Vivimos en un mundo y en una época, en la que asistimos a una avalancha de acontecimientos que se suceden con tal rapidez que no nos da tiempo a asombrarnos ni a procesarlos en nuestro cerebro, no obstante, algunas noticias nos hacen detenernos en esta vorágine. Hace unos días, unos expertos, no recuerdo de qué país, vaticinaban que para el año 2016, es decir dentro de nada, el uno por ciento de la población mundial tendría la misma riqueza que el resto del mundo, es decir, 7000 millones de personas, y eso que estamos en plena crisis. Y esto no nos puede causar extrañeza, porque también en  nuestro país, según noticias sabidas hace poco, desde que empezó la crisis ha aumentado el número de millonarios, pero al propio tiempo ha aumentado el número de gente que se muere de hambre, que se suicida porque le quitan su vivienda, les cortan el suministro de la energía, y hay gente que teniendo trabajo no puede cubrir sus necesidades por los salarios de miseria que recibe, es decir, que hay una relación de causa/efecto.

Ante estas aberraciones que se producen en todo el mundo habría que plantearse y preguntar por qué sucede esto. En primer lugar decir que esto que llaman «crisis» nos lo quieren vender como si fuera un fenómeno de la naturaleza; pero lo han creado ellos, esas élites u oligarquías, o como queramos llamarle, con un entramado a nivel mundial que han estructurado el mundo para que funcione con arreglo a sus intereses, y por supuesto contando con la complicidad de los gobiernos de turno que dictan leyes que les favorecen y por supuesto perjudican a todos los demás. Luego, los premian con las puertas giratorias por los favores prestados. También cuentan con la complicidad de esos millones de votantes, que también quiero suponer que por una ignorancia supina, votan a favor de los que luego le convierten la vida en un infierno. También me dejaba en el tintero el arma tal vez más poderosa que tienen, que es el control de los medios de comunicación, especialmente la TV, que les sirve para domesticar y conformar a la gente, ya que, para un porcentaje mayoritario de personas  es su única fuente de información.

Ante este panorama que tenemos en el horizonte, tendríamos que plantearnos lo que deberíamos hacer para cambiar el rumbo de este vendaval de actuaciones de las fuerzas reaccionarias que nos desgobiernan, para así construir un sistema de vida cuya principal razón sea la justicia social.

Creemos que lo más importante ante estas elecciones que se avecinan sería tomar conciencia de no darles los votos otra vez a unos partidos que llevan cerca de 40 años turnándose en el poder, nos han traído esto que tenemos, y que ahora dicen que nos lo van a solucionar.

Ante esto, y partiendo de la base de que los milagros no existen, hay que salir de la apatía y del conformismo que nos han inculcado; hay que participar, implicarnos y movilizarnos de forma organizada, porque es mucho lo que está en juego, el presente, el futuro de nuestros hijos y nietos, y sabemos que ningún partido por si solo va a poder solucionarlo si no tiene detrás a la inmensa mayoría de ciudadanos/nas participando. Fácil no va a ser, pero imposible tampoco, todo depende de que haya voluntad ciudadana.

Florencio Yáñez – Miembro del Consell Polític de EU Petrer