Sería fácil achacar a la omnipresente “crisis” el despropósito perpetrado este año en la cabalgata de los Reyes Magos, con un desfile improvisado de Disney World (¿habrá cobrado el ayuntamiento de Petrer esta publicidad gratuita, o le habrá tocado pagar por el uso de estos personajes?) que fue de todo menos navideño y adecuado a las fechas. Pero señores no es cuestión de dinero, sino de un mínimo de coherencia: ¿qué pintaba Caperucita o Peter Pan en este acontecimiento? Escuché a un niño que le decía a su padre: “los Reyes no son de Oriente, mentirosos, son de Nunca Jamás”. ¿Qué explicación hay para destrozar de esta manera, con esta mezcla tan desafortunada, la tradición de los Reyes Magos? Dirán que es para los niños, y que estos se lo pasaron bien, ¿pero por qué Disney? ¿Por qué no el Hombre Araña y La Masa, que también le gustan a los niños? ¿Por qué no organizamos un pasacalles jugando al escondite y con una piñata, diversión que también entretiene a los niños?
Si en Petrer había una tradición de Reyes, y la había, creo que peligra con esta serie de iniciativas. Es decir, tenemos un recorrido establecido que todo el mundo conoce, la tradición de rodar la falla, e incluso el pasatiempo adulto de reconocer a los Reyes Magos: algo tenemos. Si queremos renovar la tradición, creo que debería de hacerse de otra manera, con un diálogo del ayuntamiento a los vecinos, y con originalidad, no plantando iconos publicitarios por el recorrido que no vienen a cuento. En Elda, por ejemplo, la tradición de bajar iluminando Bolón este año ha cumplido cincuenta años, y es difícil no reconocer que nuestros vecinos se lo han montado mejor, con una acción propia, muy suya, que resulta muy agradable de ver, que va formando parte de la idiosincrasia del pueblo eldense, que anima a los niños a subir a la montaña y conocer su entorno y que, señores, no cuesta dinero.
Este año hemos visto en Petrer que si había una ficción, sostenida por los padres, para los hijos, les habrá sido difícil mantenerla después de la cabalgata. ¿Y qué les dirán el año que viene que van a ir a ver, si ya no hay referentes, si te pueden plantar cualquier cosa en el desfile tal y como han hecho este?
Me gustaría reflexionar sobre otra cosa de esta fiesta, que por una parte pienso que es positiva pero que por otra me da mala espina. Me refiero al recorrido; por una parte, está muy bien que suban por el casco antiguo, por Gabriel Payá, etc., y le den vidilla a la zona, pero por otra parte parece que toda esta zona sólo importa para los políticos para este tipo de actos y desfiles. Han arreglado, por ejemplo, en el casco antiguo, con la Fachada Norte, muchas fachadas, pero eso ha sido, ¡las fachadas! Seguro que desde la carretera lucen muy bien, pero dentro del barrio no ha cambiado nada. Dentro de unos años, tendrán sus Majestades que visitar a sus habitantes, que no han dejado de envejecer en la última década, con chocolate calentito, con alguna cosa blandita para mojar, en vez de con caramelos y peladillas.
En definitiva, el problema del casco antiguo siempre queda de fondo cuando pasa un acto de fiesta, y no es eso lo que necesitamos en el barrio, sino otras cosas. Igualmente, es un poco incomprensible que durante año tras año, tanto en los moros como en esta cabalgata como en tantas otras cosas, todo los recorridos festivos se centren en la parte alta de la ciudad y se ignore barrios como la Frontera, con una población mucho mayor y siempre en crecimiento. A esos vecinos sí que les gustaría esta clase de eventos para sentirse más ciudadanos de la localidad, mientras que a los vecinos del casco antiguo nos gustaría menos fiesta y más trabajo en otros sectores.
En el casco antiguo, por cierto, del que decimos que cada vez hay menos comercios y cafeterías, sigue teniendo el problema los días laborables de encontrar un hueco para dejar el coche. ¿Y a dónde va la gente? Yo se lo diré: a los bancos y cajas de la zona, que es de lo único que hay abundancia aquí, a “pelear” por la hipoteca, el crédito, la deuda o lo que sea, ¡así que pasan con la cara gris! ¡Lo que nos faltaba! Queremos vida en el casco antiguo, y vida de verdad, no la mágica del ratón Mickey.
Pero en fin, ya como despedida, decir que si vuestros niños lo pasaron bien, pues, al fin y al cabo, eso es lo que cuenta, ¿no? Un fuerte abrazo y espero poder comentar con ustedes el año venidero, con quién sabe qué encontraremos…
Eufemia, tienes mucha razón. Creo que no hace falta poner un icono de Disney para ilusionar a los niños. Yo ahora tengo 30 años y antes se hacían otras cosas. ¿DQué pasó con el sorteo de Reyes que se hací a principios de Enero? Yo me acuerdo que todos los niños estábamos ilusionados con ir a ver el sorteo y de paso reunirnos con nuestros amigos para ver una película. ¿¿Dónde está el belén viviente que antes se hacía, protagonizado por los niños? Yo en ese momento era una niña y me daba mucha ilusión participar en él.
Lo que quiero decir, es que antes había más cosas pero que poco a poco han ido desapareciendo.
Comparto totalmente las reflexiones de Eufemía. Además si te fijabas bien, en la cabalgata podias ver que eran niños/as quienes portaban un mamotreco, con ruedas con los supuestos presentes o regalos de los reyes, desde la Avenida de Madrid hasta la iglesia de San Bartolomé. Delante los mayores, algunos bien contentos, llevando antorchas, los crios detrás arrastrando el mamoteco. Los niños/as no deberian participar en el evento, que les dejen libres esa tarde de semejante lío, que disfruten de rodar fallas o de correr de un lado a otro. De pena pura.Como el desfile del paje, un invento de la actual concejal de fiestas que ciertamente cuanto menos rídiculo y absurdo.El año pasado con los animales en jaulas y este con disney, todo un detalle de falta de creatividad e imaginación.
Estimadas amigas:
Gracias por vuestros comentarios. Realmente es eso lo que hay que reclamar, más imaginación, más actividades y más ilusión por hacer las cosas, que pueden salir muchas bien sin hacer falta dinero, sólo ganas y calentarse la cabeza.
Vuelvo a repetir muchas gracias por vuestro comentario. Recibir un saludo.