Aún me sigue sorprendiendo, aún no deja de asombrarme la capacidad del ser humano de fábular y adaptar los sucesos reales a sus intereses y pensamientos o creencias para justificarlas y actuar en consecuencia. No me puedo creer que nuestro mundo “intelectual” encabezado por un director como Pedro Almodóvar, al que se le reconoce su talento para entretener pero que es innegable, como así demuestra en sus películas, que su mayor don es convertir la realidad en algo histriónico, surrealista, lleno de histerismo, algo que pretende llevar a la escena política española actual, evitando observar la responsabilidad que conlleva exacerbar ánimos y utilizar pasados y nombres para obtener protagonismo y publicidad de la película que se está montando. Esto no es un guión, esto es la vida real, y nadie está por encima de la ley, aunque el sistema judicial español se esté encargando de cargárselo por su querencia en manipularlo. El señor juez Garzón no esta en el Supremo solo por el tema de su capacidad o competencia para iniciar un proceso contra un dictador, está por su posible prevaricación en el caso de Botín, es decir, el cobro millonario de unas supuestas charlas pagado por el Banco Santander, tras el cual archiva la causa instruida contra su presidente, algo cuanto menos sospechoso.
La cortina de humo que se lanza con el otro tema no llega a tapar lo escandaloso de la causa importante, por la que me gustaría se manifestar todos estos grandes pensadores que se llaman progresistas y solo están pensando en el pasado, negando el presente e incapaces de crear futuro. Dónde está el progresismo en la actualidad, parece que se lo cargó Franco, porque la izquierda española vive sumida en un sueño de recuerdos reelaborados que le incapacita para conectar con la juventud de hoy, que necesita de ideas, valores actuales, algo que le motive a participar de la vida ciudadana, ese sería el mejor cometido que podría emprender nuestra izquierda, algo necesario, urgente, ya que para nuestros hijos, Franco, Napoleón o la Armada Invencible, es algo que está en los libros, puede ser tema de debate, pero no el foco de la actuación política de nuestro tiempo, a ellos les interesa nuestro presente y las soluciones actuales a los problemas del día, que el pasado ya lo vivieron sus ancestros, ellos necesitan vivir su vida y luchar por sus causas, las que verdaderamente les interesan. Aún tengo esperanza de que la izquierda despierte porque la necesitamos.
Doña Petra, que derechona es Vd. Con que Franco está en los libros, eh. Con su argumento todos podríamos cometer atrocidades contra nuestros semejantes. Las cometemos, nos protegemos con leyes, iglesias, policias, armas, mucho dinero y, cuando pasa el tiempo, nos ponen en los libros y ya no pasa nada. Ya no existimos en la vida real. Todo virtual. Los que nos hemos cargado, tambien virtuales. Todos contentos y felices.
Como sé que Vd. no es tonta, he de acabar concluyendo que Vd. es muy, pero que muy, franquista. Digalo, no se corte un pelo y dejese de sermones de moralina. Huelen que apestan.
Si la izquierda despertara, como Vd. quiere, no sería la izquierda, sino unas inofensivas hermanitas de la caridad, como fue cierta izquierda durante la transición. Y así se hicieron fuerte los franquistas, como Vd. Como dice Ismael Serrano: no, si al final será cierto que Franco lo dejo todo atado y bien atado. Y con buenos valedores, com Vd., añado yo.