Los jóvenes son conscientes del difícil futuro que tienen por delante. Un hogar, un trabajo fijo o una familia bien asentada es lo que hace años nuestros padres lograron y esperaban para nosotros, sin embargo ahora lo único que pretendemos es un trabajo eventual que nos permita llegar a fin de mes. En unos años se ha pasado de la ilusión por independizarse, al miedo de salir al mundo laboral y quedarse en la calle.
Los jóvenes están desencantados con el futuro que les espera, desilusionados con la política y hartos de las pocas esperanzas de encontrar un buen empleo. Los pensamientos de todos ellos giran alrededor de estas tres cuestiones. Desde que comenzó la crisis allá por el año 2007, los medios de comunicación se han hecho eco de la desesperación que viviría la nueva generación de españoles, sin empleo, sin hogar y sin un futuro digno. Lo más desesperante de todo esto es que parece ser que los jóvenes ya se han resignado a este hecho: en Francia se echaron a las calles para luchar por sus derechos, hace pocos días todos vimos como en Inglaterra ocurría lo mismo, ¿qué tiene que ocurrir más para que en España los jóvenes se lancen a las calles?.
Si tenemos que buscar una representación española en la televisión, nos podemos dar cuenta de la dificultad que atraviesa el país y no sólo económicamente. La cultura de esta nación nunca ha destacado demasiado y ahora, cuando las universidades están más abarrotadas que nunca, y es más necesario que nunca un cambio, las cosas siguen igual que siempre e incluso parece que van a peor. Sólo unos cuantos se preocupan por el futuro del país y el suyo propio, mientras que el resto se limitan a tacharse unos a otros de “fachas” o “rojos”. La única solución parece estar en nosotros mismos, somos los que podemos cambiar la situación para mejor, para que otras generaciones tengan un mejor porvenir y dejar las rencillas entre unos y otros de lado.
Según el estudio anual de SM de este año “el 62,2% de los jóvenes se declara de acuerdo con la frase «la crisis económica actual tendrá un impacto muy negativo en mi futuro profesional y personal»”. Lo dicho, esta situación está asumida y parece ser que lo único que estamos haciendo es dejarnos llevar por la marea de gente hasta que alguien nos ofrezca un poco de esperanza.
Iniciativa es lo que falta. No hay manifestaciones, no hay emprendedores, no hay esperanza, no hay ilusión, «pues vaya juventud», será que ya no la hay.
La esperanza es lo ultimo que se pierde!!! Menuda tonteria.. La cosa esta difcil pero ahora hay un monton de oportunidades.. quien no se va de casa es por que no quiere….