En estos últimos días se ha vuelto a poner de manifiesto un problema que ha permanecido casi en el olvido durante años: el tema de las centrales nucleares. Se está buscando un sitio para montar un almacén centralizado para los residuos nucleares que se generan en el ciclo de funcionamiento normal de una nuclear cuando se sustituye el combustible atómico usado. Este almacén, también llamado “cementerio nuclear”, es una patata caliente que nadie quiere tener ni en sus manos ni en sus cercanías. Pero no se debe olvidar que algunos alcaldes presentaron a sus municipios como candidatos, lógicamente a cambio de los ingresos económicos que les van a suponer tener en su término municipal un basurero de residuos radioactivos muy peligrosos. Estas corporaciones municipales no tuvieron en cuenta la herencia que dejan a las generaciones futuras, pues por más medidas de seguridad que se quieran poner siempre tendrían “bajo sus pies” durante miles de años toneladas de residuos emitiendo radiación. Así, pues, de lo que se trata es de la salud de las personas y de la salud de la Tierra.
En este momento los residuos se almacenan en las propias centrales nucleares y también se envían a otros países para su procesamiento y almacenamiento provisional, a cambio de alquileres exorbitantes. No somos partidarios de instalar un almacén de residuos en ningún sitio, pero para que esto sea posible se debería parar su producción en un plazo no muy largo, y claro está que para ello se tiene que dejar de generar electricidad con centrales nucleares. Hemos de ir hacia el apagón nuclear. La electricidad generada por las nucleares representa actualmente un 20% del total. Para sustituir este porcentaje se debe seguir fomentando las energías renovables (solar, eólica, hidráulica, biomasa, etc.).
La transición del modelo energético basado en la nuclear –y en las térmicas- hacia un modelo más respetuoso con el medio ambiente es prioritaria. Por esta razón, los gobiernos deben trabajar para revertir la tendencia de crecimiento constante del consumo energético mediante acciones de reducción de la demanda. Se debe apostar firmemente por el ahorro y la eficiencia energética, tanto en el consumo doméstico como en instalaciones industriales, públicas y municipales.
Teniendo en cuenta las nuevas tecnologías, la promoción de las fuentes renovables y las posibilidades socioeconómicas actuales y futuras, en el caso de las instalaciones municipales se pueden plantear varias vías para conseguir la reducción del consumo energético. Como muestra, unas ideas sueltas: En el alumbrado público se pueden realizar zonas de apagados parciales a determinadas horas, automatizar el encendido o racionalizar el alumbrado festivo. En las dependencias municipales incluir sistemas de detección de presencia o regular las instalaciones de aire acondicionado y calefacción. En todas las instalaciones implantar medidas de arquitectura bioclimática.
Como vemos, el desafío nuclear también está presente en Petrer. Y es necesario acelerar el paso para la reducción del consumo energético.
Debo reconocer mi ignorancia científica sobre el tema, pero como pagador de las políticas energéticas, debo opinar.
Unas premisas: La energía es un tema de vital importancia por lo que afecta en todas las áreas económicas de la sociedad, desde la doméstica hasta la productiva. Vivimos en una sociedad altamente competitiva y la reducción de costes es elemento clave en la fórmula «bienestar social» que tanto alabamos y pontificamos.
Datos contrastables: Pues bien, en España producir energía es muchísimo más caro que en cualquier país de su órbita, lo que nos resta competitividad a nuestros productos y encarece significativamente nuestra subsistencia cotidiana.
Unas reflexiones: La oposición a la energía nuclear se basa en su peligrosidad y no se dice nada respecto a lo poco contaminante que resulta. La nuclear es como 30 veces (dicen) más económica que la eólica o solar y otro tanto respecto a la térmica. Todos los países desarrollados o en vías de desarrollo están construyendo centrales nucleares, menos España que pretende cerrar las que tiene. Estamos rodeados de centrales nucleares entre Francia (en los Pirineos tiene un buen número) y Marruecos (que no se si está construyendo 12 en estos momentos)¿Qué peligro evitamos no construyendo nosotros centrales nucleares? ¿Tan tontos son los franceses, ingleses, finlandeses, americanos, alemanes, rusos, chinos, etc., que no se enteran de lo peligrosísimo que resulta una central nuclear?
Creo que sería muy interesante abrir un debate nacional serio sobre el tema y olvidarse de tópicos trasnochados.
El anterior comentarista dice que hemos de olvidarnos de tópicos transnochados y él es el primero que los utilza en su comentario. Juega con falsas verdades, diciendo y no diciendo. Si reconoce su ignorancia sobre el tema nuclear, ¿cómo es que aporta información sobre ella?
Hemos de tener presente que la energía nuclear es contaminante. La radioactividad es muy contaminante. También es muy cara, pues los gobiernos han subvencionado y siguen subvencionando su producción. En el artículo se plantea el «apagón nuclear» por sus costes económicos actuales y también por sus costes ecológicos presnete y futuros, lo cual hay que valorarlo actualmente. No cabe analizar sólo la energía desde la visión crematística de las grandes corporaciones. También se menciona en el artículo los problemas del carbono de otras fuentes energéticas.
Por lo que se refiere a la producción en territorios vecinos, como por ejemplo Francia y Marruecos, realmente el comentarista destaca uno de las cuestiones claves: la ‘globalización energética’, que en el caso nuclear lleva a conectar con tendidos de alta tensión grandes terriotrios para comerciar con la electricidad producida. Como vemos aquí también crean sus mercados integrados a gran escala. Lo cual no supone que la energía nuclear no sea contaminante.
Como dice el articulista, vayamos hacia una reducción del consumo energético y él señala algunos caminos.
Sr. Navarro: Quiero recordar que ya le dije alguna vez que no sabe leer, y siento tenérselo que repetir. Veamos: ¿cuales son mis tópicos trasnochados? cíteme uno. Otra, «falsas verdades». Si es falso, ¿cómo va a ser verdad? y si es verdad ¿cómo que es falso?. Otra, pero ¿qué información científica aporto yo, pero es que no sabe leer? Que reconozca mi ignorancia científica sobre el tema nuclear no quiere decir que sea incapaz de al menos informarme de lo que dicen todos los que saben y todos ellos dicen que la energía nuclear no es contaminante, como apunta usted, sino peligrosísima, que es distinto, ¿comprende?. Y también demuestran que es una energía muchísimo más económica y limpia que otras muy empleadas hoy (petróleo y carbón). En su comentario no aporta nada que aclare mis observaciones y dudas, se queda tan pancho afirmando, como el articulista, que la solución es «la reducción del consumo energético». Pero vamos a ver, ¿cómo se va a reducir el consumo cuando cada día somos más a consumir y sobre todo países con economías emergentes con un potencial humano de casi el 50% de la Humanidad,llámense China, India, Brasil, y otros, están creciendo a más de tres veces que nosotros? ¿Qué cree usted, que sus máquinas funcionan con chispas de pedernal?
¿Comprende ahora sus tópicos trasnochados, los suyos de usted? Espero que sí.
El precio de la energía nuclear aún no se conoce, luego no cabe compararlo con el de otras fuentes de energía. Y no se conoce porque aún no ha terminado el ciclo iniciado en ninguna central nuclear. Los residuos no son reciclables en su totalidad y su depósito en cementerios no tiene fecha de caducidad. No sería absurdo decir que puede salir más caro guardar los residuos a perpetuidad (durante milenios) que la energía que han producido.
¡Vaya! Ahora resulta que el primer comentarista sólo sabe polemizar, tal como hace la derecha más rancia. Lo siento, pero no,por ahí no va el asunto. Si usted sólo quiere acudir al juego polémico, me parece que por ahí no vamos. ¡Sea serio y deje los argumentos de la FAES que niega lo evidente! ¿Desde cuando la energía nuclear no es contaminante? ¿Acaso la peligrosidad de la radioactividad no es contaminanción? Tal vez se refiera a la peligrosidad porque fue una energía de origen militar y ahora sigue por esos derroteros. Como dice el útimo comentarista los residuos los tenemos para milenios.
Ya sabemos que las otras energías fósiles también contaminan que se las pelan, por eso hay que reducirlas. Respecto al consumo, no hace falta decir que su postura es claramente antiecológica.
A Joan Vica.- La contaminación siempre se refiere al medio ambiente, como ocurre con el carbón y el petróleo,así lo entiendo. El peligro directo a las personas es lo que achacan a las nucleares. Por eso digo que son peligros, los dos, pero de naturaleza distinta. En todo lo demás, es posible que tenga usted razón pero de todo lo que he leido se deduce que (aqproximadamente, si no recuerdo mal)el coste de producción en las térmicas es como tres veces superior que en las nucleares y el almacenamiento de ésta, con la tecnología actual, también tengo entendido que se autofinancia, pero no tengo suficiente información ¿usted la tiene? Se la agradecería.
Navarro.- ¿FAES? No he leido nada de ella, usted por lo visto se lo lee todo. Y que yo sea antiecologista es otra chorrada más de las suyas.
Por lo que acabo de leer, algunos opinan por opinar, por liar la madeja. En sociología este comportamiento está bien estudiado y sólo contribuye a no centrar el tema y desviar la atención.
Estudiante tiene toda la razón. Los únicos que pueden predecir si es barata o cara son los científicos que estudian la manera de deshacernos del residuo nuclear. Si la inversión económica en investigación fuese mayor, tal vez no estaríamos debatiendo esta cuestión y seguramente muchas otras cuestiones.