Apenas ha habido titulares para la Convención del Clima que se ha celebrado en Cancún como continuidad de la fallida cumbre de Copenhague sobre cambio climático. Han terminado los trabajos sin que parezca posible un acuerdo sensato que permita garantizar la vida sobre el planeta a las generaciones futuras.
Desde Los Verdes de Petrer llamamos la atención sobre que siguen siendo los postulados economicistas y no los ecológicos los que imperan en los foros internacionales. Criterios de empresas multinacionales, bancos, firmas tipo Goldman Sachs, Morgan Stanley, REPSOL, de las mega-empresas del gas, petróleo y carbón y de los países poderosos se presentan como la brújula a seguir aunque lleven al desastre a la humanidad entera.
Parecida marcha llevamos en Petrer, aunque sea a pequeña escala, donde continuamos con el desprecio a los árboles, contaminando la atmósfera, produciendo toneladas de residuos, sin asumir los compromisos como ciudad Contra el Cambio Climático y mirando para otro lado ante atentados medioambientales.
Cuando la comunidad científica es contundente al afirmar la necesidad de un freno a las emisiones causantes del cambio climático, los responsables de los países más poderosos siguen pensando en cuánto dinero cuesta frenar el cambio climático en vez de apreciar cuánto vale la vida sobre el planeta. Sólo cuando aparece la posibilidad de ganar dinero surge interés en hablar del cambio climático. Hasta el primo de Rajoy o Aznar se apuntan ahora a la preocupación por el cambio climático, conocedores de que hay ahí un buen negocio. No sé si entre los seguidores de Rajoy en Petrer empieza a calar también el negocio del desastre ambiental.
Se necesita un acuerdo climático justo, ambicioso y vinculante para evitar que el calentamiento global tenga consecuencias catastróficas y sus víctimas humanas se cuenten por decenas de millones, especialmente entre los más vulnerables. 2010 ha sido el año en el que la temperatura media global ha sido más elevada desde que se tiene registro y en el que los fenómenos climáticos extremos y sus efectos –sequías, incendios, inundaciones, corrimientos de tierra, huracanes…– han azotado los cinco continentes.
Los países enriquecidos son más responsables del cambio climático y nos toca promover un acuerdo que haga que el incremento de la temperatura del planeta se mantenga por debajo de 2 ºC a lo largo de este siglo. Por ello, L@s Verdes exigimos que los gobiernos de España y Europa estén a la vanguardia con políticas que permitan avances en las negociaciones climáticas, y acuerden unilateralmente una reducción del 40% de las emisiones para 2020, en contra de la meta oficial del 20% que se ha quedado obsoleta. Los países enriquecidos, para saldar su deuda climática que tienen contraída y combatir convenientemente el cambio climático, deben transferir a los países del Sur 275.000 millones de dólares anuales para labores de mitigación y adaptación. Esta cantidad es la deuda ecológica contraída hasta ahora Y no vale pagar para seguir contaminando aún más y especular con el mercado de emisiones de carbono.
Sin acuerdos vinculantes, sin fechas concretadas, sin cifras de recortes de emisiones, sin vigilancia sobre la efectividad de los mismos, sin transferencia tecnológica y económica suficiente a los países del Sur y sin creación de una Organización Mundial del Medio Ambiente, lo poco que se ha acordado en Cancún será una mera declaración de intenciones. Y cada lamento por los desastres atmosféricos será supina hipocresía.
No cambiarán las cosas hasta que el desastre climático y ecológico lo sientan los poderosos en sus carnes, y para eso aún queda. ¿Alguien cree que se van a tomar medidas serias o compromisos restrictivos en una época de crisis como la actual? Ahora es el sálvese quien pueda, ni los políticos, ni los actores económicos ni, tristemente, la mayoría de los ciudadanos están por otra cosa que no sea llenarse el bolsillo y el estómago. Nuestros hijos, nuestros nietos, esos si que van a estar jodidos, y creo que quizá ya no puedan hacer nada y sea demasiado tarde, como nosotros hemos heredado un sistema democrático mas falso que cien duros de madera y un sistema capitalista corrupto y clasista, contra el que parece que no podremos cambiar.
El asunto está chungo, pero hemos de seguir sin desanimarnos. Sea con el desempleo, la educación hecha unos zorros, la sanidad parecida, o el medio ambiente acosado, los podereosos quieren seguir machacándonos. Y aquí en Petrer bien lo vemos. !Qué sútil es nuestro alcalde con sus políticas paternalsitas que nos aprietan suavemente el cuello!
Cuanta razón tienes Lola! Hemos heredado un sistema de gobierno y economía basado en la falsedad y la codicia, que está esquilmando los recursos, la naturaleza y las garantias de vida sobre este planeta.Los ciudadanos/as estamos tolerando tanta, tanta desidía y abandono hacia la» Madre Tierra», que somos cómplices de estos políticos de medio pelo.Sin ir más lejos en Petrer tenemos el derroche y malgasto de agua regando el cesped, matando árboles con el beneplacito de urbanistas, técnicos y ciudadanos, malgastando energía con una ciudad llena y atascada de tráfico y contaminación, y una pandilla de ciertos funcionarios/as públicos que por comodidad y falta de respeto, derrochan energía a diario – en calefacción, electricidad y llamadas telefónicas a particulares que nada tienen que ver con el ejercicio de su función pública. Y luego tenemos una concejal de M.Abiente que lo primero que debe hacer ella, es adquir un poco de educación ambiental
Como madre quiero que mi hija y mis dos hijos hereden una ciudad y una montaña mejor de lo que tenemos ahora. La salud de mis hijos es también la salud del planeta, por eso quiero que en mi pueblo el aire, las calles, los árboles, todo lo que tiene que ver con la ecología sean primordiales en la política local. Y de momento lo único que veo es que el alcalde o la concejala de medio ambiente le dan más importancia a construir con cemento que a proteger nuestra ecología. Lamento que el alcalde esté a la cabeza de estos años del hormigón.