios, que decidieron con su ejercicio realizar un cambio radical en la composición de sus representantes.

Los datos hablan por sí solos: el Sindicatos de Empleados Públicos (SEP) resultó el claro vencedor, consiguiendo 4 representantes con 75 votos; le siguen Comisiones Obreras (CCOO) con 2 representantes y 32 votos; Sindicato Profesional de Policía Local (SPPL) también con 2 representantes y 31 votos y Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) con 1 representante y 20 votos –ha habido también 8 votos en blanco y 1 nulo-. La situación supone un vuelco total, porque el SEP, con apenas dos legislaturas de existencia, sólo contaba con un representante, y ahora es el principal sindicato del funcionariado local.

Lo cierto es que eran unas elecciones en las que se palpaba el cambio desde el principio, porque la misma Unión General de Trabajadores (UGT), décadas de historia la contemplan, no había sido capaz de formar siquiera una lista de candidatos, por lo que finalmente no se presentaron. “Nos han llamado populistas, utópicos, que si somos como Podemos, y hemos recibido ataques tanto desde partidos políticos como desde compañeros… Pero al final, la gente ha valorado nuestro trabajo durante estos cuatro años”, reflexiona Francisco José Rubio Díaz, “Patxí”, Secretario General del SEP de Petrer, y a nivel del ayuntamiento, delegado sindical y delegado de prevención riesgos laborales. “Hemos notado en general un cierto descontento de los trabajadores con la labor de compañeros de los sindicatos, porque ha considerado que ha habido mucha apatía por su parte. Nosotros hemos tenido la osadía de echarnos para adelante en algunos temas y de luchar por ellos. Yo creo que eso es lo que la gente ha apreciado y quizá le echa en cara a otros sindicatos. Y conste que las acciones han salido bien, pero no puedes prometer resultados sino trabajo, y vamos a seguir con esa filosofía”.

Los resultados positivos que refiere son los éxitos conseguidos con la reclamación al consistorio del 25% de la paga extra no abonada de diciembre de 2012. Tras agotar las vías de la negociación, el SEP interpuso 30 demandas judiciales. Las primeros decisiones de los tribunales llegaron a comienzos del verano del año pasado y ya fueron llegando en cascada, invariablemente favorables hacia los trabajadores. Tras perder siete demandas (también las costas, 500 euros por juicio), el ayuntamiento decidió abonar en enero este dinero a todos los funcionarios, así que el resto de demandas pendientes ya se están retirando. “Nuestro talante siempre ha sido negociador, siempre propones las cosas, pero el problema es que directamente te dicen que no, te dan largas, te van dilatando en el tiempo, y las cosas tienen un límite. Si ves que no hay espíritu negociador y cuando es un no tajante desde el principio, llegando a situaciones burlescas y de falta de respeto hacia los trabajadores, pues hay que buscar otras vías, en este caso fueron los contenciosos administrativos. Otros no se han atrevido”, cuenta Patxi. Muchos funcionarios han valorado en estas elecciones esta decisión, no resignarse, y lo bien que han trabajado sus servicios jurídicos.

“Y es que el funcionariado está muy cansado, sobre todo, con la actitud de la corporación municipal”, sostiene. “Ha sido un no continuo durante las dos legislaturas que llevan. Pero ya no hablo para tratar de sumar o de mejorar situaciones, sino todo lo que hay que pelear contra el ayuntamiento para  no perder derechos; luchamos para conservarlos”. Patxi reconoce que se las ha tenido tiesas en más de una ocasión con concejales municipales: “Si no te gusta, denúnciame», me han dicho en bastantes ocasiones. En otras es forzarnos a solicitar nuestras peticiones de información (de documentación que debería ser pública y colgada en la web del ayuntamiento, por otra parte) por registro, usando este formalismo para dejar pasar meses antes de verse forzados a ofrecer una respuesta cuando van a caer en el silencio administrativo. No hay ninguna voluntad de transparencia en el ayuntamiento de Petrer”. Y avisa: “Si tras las elecciones de mayo seguimos tratando con la misma corporación, espero y deseo que cambien su actitud y no sea de cerrazón absoluto, porque si el talante sigue siendo el actual ya puedo adelantar que va a ser problemático”.

La Relación de Puestos de Trabajo

“Tenemos nóminas de funcionarios que están bastante desestructuradas y que pueden arreglarse; hay descontento también en el asunto de las promociones internas, la trabajadores tienen la sensación de que no se hacen las cosas con todas las condiciones de transparencia, objetividad y equidad que serían deseables”, va apuntando sobre problemas y asuntos que abordar en un futuro inmediato. “En general, se perciben agravios comparativos: en situaciones similares entre trabajadores, no se miden con la misma vara… Al final se trata de desigualdad en situaciones similares, y mucha de esta discordia no ocurriría si se siguieran procedimientos claros y actitudes de transparencia, objetividad y equidad”.

Patxi asegura que el 85% de este malestar se solucionaría con la Relación de Puestos de Trabajo (RPT). En realidad, se hizo, he aquí la historia: a comienzos de la anterior legislatura -hace ya ocho años-, la concejalía de Personal del Ayuntamiento encargó a una empresa la realización de un estudio sobre la RPT. Era una necesidad demandada desde hacía tiempo por el Comité de Empresa para ordenar el personal y tener un conocimiento detallado de las funciones a realizar por cada trabajador. Se realizaron encuestas a todos los trabajadores de la plantilla municipal hasta concluir un informe por el que el consistorio abonó cerca de 20.000 euros.

“Es lamentable que se gastasen 20.000 euros en el proyecto y que lo tratasen de dirigir a su gusto y conveniencia, y cuando nosotros pusimos el grito en el cielo porque vimos las intenciones reales que tenían, directamente lo guardaron en un cajón”, indica Patxi. Lo cierto es que el asunto viene de lejos, tuvo gran polémica en su día y después, simplemente, se aparcó sine die (lean este reportaje de 2009). «Es una lástima, repito, porque es lo que necesitamos porque en el ayuntamiento hay situaciones que claman al cielo, estamos trabajando de manera antigua. La corporación tiene que plantearse qué servicios quiere prestar a la población, y en base a esas necesidades de servicios públicos saber qué plantilla necesita  y  cómo se estructura, y que todos los empleados tengan claro sus atribuciones y remuneraciones».