Pobre río

Desde su nacimiento en las entrañas de la Serra de Mariola, el río Vinalopó parece bajar hasta su desembocadura,  oculto a los sentidos de la inmensa mayoría de los habitantes  de las tierras alicantinas por las que discurre hasta desaparecer en el mar. ¿Si no cómo explicar el abandono y la degradación que sufre el río Vinalopó?

Colonia de S. Eulalia, Sax.  Bajo el carrizal está oculto el río Vinalopó.
Colonia de S. Eulalia, Sax. Bajo el carrizal está oculto el río Vinalopó.

El  cauce fluvial del Vinalopó empezó a gestarse con el gran movimiento Alpino de la Era Terciaria, que formaría las grandes cordilleras  de la Península Ibérica, como la Bética a la que pertenecemos. Se fueron  abriendo entonces multitud de  fallas, que  sometidas a la erosión de millones de años, crearon un amplia red  ramblas que  fueron alimentando a  otra  mayor,  conocida como la  falla del Vinalopó.  En la Era Cuaternaria – hace aproximadamente 2 millones de años- y a medida que iba profundizando su cauce debido a la erosión, e iba recibiendo aportes hídricos de toda su cuenca,  empezó a crecer como río.

Los primeros asentamientos humanos tienen lugar en las proximidades de su cauce alrededor del III milenio a. C. El río Vinalopó, desde su nacimiento hasta la desembocadura, va a formar parte  del  devenir histórico  de  todos los que la habitan. Desde  los primeros  habitantes indígenas que tras un periodo de aculturación de las influencias fenicias y griegas, se van transformando en íberos,  pasando por las diferentes invasiones, guerras y repoblaciones,  el río Vinalopó es protagonista  de esa trama.

Incluso este pobre río de la era industrial, llegó a ser navegable desde Santa Pola donde se encontraba el Portus Ilicitanus,  hasta la ciudad de Ilici, que  para no confundir diré que no es la ciudad de Elx, sino la ciudad íbera de  La Alcudia,  donde apareció la Dama  de Elx.

No siempre se llamó Vinalopó, ya que en la primera fuente escrita sobre Hispania,  que se recoge en  la “Ora Marítima” del poeta latino Rufo Festo Avieno del siglo IV d.C, se conoce como Alebus, bonito vocablo ¿verdad?

El río tiene también sus leyendas,  como aquella que cuenta la muerte del general cartaginés Almilcar Barca, ahogado en sus aguas mientras huía. Toda una leyenda que se entrelaza con la historia… pero quizás pudo hasta  ser cierto. Yo recuerdo las grandes lluvias del 82, aquella brutal tormenta que asoló parte de las tierras valencianas, llegando a  destrozar la presa de Tous. Recuerdo  aquella noche sin electricidad, mientras el rugido y la fuerza del agua que bajaba por la Rambla dels Molins en Petrer, nos  mantuvo despiertos y con miedo toda la noche. Lo mismo Aníbal se encontró con una tormenta como la que yo viví aquella noche,  y la fuerza del agua se lo llevó.

Y dejando a un lado las leyendas y mitos, la triste realidad es que sobre el río Vinalopó pesan  muchos  años de deterioro ambiental en su cauce,  riberas y ramblas,  muchos años  de continuos  e ilegales impactos,  difíciles  o imposibles de asumir por el medio   y una descoordinación total  y caótica en su cuidado.

Desde el Castillo del Río en Aspe, el río y las obras del AVE.
Desde el Castillo del Río en Aspe, el río y las obras del AVE.

Pero a pesar de todo ello, los espacios naturales  del  rio Vinalopó en su camino hasta el mar,  son amplios y variados: Parque Natural en su cabecera,  en la Serra de Mariola. Lagunas y  tarayales en su curso medio, humedales y palmerales en su desembocadura,  y surcando  todo  el recorrido, las huertas.  A todo ello, hay que añadir el  patrimonio geológico que forman  todas las sierras y grandes montañas que le acompañan  en su camino,  como la  Serra del Sit y del Maigmó,  declaradas recientemente como  paisajes protegidos.

El río Vinalopó en las proximidades de su nacimiento. Banyeres de Mariola.
El río Vinalopó en las proximidades de su nacimiento. Banyeres de Mariola.

La  biodiversidad que albergan estos espacios,  la  flora y fauna que lo habitan, junto al legado arqueológico y  cultural  presente  aún en su cauce, han formado  un gran patrimonio natural y cultural, que merece ser estimado y protegido.  Y este es el camino: el de conocer, proteger y estimar el rio Vinalopó,  el que han tomado los grupos y asociaciones,  que se embarcaron en el proyecto del I Encuentro sobre el rio Vinalopó,  que se inició en Elda en junio de 2009,  promovido por Mosaico de Elda y Amigos de L´Avaiol de Petrer.  Un proyecto que es ya un  espacio de análisis y diálogo por y para el río,  un paso más allá de la denuncia puntual, y que va en su ruta itinerante, Petrer, Novelda, Pinoso, Sax, sumando  y sumando más apoyos. Quizás ha llegado ya el momento de ir despertando conciencias dormidas y  para ello, lo primero es  conocer y  poner en valor  el río Vinalopó,  sus afluentes y ramblas,  sus riberas  y el gran patrimonio arqueológico que  aún se conserva a lo largo de sus 80km.

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