Nuestras dos hijas han ido a escuelas infantiles públicas de Petrer, a colegios de infantil y primaria públicos de Petrer, a institutos públicos de Petrer. La mayor terminó sus estudios en una universidad pública y hoy ya desarrolla su trabajo, una responsabilidad para la que se ha preparado durante años. La menor lo está haciendo en otra universidad pública y, como su hermana, es activista de lo público. Las dos están orgullosas de ser “estudiantes de la pública”.
Ellas son lo que ellas mismas han querido ser. Seguro que suman, en parte, la educación que su familia haya podido aportar, y también lo que su entorno, amigos, escuela, etc, les han ayudado a construir. Aquí, en Petrer, nuestras hijas han recibido su educación reglada en la escuela pública.
Nosotros, su madre y su padre, hemos visto a lo largo de todo el trayecto que ellas han recorrido, cómo avanzaban en sus conocimientos, cómo se preparaban para nuevos retos. Y también hemos vivido cómo cada día crecían y se asentaban, con firmeza, en ellas los valores del respeto a los demás, el amor a su pueblo, la confianza en sí mismas y en quienes las quieren, la necesidad del esfuerzo para avanzar, el afán por superarse cada día y el compromiso con sus convicciones. En todo ello ha estado presente la escuela pública de Petrer, porque era y es parte de la responsabilidad que tiene como institución, es parte de su quehacer diario.
Todo eso lo hemos vivido porque la escuela pública de Petrer siempre nos ha incluido en el camino, ha contado con su madre y su padre. La escuela pública de Petrer también nos ha ayudado a mejorar como padres, nos ha dicho cuándo debíamos estar más cerca de nuestras hijas y nos ha animado y tranquilizado cuando llegaba el momento de dejar espacio para que avanzaran ellas solas. La escuela pública de Petrer ha respetado y defendido nuestras decisiones cuando, por nuestras convicciones, hemos elegido lo que creíamos mejor para nuestras hijas.
En casa sabemos que gracias a que en Petrer tenemos una escuela pública fuerte, ellas han tenido la oportunidad que merecían, la oportunidad que todos merecemos sin tener que depender de lo grande que sea el bolsillo de nuestra familia. Tener una escuela pública como la de Petrer, les ha dado las herramientas para elegir, porque el acceso a la educación les ha dado la libertad para hacerlo.
Son muy buenas razones para aconsejaros que elijáis la escuela pública de Petrer para vuestros hijos e hijas. Matricula a tu hija o hijo en la pública.
Estimado Sr. Lacasa, es de agradecer su escrito en defensa de la educación pública y que haya elegido este servicio (público) para sus retoños; teniendo la capacidad de elegir otros centros concertados e incluso privados. Aunque le ha faltado remarcar que tiene que ser de calidad proveyéndola de recursos suficientes. Dicho lo cual, su escrito no deja de ser un brindis al sol.
Se le ha pasado criticar el alto número de leyes educativas diferentes, con singularidades según competencias regionales. Entiendo que defiende la escuela pública en valenciano, o prefiere que nos castellanicemos todos. Siendo usted docente, al igual que nuestro actual alcalde, es sorprendente con que libertad hablan de educación reglada y como sus respectivos gobiernos han generado (y lo siguen haciendo) jóvenes aborrecidos de la sociedad, por no encontrar un sitio en esta.
Hablemos de la escuela pública de Petrer. En concreto del IES Azorín. Los estudiantes de este centro ha sufrido un agravio reiterado e injustificado, a lo largo de los años. Se trata de la escuela pública, que en los años 90 era referente en las poblaciones de Elda y Petrer. Como alcaldable ¿se compromete a recuperar ese magnífico centro y alzarlo al lugar que le pertenece? o dejará que el soberbio, concertado, Centro Santo Domingo Savio absorba a su alumnado y así dejarlo para demoler (como ha pasado con “La Torreta” en Elda). ¡Ah! no, mis disculpas, que usted defiende la escuela pública, le llamaré “activista de lo público”. La política que plantea, para los próximo 4 años, ¿va en consonancia con ser activista de lo público?. Esperemos que no cierre el concertado, para uno laico que tenemos en el valle…
Me haré el interesante, y hablaré de mi experiencia como estudiante de la escuela pública. Mis padres trabajadores del calzado y la marroquinería (esos oficios que recientemente ha ido a observar) no podían pagarme un colegio concertado, así que libremente elegí la escuela pública, el instituto público y la universidad pública; en esta última también tuve que trabajar en precario, porque público no significa barato, a pesar de tener becas. ¡Ah!, y un máster público, que todavía estoy pagando un prestamos renta universidad ICO, es decir público, con interés al 2% al B. Santander, que es privado (negocio redondo).
Yo sí que estoy orgulloso de haber estudiado en la pública, y por eso apoyo al sindicato de estudiantes que tomará medidas de protesta los días 25 y 26 en contra del “decreto 3+2″ y suscribo suscribo el comunicado del Círculo de Educación .
Sr. Lacasa, está muy lejos de lo que el pueblo necesita. ¡Basta! queremos representantes que se tomen los problemas sociales en serio y dejen de jugar a ser los más guapos y listos en época de elecciones.
#LaPublicaResiste #noal3+2
Salud y República.