En Libros del Vinalopó, una web que recoge libros y publicaciones de Elda y Petrer y que llevamos también desde la publicación, hemos realizado en este 2015 tres envíos a Argentina de la biografía de Pedrito Rico, «Yo soy de Elda, señores». El mito del insigne cantante pervive, pues, en el país de los pibes y las minas, sobre todo entre sus más veteranos ciudadanos, añorantes de su voz y sus conciertos. Los infantes y adolescentes argentinos posiblemente no conozcan la obra del Ángel de España, pero, en uno de los varios paralelismos que se establecen entre ellos, también tienen un ídolo eldense forjado a orillas del Río de la Plata apellidado Rico. Es Alba Rico Navarro, actriz que desde su rol como Naty ha contribuido a hacer de ‘Violetta’, una serial adolescente con actuaciones musicales producido por Disney Channel, un fenómeno mundial.

Éxito incuestionable allá donde ha sido estrenada, más de 50 países, no sólo los argentinos, prácticamente toda la juventud de Latinoamérica, Europa y Asia (en menor medida) conoce a esta vecina de radiante sonrisa. Hace menos de un año ya la retratamos en un reportaje que no en vano se titulaba «el rostro eldense más conocido del mundo». En todo caso, incluso antes que leer ese reportaje, recomiendo ver el vídeo a continuación, pues ya se presenta ella misma y no hace le hace falta más que su carisma y sus dotes para el dibujo.

En el citado reportaje previo, dejábamos a Alba en el estreno de la tercera temporada de la serie, grabada casi toda en Buenos Aires -aunque en esta última iteración también en Madrid-, donde ha vivido estos últimos tres años y pico (giras mundiales y visitas a casa mediante). La expectación era máxima porque era la temporada final; 80 capítulos después sus seguidores han conocido los destinos de Violetta, Ludmila, León y la propia Naty, entre otros, y por supuesto, han aprendido que vale la pena luchar por sus sueños. Ahora es Alba, cerrando un círculo (era su primer casting y nunca había bailado, ha confesado pizpireta en entrevistas), quien encara la parte final de su propio sueño: una gira mundial de despedida de la serie, el Violetta Live International Tour.

Esta gira de conciertos es la otra mitad del éxito de la marca Violetta, cuyas canciones y discos alcanzan el cuádruple platino, y que consiguió vender casi un millón de entradas en el tour de 2013. Partieron en enero en España para recorrer Europa, después (80 funciones después) a latitudes latinoamericanas, y así, con estadios llenos y gritos de emoción en diferentes acentos, se está escribiendo su último ensemble. Alba está saboreando estos momentos: en Milán, por ejemplo, vio nevar por primera vez, se lo pasó genial con la prensa germana y saludó a una multitud desde lo alto del Teatro Real de Madrid; en Argentina los shows fueron muy emotivos y estos mismos días, en Barranquilla, en un concierto multitudinario, están estrenando una versión de otra película Disney, ‘Frozen’. Es más, está profundizando en otras facetas, abriendo un blog, ‘my b-side’, donde escribe entradas con títulos como «Amor a distancia» o «Metamorfosis», en el que, por ejemplo, explora sus orígenes y crecimiento personal: «Cuando era pequeña, era diferente. Me gustaba tanto quedarme cerca de los adultos y escuchar sus conversaciones, que no conseguía tener muchos amigos de mi edad. Eso sí, conocía cada pelea matrimonial de mis profesoras o chisme de mis abuelas», escribe. También se ha puesto en este 2015 al otro lado de la cámara para hacer sus primeros pinitos como modelo para una marca, y continúa apoyando la iniciativa solidaria de Dr.Clown, cuyo grupo cofundó en la ciudad.

Si no hay mal que cien años dure, qué decir de los momentos de felicidad, por definición breves, casi inaprensibles. El alucinante viaje -profesional, personal, geográfico-de Alba Rico en Violetta está llegando a su fin, pero ha sido un largo sueño cumplido de casi cuatro años ya y con un ‘in crescendo’, de épica escala, que firmaría cualquier película de acción.

¿El futuro? «Es una carrera de fondo la profesión, llegar es muy difícil, y doy gracias a todo el mundo porque llegué. Pero ahora hay que mantenerse. Me encantaría probar otros papeles, quizá un poco más adultos que Naty, y dar otras cosas. Tengo ganas de que me lleguen retos profesionales y de que tenga que cambiar mucho, que tenga que hacer otras cosas. Yo a Naty la quiero con locura, se ha convertido en mi otra personalidad, durante tres años he sido ella y va a ser muy difícil cortar con el personaje. La voy a extrañar muchísimo pero tengo ganas de un reto mayor. Ojalá sea el cine, no sé en qué parte del mundo y la verdad que hoy día no me importa», reflexiona en esta bella entrevista de los compañeros de Eldato.es, editada en blanco y negro y que capta bien su esencia. ¿Qué más añadir? Sólo nos queda desear que Alba no deje nunca de soñar…