Pedro Tomás Delgado ha sido entrevistado en varios medios de comunicación estos días, ello nos ha servido para conocer su fórmula empresarial y una filosofía puesta en marcha por jóvenes emprendedores extremeños, el “topalantismo”. Ambos me merecen el suficiente valor como para que se hubiesen dado a conocer por sí mismos, y más en unos momentos de crisis como los actuales, aunque los cierto es que la notoriedad la ha adquirido porque el candidato socialista Rubalcaba incluyó algunas referencias al mismo en su discurso del pasado fin de semana (“topalantismo” y “en un negocio no se gana o se pierde, se gana o se aprende“).
El “topalanatismo” es como el propio Pedro Tomás Delgado explica en su blog “Proviene del termino Extremeño “to palante” y es la filosofía que muchos jóvenes Extremeños sin complejos están poniendo en marcha, que consiste en salvar los obstáculos con ilusión, constancia y enamorándose de las ideas.” Esta filosofía o actitud de vida le ha permitido montar una empresa (Aquaphitex) que se dedica a implantar procesos de depuración natural del agua (sin elementos químicos) ya implantados en diversos lugares y que nutre a 8.000 personas diariamente en Malí desde hace varios años, habiendo conseguido según el Diario de Badajoz reducir en un 75% la mortalidad infantil en esta población.
Pedro debe de servir de ejemplo para muchos jóvenes de nuestra comarca que no encuentran un empleo. Quién iba a decirle a un chaval de 19 años de la Puebla de Alcocer (en la conocida con el humor característico de la zona como la “Siberia Extremeña”) que en apenas 6 años iba a tener una empresa con 30 trabajadores soñando por alcanzar una idea de la que están “enamorados”, iba a recibir un Premio Nacional de Emprendedores Jóvenes e iba a ser conocido para media España. La respuesta yo la sé, nadie. Nadie le decía a Pedro que iba a conseguir este sueño excepto él mismo, que se decía “to palente” porque estoy “enamorado de esta idea”. Este “to palante” es el que necesitamos de la gente joven de esta zona para empezar a trabajar en sueños que nos permitan recobrar con el tiempo el vigor económico de antaño. Necesitamos una ilusión. Y necesitamos unas administraciones públicas dispuestas a apoyarles en lo que sea posible en esa idea. Qué es lo peor que les puede pasar, que “aprendamos”. “En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”, Albert Einstein.
Con ello no estoy queriendo decir que aquí no tengamos emprendedores como Pedro, que los hay y tienen grandes ideas con las que están consiguiendo alcanzar éxitos. Pero en muchas ocasiones tiene uno la sensación de hay mucha gente que se resiste a abandonar su “zona de confort” y a lanzarse a por un sueño. (Por favor, absténganse nuevas cafeterías). Ánimo y a emprender.