Una diputada con su bebé en la cámara del Congreso ha indignado a algun@s de “sus señorías”. Por un lado expresaron críticas airadas y por otro banalizaron el hecho calificándolo de anecdótico, secundario e insignificante frente a la importancia política de la constitución de la cámara.
Han considerado propagandístico, espectacular y partidista que una mujer ejerza la política a la vez que su maternidad. Porque sus señorías deben separar su vida privada de la pública para mantener y perpetuar la estructura patriarcal y la ideología machista en nuestra sociedad.
En la década de los noventa del s. XX Mujeres de Negro (grupos de mujeres feministas y antimilitarista durante la guerra de los Balcanes) fueron las grandes difusoras de la desaparición de las fronteras en la dualidad público-privado: lo que me afecta y vivo en mi vida cotidiana es tema público, político e internacional. Lo personal es político. ¿Alguien se atreve a negarlo? Hoy aceptamos socialmente que la violencia machista, el maltrato a menores, a los animales y al medio ambiente es un tema público y que la política y nuestras instituciones deben legislar y actuar para revertir la situación.
Las mujeres estamos promoviendo un cambio de actitud de la sociedad. Queremos que se valore, a todos los niveles, la maternidad. Queremos ejercer la libre elección de la crianza con apego basada en el respeto a las necesidades biológicas y emocionales del bebé. La crianza con apego solo puede desarrollarse cuando el conjunto de la sociedad da el valor y el apoyo necesario a la madre. A cambio esta sociedad se beneficia, puesto que las personas que la forman son más felices y están más sanas.
El apoyo social necesario para la crianza con apego es un elemento básico de la ética del cuidado. Los análisis desde la ética del cuidado visibilizan y dan valor a todo el trabajo de cuidados gratuito que ejercemos las mujeres en la sociedad. Queremos que el trabajo de la crianza se ejerza en corresponsabilidad en el ámbito privado y que las institucionessean el respaldo público para esta labor imposible de pagar por un estado a sus ciudadanas.
Sus señorías del Congreso de Diputados fueron cuestionadas por la presencia de una de sus compañeras diputadas ejerciendo la maternidad en la esfera política. Una mujer, consciente y públicamente, decidió traspasar los límites entre lo público y lo privado como una acción reivindicativa. Cada día las mujeres reivindicamos nuestro derecho aque la sociedad valore y tenga en cuenta nuestras necesidades humanas, iguales o diferentes a las de los hombres. Nadie lo hará por nosotras sino nosotras mismas.
Por Dones amb Compromís de Petrer.
Totalmente de acuerdo con Dones amb Compromís. ¿Para cuándo dejarán las mentes preclaras de hablar sin saber y de frenar los cambios reales por la igualdad? Para ellos y las ellas que le acompañan sólo es política su parcelita. La vida misma es política!.