No es un capricho ni una cabezonería que desde Podem Petrer sigamos insistiendo en todos los foros, espacios y comisiones, de la necesidad imperiosa de recuperar los servicios públicos municipales que han sido externalizados o privatizados. Este proceso, que se llevó a cabo de manera planificada por el bipartidismo, tenía como objetivo trasvasar recursos públicos, pagados por todos los y las contribuyentes, a manos del capital privado, debilitando servicios y reduciendo derechos. Fenómeno bautizado como “acumulación por desposesión”. Miles de recursos públicos despilfarrados podrían haberse destinado a reforzar el estado de bienestar en su versión más local, a saber: empleo, vivienda, servicios sociales, educación, sanidad…, y que hubiera garantizado una protección de la ciudadanía, una previsión contra crisis económicas y estafas financiera.
Por el contrario, desde las administraciones, ya fueran gestionadas por el régimen, como por partidos de la vieja izquierda, se apostó por facilitar el negocio a lo privado, con el argumento falaz de que se reducía costes y era más eficaz. El tiempo ha demostrado que mercantilizar la gestión pública fue un fracaso. No sólo porque se derrocha el dinero de la ciudadanía, se reduce la calidad de los servicios y se precariza a las trabajadoras de los mismos, también porque en momentos de crisis brutal, se demuestra que el Estado no tiene músculo para proteger a sus conciudadanos. Servicios imprescindibles como el cuidado a nuestros abuelos, residencias de gestión integral (eufemismo para decir concertadas), servicios y programas de protección a menores, actividades socioeducativas, fueron las primeras en colapsar. Eso se tradujo en pérdidas de puestos trabajo, cierres, reducción de servicios y líneas de subvenciones canceladas. Muchas fundaciones (tapadera de holdings de empresas) y empresas del sector cerraron dejando ERES, servicios sin prestar y familias sin atender, pero sin devolver los recursos públicos desviados.
Se ha de aprender de los errores. Nunca más podemos plantearnos el debilitar el estado de bienestar en aras del “mantra” que repite que hay facilitar la competencia, otro eufemismo para decir que hay que dejar que las empresas se llenen los bolsillos sin control. No podemos descuidar los deberes de los poderes públicos, que es garantizar los derechos fundamentales de la ciudadanía y gestionar los recursos públicos con responsabilidad y transparencia.
La remunicipalización del servicio de limpieza de dependencias municipales es una buena noticia. Buena, en primer lugar para los y las trabajadoras que van a ser sub-rogadas y se les va a garantizar derechos laborales, bueno para el servicio que se presta, bueno para las arcas municipales. Pero sobre todo es bueno para la ciudadanía de Petrer que por mediación de la administración puede controlar y fiscalizar los recursos públicos. Volvemos a tener capacidad de decisión.
Con la encomienda de gestión aprobada en pleno, con el voto en contra del PP, se consolidad la Empresa Municipal. Pero hay que seguir avanzando. Desde nuestra organización hemos propuesto la creación de un área social dentro de esta Empresa Municipal que agrupe servicios imprescindibles como el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), el Centro de Día de
Menores, o el SAD de dependencia, pero por ahora se acumulan los procedimientos de contratación de empresas externas. No podemos quedarnos en un gesto. Tenemos una deuda con la ciudadanía golpeada por la crisis y una obligación de gestionar con responsabilidad los recursos de todas y todos.
Por Sergi Cremades, concejal-portavoz del Grupo Municipal Sí-Podem Petrer